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Se cumplen 40 años de la "boda del siglo": así fue el casamiento entre Carlos y Lady Di
Invitados de primer nivel, los ojos brillosos de la reina y el vestido del que nadie paró de hablar: hoy se cumplen 40 años de la “boda del siglo”, el casamiento entre el príncipe Carlos y Lady Di.
El 29 de Julio de 1981, el heredero a la corona inglesa Carlos de Gales se casó con Diana Spencer, a quien luego se conoció como "la princesa del pueblo", a pesar de haber nacido dentro de la nobleza británica.
La boda se ofició en la catedral de San Pablo, una maravilla arquitectónica que fue opacada por el calibre del evento. Dentro había más de 3.100 invitados, entre los que se encontraban grandes figuras de aquel momento, como la primera ministra de Reino Unido, Margaret Tatcher, la primera dama estadounidense, Nancy Reagan y el presidente francés, François Mitterrand.
Para el evento se desplegaron más de 3000 oficiales, lo que hizo de la boda el dispositivo militar más importante desde la segunda guerra mundial. Con 750 millones de telespectadores en todo el mundo y 600.000 admiradores en las calles de Londres, todo lo que involucró a esta boda fue monumental.
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El vestido de Lady Di, en tanto, fue la estrella: tenía un velo de 140 metros y una cola de más de siete metros –la novia pidió expresamente tener la cola más larga en la historia de la realeza–. En los días anteriores y posteriores al evento, los medios no dejaron de hablar del mencionado vestido, y su impacto fue tan grande que al día de hoy tiene su propia página de Wikipedia.
Por eso, si alguien tiene dudas sobre la relevancia del evento y el ícono que era –y todavía es– Lady Di, solo tiene que buscar la “boda del siglo” en Google y leer los más de18 millones de resultados que aparecen en el buscador.
Un final no tan feliz
La monarquía inglesa es la más apoyada del mundo. La adoración que generan responde a que representa un cuento de hadas en la vida real, y fue la propia familia real británica la que perfeccionó esta idea. Así, pasaron de ser gobernantes a celebridades, en una estrategia que se popularizó entre las monarquías parlamentarias de todo el mundo con un solo objetivo: sobrevivir.
Mantener la imagen de película de Disney no es fácil, y son muchos quienes se alejan de la vida real para vivir una “vida normal” lejos de las presiones de la corona, de las reglas y tradiciones que sirven para mantener el aura idílica que rodea el Palacio de Buckingham.
Diana Spencer fue la primera ciudadana británica en casarse con el primer sucesor al trono inglés, pero no solo por eso causó escándalo en su momento. Lady Di también fue la primera novia real en tener un trabajo remunerado previo a su compromiso y el hecho de que no haya prometido obedecer a su esposo en los votos de la boda causó más comentarios que, entre otras cosas, la diferencia de 12 años de edad que había entre ellos –Diana tenía 20 y Carlos 32–.
La princesa de Gales recibió mucha presión por parte de la realeza y durante su compromiso, matrimonio y divorcio fue muy juzgada. Y aunque encontró en el pueblo inglés un aliado, siempre se sintió como un intrusa en el palacio y, según se supo luego, la reina Isabel fue particularmente dura con ella.
En ese sentido, su matrimonio con Carlos tampoco fue muy bueno, y a los pocos años de haberse casado ambos ya tenían amantes. Pero no fue hasta 1995 que Diana dio una de las entrevistas más famosas y polémicas de la historia a la BBC y se conocieron los detalles de la relación. En ella admitió sus propios amoríos y los de su esposo, pero también se sinceró con el público y compartió su batalla con la bulimia y las autolesiones. También denunció el constante acoso que sufría por parte de los paparazzi, fotógrafos y periodistas.
Casi cuatro décadas después de aquella entrevista, en marzo de 2021, se estrenó Oprah con Meghan y Harry, un especial televisivo dirigido por la conductora estadounidense Oprah Winfrey en el que entrevistó al príncipe Harry –hijo menor de Carlos y Diana– y su esposa Meghan Markle, y en el que varios espectadores y analistas de la realeza británica encontraron grandes similitudes con la entrevista de la BBC. El especial de Oprah se emitió poco tiempo después que Harry y Meghan decidieran alejarse de la familia real, de las obligaciones relativas a la realeza e irse a vivir a Estados Unidos, país natal de Meghan.
En la entrevista, Meghan también habló sobre sus problemas con su salud mental y sobre cómo había sido su estancia con la familia real. Ella, al igual que la madre de su esposo, sufrió mucha presión al sumarse a la familia real. Meghan no formaba parte de la realeza, no era inglesa, ya había estado casada, divorciada y es de raza mestiza.
Así, su boda con el príncipe Harry honró en muchos detalles a Lady Di. Desde sus flores favoritas hasta el velo que usó, la pareja se preocupó de tener presente en su boda a la madre del novio. Hasta el anillo de compromiso de Meghan tiene dos diamantes de la colección personal de Diana. Fue un recordatorio, varios años después, de una boda que en su momento marcó la historia y que sigue generando consecuencias en el presente.
Y es que las bodas reales –y más las de la familia real británica–siempre atraen mucha atención, pero no hay dudas de que la más vista, la más esperada y la más recordada es y será “la boda del siglo”.
