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Sanguinetti considera "un atropello" la ley de voto en el exterior y la quiere hacer caer con un referéndum
Busca unir a la oposición para llevar adelante la medida más allá de que se presenten recursos de inconstitucionalidad
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13 de agosto de 2018 a las 15:58
El expresidente de la República Julio María Sanguinetti quiere impulsar un referéndum que haga caer la ley que tiene por objetivo legislar el voto en el exterior, una iniciativa del Frente Amplio que considera un "atropello" a la Constitución.
Si bien la oposición presentará recursos de inconstitucionalidad contra la normativa aprobada la semana pasada en el Senado con los votos del oficialismo, Sanguinetti considera que se debe ir un paso más porque los fallos de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) sobre normas que violan la Constitución se aplican solo para los casos concretos, es decir para quien la impugnó y no para la generalidad de los casos.
"Me parece que se debe ir a un pronunciamiento popular y terminar con esta idea que ya fue rechazada", dijo Sanguinetti a El Observador e hizo referencia al plebiscito del año 2009 sobre sufragio en el exterior, que no prosperó porque obtuvo 38% de los votos. El recurso, opinó, debe ser promovido por todos los partidos de la oposición, para lo que ya conversó con los senadores y líderes nacionalistas Jorge Larrañaga y Luis Lacalle Pou y se reunirá en unos días con el senador del Partido Independiente, Pablo Mieres. Sanguinetti planteó durante un acto en Rivera que entiende que la oposición "daría un buen ejemplo de unidad y onstitucionalidad" si llamara al pueblo a votar contra esa ley "y la derrotara a través de la firma y el voto".
Este sábado Larrañaga respaldó la propuesta del expresidente. "Yo estoy respaldando la iniciativa del doctor Sanguinetti, lo digo en forma contundente. Obviamente primero vamos a interponer un recurso de inconstitucionalidad, para lo cual creo que va a haber voluntad de gente de todos los partidos, seguro", dijo durante una recorrida por distintos barrios junto a los diputados Jorge Gandini y Pablo Abdala. "Me parece importante consultar a la gente nuevamente porque además, en el voto de los uruguayos en el exterior, no se puede hacer nada sin volver a consultar al ciudadano para que se expida", agregó.
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Para promover un referéndum ante la Corte Electoral se necesitan las firmas y huellas dactilares de 25% del electorado. De todos modos, también se permite que en los primeros 150 días desde que la ley que se quiere impugnar se promulgó se junten 60 mil firmas con sus respectivas huellas dactilares y que la Corte Electoral llame a una elección que debe llegar al 25% de los votos a favor del plebiscito. El organismo tiene 45 días desde que se presentaron las 60 mil firmas para evaluar si se cumple con todos los requisitos para poder promover la elección. Esa votación no implica que la ley caiga, sino que es tan solo el punto de partida, al que le sigue otra votación que se realiza en los 45 días posteriores a las elecciones internas, segunda vuelta o municipales, dependiendo de cuándo corresponde.
"Lo importante es que habilitar esa votación en el extranjero es desvirtuar la inclinación de los ciudadanos del país, introducir un factor de distorsión en la elección de las autoridades. En lo ético es aún más claro. Suele decirse que ese 16% de ciudadanos uruguayos que viven en el exterior tiene derecho a votar. No lo tienen porque la Constitución no se los atribuye. Pero, además, lo importante es el otro 84% de votantes, que vive en el país y asumirá las consecuencias de su voto. El ciudadano que reside en Miami o Barcelona por cierto merece todo el respeto de nuestro Estado y hasta la obligación de velar por él. Pero no puede ser que decida la suerte del país a distancia y no viva las consecuencias de su voto", escribió.
