Armas estadounidenses en México

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Siete de cada diez armas usadas en México para cometer crímenes provienen de Estados Unidos

Expertos y autoridades mexicanas denuncian a fabricantes y armerías de incurrir en prácticas temerarias y negligentes, incluida la venta de rifles de uso militar al mayoreo a los carteles del narcotráfico
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27 de febrero de 2023 a las 05:04

Desde mediados del año pasado, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha redoblado su batalla legal para frenar el tráfico ilegal de armas desde Estados Unidos mediante sendas denuncias contra los 11 principales fabricantes de ese país y cinco armerías del estado de Arizona, compañías a las que acusa de prácticas comerciales negligentes, factor que el Gobierno de México señala como una de las razones de la violencia ligada al crimen organizado en su territorio.

Según revela una reciente investigación presentada en un congreso que reunió en la capital mexicana a especialistas de diversos países, el 70% de las armas que se usan para cometer homicidios en México provienen de Estados Unidos. Reporte que confirman los habituales decomisos de las fuerzas de seguridad mexicanas, como el realizado a fines del mes pasado cuando incautaron 14 rifles AK-47 en un vehículo que intentaba cruzar la frontera.

En ese contexto, y pese al blindaje que tienen los fabricantes y las armerías frente a los litigios civiles y penales relacionados con tiroteos masivos, suicidios y asesinatos que cometen los cárteles del narcotráfico, la cancillería mexicana anunció que redoblará su estrategia legal para cuestionarla. "Sus armas llegan aquí y destrozan a nuestras familias, ya no queremos seguir así", dijo la activista mexicana Lorena Reza durante la presentación de la investigación.

El evento, centrado en el debate sobre el control de armas y el impacto del tráfico ilícito en las sociedades, reunió a legisladores mexicanos, académicos, comunicadores y militantes contra la violencia provocada por las armas de fuego, un problema que desborda a México, pero también a Estados Unidos. Uno de los expositores fue el reconocido activista estadounidense John Lindsay-Poland, coordinador del proyecto Detengan el tráfico de armas hacia México (Stop US Arms to México, en inglés).

Lindsay-Poland, quien moderó el panel compuesto por expertos de todo el mundo, coincidió con el resto de los participantes en subrayar “el peligro de la cultura de la violencia en Estados Unidos” y “el riesgo que el tráfico ilícito de armas en la frontera significa para la seguridad de los mexicanos al terminar, principalmente, en manos de grupos criminales”. Una lectura que pone énfasis en la responsabilidad de las autoridades estadounidenses y de la industria armamentista al ignorar el problema.

"Las armas que ilegalmente llegan a México se usan para controlar y atemorizar a la población mexicana", afirmó por su parte la activista Po Murray, integrante del movimiento Abajo las armas en América (Guns Down America, en inglés), afirmación respaldada por Lindsay-Poland, quien agregó que por las estadísticas que se manejan "es probable que en México haya más homicidios con armas estadounidenses que en Estados Unidos".

El fenómeno está en el centro de las demandas presentadas por el Gobierno mexicano contra los fabricantes y las armerías estadounidenses. La primera de ellas, concretada en 2021 contra los fabricantes, fue rechazada por un juez de Massachusetts en 2022; ocasión en la que la Secretaría de Relaciones Exteriores de México anunció la presentación de la segunda demanda, en esa ocasión ante los tribunales del estado de Arizona contra las armerías.

"Es evidente que hay tráfico de armas y se sabe que esas armas van dirigidas a nuestro país", explicó el canciller mexicano Marcelo Ebrard, quien explicó que su Gobierno no solo busca que las empresas sean sancionadas, sino también poner el tema a la agenda pública y bilateral para que Washington colabore en los intentos por detener el flujo, algo que hasta la fecha no ha sucedido, pese a ser un pedido recurrente de López Obrador a su par estadounidense, Joe Biden.

En declaraciones a la prensa, el abogado de la cancillería mexicana, Celorio Alcántara, calculó que cada año entran a México por lo menos 500.000 armas, y que de ese número entre el 70% y el 90% proviene de Estados Unidos, país que, pese a ser el principal proveedor no es el único, según advirtieron en el marco del evento realizado en la capital mexicana las expertas europeas Leticia Sedou y Charlotte Kehne.

Las especialistas destacaron que armas provenientes de Bélgica, Alemania e Italia fueron utilizadas en la masacre de Ayotzinapa en 2014, hecho en el que fueron secuestrados, asesinados y desaparecidos 43 estudiantes normalistas. "Italia es principal exportador europeo, sobre todo de armas ligeras. Estas armas son empleadas por las policías en violaciones de derechos humanos, como en Ayotzinapa. La policía de Iguala tenía 63 fusiles de marca Beretta", explicó Sedou, integrante de la Red Europea Contra el Comercio de Armas.

Por su parte, Kehne precisó que en la desaparición de los 43 normalistas fueron usados rifles de fabricación alemana, que las normativas de ese país prohíben expresamente que sean exportados. "Las compañías europeas están instalando su producción en Estados Unidos, lo que les permite tener leyes de exportación menos estrictas para exportarlas a México", advirtió la experta.

“Los demandados saben, o deberían saber, que sus temerarias e ilegales prácticas comerciales, incluidas las ventas a prestanombres de rifles de uso militar al mayoreo, abastecen con armas a peligrosos criminales en México”, indica una de las dos demandas presentadas por México, país que exhibe una tasa de homicidios de 28 por cada 100.000 habitantes, y en el que casi seis de cada diez homicidios se cometen con un arma de fuego.

Los informes estadounidenses señalan que menos del 10% de los comercios que hay en el país venden el 90% de las armas ilegales y el propio Departamento de Justicia identificó que estas armerías utilizan el corredor que conecta Tucson, en Arizona, con Nogales, en México. El camino de decenas de miles de armas que México pretende bloquear demandando a las cinco armerías del estado ubicadas en Tucson, Phoenix y Yuma, ciudades que están a menos de 100 kilómetros de la frontera.

“Las demandadas han convertido a Arizona en el epicentro del tráfico de armas ilegal”, indica la demanda, donde se detalla que entre 2014 y 2018 se recuperaron 26.860 armas en escenas del crimen en México, y que el 16% provenían de las armerías localizadas en Arizona. “Es por mucho el mayor número de los tres principales estados exportadores. El doble de Texas y cuatro veces más que California”, precisa la demanda, presentación que también cita las incautaciones hechas por las autoridades estadounidenses de armas y municiones, entre ellas rifles de asalto de uso militar, además de armas de puño.

(Con información de AFP)

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