Sobrecosto estatal al descubierto

La revelación de que tercerizar con privados parte de la recolección de basura es mucho más barato que hacerlo con el sindicato municipal Adeom puso al descubierto otro de los sobrecostos que paga toda la población para solventar en muchas áreas la costosa plantilla del sector público. El anuncio de un ahorro de hasta el 40% siguió a la firmeza, tan inusual como elogiable, con que la Intendencia de Montevideo se plantó finalmente ante un sindicato que relega asiduamente la limpieza de la ciudad a la defensa de intereses frecuentemente sin fundamento. La instancia más reciente fue cuando fijó un paro en protesta por una sanción a dos funcionarios del sector.

Aunque reconoció las faltas de esos empleados, igualmente reclamó. La intendencia le espetó sin ambages que no se negocian las sanciones impuestas en ejercicio de la autoridad municipal. Adeom dio marcha atrás al desactivar el paro. Pero al mismo tiempo protestó contra la decisión del intendente Daniel Martínez de haber contratado empresas privadas y ONG para retirar la basura acumulada en muchos puntos de la ciudad fuera de los contenedores durante paros y desde los feriados de Navidad y Año Nuevo. La protesta, como tantas otras acciones habituales de Adeom en el sector de recolección de residuos, careció de justificación por dos razones.

Una es que la obligación primaria de la intendencia es el bienestar de los habitantes de Montevideo, quebrantado por el bochorno urbano de la suciedad y por los riesgos sanitarios generados por la desbordada acumulación de residuos. La otra es la constatación de que el recurso a empresas privadas costó muchos menos que en igual tarea por Adeom. A esto se agregan las horas extras, ahora suspendidas, con que los trabajadores del sindicato solían aumentar sus ingresos para cubrir el atraso de tareas generado por sus propios paros. La división de Desarrollo Ambiental de la Intendencia informó que las empresas privadas cobran $ 8.385 por tonelada de basura levantada, contra $ 10.650 que cuesta igual trabajo por Adeom. A esta diferencia de alrededor del 30% en costos directos, se agrega 10% de ahorro en costos administrativos.

Lamentablemente el uso de privados no se puede extender a todo el sistema de recolección, ya que los residuos en el interior de los contenedores solo pueden ser recogidos por los camiones especializados que maneja el sindicato. Pero las cifras reveladas por la intendencia constatan el peso innecesario que pagan los contribuyentes para cubrir costosos excesos de personal en el sector público y que, como en el caso de Adeom, ni siquiera cumple satisfactoriamente sus obligaciones laborales. La Intendencia de Montevideo no es el único caso. Una de las razones del desbarajuste financiero de ANCAP es la acumulación de personal excedente en la refinería de La Teja y en sus muchas empresas subsidiarias. En las protestas sindicales en varias áreas incide también el rechazo ideológico a la presencia de privados, pese a que aseguran mejores servicios a menor costo. Como los funcionarios públicos son inamovibles, por lo menos lo ocurrido ahora con la intendencia y Adeom es un precedente que el sector público debe imitar para mejorar servicios y gastar menos donde sea posible.