Rusia confirma la muerte de 89 militares tras ataque ucraniano en Donetsk
Con los fríos invernales, el eje de los ataques de Rusia es el sistema de distribución eléctrica ucraniana. Pese a los daños a gran escala que provoca los bombardeos de Moscú que dejan a millones sin luz ni agua, Kiev dio un golpe a una dotación del ejército ruso en la ciudad industrial de Makiivka. Ubicada en la región del Donetsk, en el este ucraniano.
Moscú mantuvo silencio cuando Kiev afirmó que había eliminado alrededor de 400 soldados rusos estacionados en esa ciudad. Sin embargo, tras los ataques con misiles y las afirmaciones ucranianas, se conocieron imágenes satelitales que muestran los daños producidos por la andanada de misiles.
El lunes, a través de redes sociales, el Ministerio de Defensa de Rusia señaló que 63 soldados habían muerto en los ataques. El miércoles, la cifra oficial de Moscú elevó los muertos 89. En el posteo del ministerio decía que el lugar donde estaban los efectivos era “una instalación de despliegue temporal”.
Según Reuters y AP, el “Ministerio de Defensa de Rusia culpó a los soldados rusos de haber utilizado sin consentimiento sus teléfonos móviles”, y esa habría sido la causa por la cual Kiev pudo establecer el blanco.
Por otra parte, en redes sociales rusas hay acusaciones a los mandos de Moscú porque los efectivos estaban instalados “cerca de un depósito de municiones”. Eso habría potenciado la efectividad de los misiles ucranianos.
Kiev, sin atribuirse el ataque, el lunes afirmó que habrían muerto “alrededor de 400 soldados rusos”. El reconocimiento por parte de Moscú de casi un centenar de bajas mortales, aunque muy inferior a las afirmaciones de Kiev, representa la cifra más alta de bajas recibidas en un ataque desde que comenzó el conflicto.
Fotografías y videos que circulan en las redes sociales muestran las ruinas de lo que sería un edificio escolar utilizado por el Ejército ruso como cuartel.
Según Moscú, el ataque fue hecho con misiles Himars suministrados por Estados Unidos. Aunque esto no es una manera directa de involucrarse por parte de Washington, es una prueba de como la OTAN está cada vez más involucrada en la guerra, aunque no sea con efectivos de sus países.
En la visita del 21 de diciembre del presidente ucraniano Volodímir Zelensky a la Casa Blanca, Joe Biden confirmó que enviará misiles Patriot a Kiev. Se trata de proyectiles guiados tierra-aire que hasta ahora Washington se había negado a entregar, al considerar que eso provocaría una mayor escalada en la guerra.
