Después de tres años de gestión de Ignacio Ruglio, los socios de Peñarol volverán el sábado a las urnas para elegir al próximo presidente y al gobierno que guiará al club en el período 2023-2026.
Atrás quedarán 1.078 días (que se pueden medir también en 154 semanas o 34 meses) en los que el presidente marcó su impronta y puso a Peñarol en una montaña rusa, que en el final del viaje lo deja expuesto a los mismos errores y deficiencias que denunció desde el cómodo sillón de la oposición.
Repasemos, entonces, las promesas electorales y los resultados en los aspectos políticos, deportivos e institucionales de la primera presidencia de Ruglio en Peñarol.
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