Leonardo Carreño

Socialistas y comunistas, dos internas que Cosse mira con interés

El apoyo de ambas colectividades políticas fue decisivo para llevar a la jerarca a la Intendencia de Montevideo

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31 de mayo de 2022 a las 05:04

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Son tiempos de congresos en el Frente Amplio. Los sectores empiezan a delinear grandes definiciones programáticas sin nombre y apellido, fiel a la máxima –repetida casi como un mantra– de que "aún no es el momento", pero que ya traslucen tendencias. 2024, dicen, está lejos, pero las líneas que ya queden establecidas son las que van a atravesar el año electoral, y consolidar las plataformas de los candidatos. 

Casi en simultáneo discurren los procesos de los dos partidos más viejos de la izquierda: el Socialista y el Comunista, aliados clave para llevar a Carolina Cosse a la Intendencia de Montevideo (IM). El segundo cerró el domingo su congreso en el Club Cordón, en que los camaradas renovaron la confianza al secretario general, Juan Castillo, al posicionarlo como el nombre más votado del nuevo Comité Central. 

En el podio quedó también el senador Óscar Andrade quien, pese a no lograr el primer lugar, sigue picando en punta para disputar la interna en 2024. El Partido lo sabe, y mantiene la puerta abierta tanto para una precandidatura como para una apuesta a 2025 por la Intendencia de Canelones. Andrade se llama a silencio sobre esa interna, y el domingo evitó hacer declaraciones. 

Cosse fue una de las oradoras en la apertura del Congreso, invitada por el propio PCU. La alianza forjada en 2019 para encabezar la lista al Senado junto a Andrade permanece, y ese mismo sublema se replica en la interna frentista, con la senadora Silvia Nane –referente de la agrupación La Amplia y sucesora de la jefa comunal en la banca– concurriendo a la Mesa Política como una de las representantes de la lista 1001. 

Inés Guimaraens
Archivo. Óscar Andrade y Carolina Cosse al lanzar Unidad para los Cambios

Por cómo empiezan a distribuirse las simpatías en la estructura, un pacto con los comunistas puede ser determinante para que la intendenta se lance a la carrera nacional. Con un MPP decidido por el intendente canario Yamandú Orsi, y un ala seregnista que por ahora se debate puertas adentro entre Mario Bergara y el intendente, una nueva competencia entre Andrade y Cosse en una interna frentista –como ya pasó en 2019 en un escenario distinto– no es el contexto más propicio para la jerarca. 

Las negociaciones, el tiempo y el pulso de la opinión pública son los que van a dirimir esa interna. Hoy el senador y la intendenta se muestran cercanos, y durante la campaña del referéndum recorrieron juntos varias localidades. 

El socio socialista

Aunque con apoyos que menguan sistemáticamente desde 2004 a la fecha –con la peor representación parlamentaria desde la reapertura democrática– el Partido Socialista (PS) es el otro peso orgánico que respalda hoy a Cosse. El resto de los aliados, como Casa Grande y el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), tienen una representación marginal en la estructura frentista al compararla con la de los contendientes.

La colectividad más añeja de la izquierda se encamina a renovar la investidura del diputado Gonzalo Civila como secretario general, a pesar de los duros cuestionamientos lanzados desde la minoría 'renovadora'. La dirección del líder 'ortodoxo' reivindicó en el Comité Central de este fin de semana su "proyecto de izquierda" y su marco de alianzas en las departamentales del 2020 –que implicaron decantarse por Cosse antes que por uno de los suyos, Daniel Martínez– y las internas frentistas, en una línea que prioriza el debate ideológico y un corrimiento "del centro a la izquierda"

La dirección –a través de sus secretarías– respondió así a las críticas de la minoría, con llamados a "recuperar el sentir socialista" y "volver a las raíces", con informes presentados oralmente que deberán ser remitidos antes del Congreso del 2 y 3 de julio. 

Cosse estuvo la semana pasada en el ejecutivo socialista, al tiempo que mantiene la sintonía con el ala 'ortodoxa', mayoritaria. Mientras tanto, una tercera vía de 41 firmantes –entre los que destacan el exsecretario general, Manuel Laguarda, y la excoordinadora del FA, María Jossé Rodríguez– buscó distanciarse de los cortocircuitos entre ortodoxos y renovadores, clamando por una reforma estatutaria y por un "giro de 180° para dar con otro rumbo para la salida de la crisis partidaria"

Leonardo Carreño
Archivo, visita de Cosse a un comité socialista

En el documento de 18 páginas –presentado ante el Comité Central– al que accedió El Observador, la agrupación repasó los magros resultados electorales que tuvieron a 2019 como "punto crítico" al perder casi el 50% del apoyo popular en las urnas. Los firmantes señalaron como "debilidades centrales" a una "estructura totalmente desgastada" que además de una existencia "muchas veces testimonial", "tuvo como desenlace el enfrentamiento" entre compañeros.

Laguarda y otros 40 adherentes repararon en un "empobrecimiento del debate ideológico" en el PS, fomentado también por la primacía que pasaron a tener los cargos de gobierno respecto de la actividad orgánica. Los firmantes indicaron que "aparece una suerte de disociación: el PS elabora definiciones ideológicas y aprueba documentos y después en la vida cotidiana no parece que se asuman".

Pese a considerar que las diferencias resultaron "en un PS cada vez más pequeño", "sería poco serio decir que todos los problemas surgen a partir" de la dirección de Civila. Los socialistas reconocieron que una reforma estatutaria de 2015 "trajo consigo un mal" no previsto, con el que "con el “diario del lunes”" se puede afirmar que la orgánica "se vio herida de muerte", "siendo la estructura partidaria desplazada por agrupamientos que se identifican como listas y que han sustituido casi que por completo a los organismos partidarios en la práctica cotidiana".

La agrupación planteó que ese cambio llevó a que los nuevos afiliados pasen a engrosar "la fila de militantes que se identifican con listas y no con el Partido", y añadió que el sistema de elección de la secretaría general propició "una dinámica en la cual se prioriza a la persona que ocupará el lugar y no se prioriza el proceso político". Los firmantes hablaron de una "lógica de barras" en la interna, y llamaron a concretar un "nuevo pacto de convivencia y accionar". 

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