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Subregistro: por qué "la epidemia real crece más en los jóvenes", según un científico del Guiad
Entre el 4 y el 11 de diciembre hubo un 33% de pacientes que ingresaron a cuidados intensivos y que tenían menos de 65 años. Pero, ese escenario cambió en la semana entre el 27 de diciembre y el 3 de enero, cuando del total de ingresos a CTI un 53% fueron menores de 65 años. Según datos procesados por el integrante del Grupo Uruguay Interdisciplinario de Análisis de datos de Covid-19 (Guiad), Daniel Herrera, la situación implicó un aumentó del 60% en la proporción de ingresos de pacientes de ese rango etario con respecto a las semanas anteriores.
Estos datos, analizados por el licenciado en Bioquímica marcan una tendencia de corrimiento de ingresos a CTI hacia la población más joven, una lectura con la que el presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI), Julio Pontet, está de acuerdo.
Desde el 13 de marzo hasta el 3 de enero hubo 100 personas menores de 65 años que ingresaron a cuidados intensivos y 121 mayores de 65, según el informe epidemiológico del Ministerio de Salud Pública (MSP)
“El corrimiento de los jóvenes a los CTI es el gran riesgo que tenemos sobre todo para febrero”, apuntó el presidente de SUMI, quien explicó que la proyección es al segundo mes del año porque el desplazamiento se produce de forma lenta debido a las personas ingresan a CTI entre diez y 14 días después de haberse contagiado.
Según explicó Herrera a El Observador, este corrimiento no se ve reflejado en los casos reportados cada día, porque los datos muestran que la mayoría de los contagios detectados son de personas mayores.
El contrasentido entre el aumento de casos reportados en personas mayores y un aumento (leve, pero aumento al fin, según Herrera) de personas más jóvenes que ingresan a CTI, demuestra que “la epidemia real también está creciendo más en los jóvenes”, dijo el científico.
Según sus estimaciones, el aumento de la tasa de positividad (la cantidad de test realizados sobre los positivos) indica que hay un subregistro de casos que no permite ver la concentración real de contagios en las poblaciones más jóvenes. “Si la capacidad de encontrar casos está empeorando, se están perdiendo los casos más leves y solo se ven los que tienen peores síntomas”, explicó Herrera.
De todas las infecciones que ocurrieron entre siete y 14 días atrás, la cantidad de casos reportados fue de un 35%, según Herrera, por lo que con base en sus datos hubo un 65% de casos que no se llegaron a detectar. Este subreporte se puede deber a que la pandemia avanza más rápido que la capacidad de testeo y rastreo disponible.
Para Herrera, la cantidad de casos de la que no se conoce el nexo de contagio da la pauta de que los tests se están realizando en su mayoría a personas que presentan síntomas más pronunciados, lo que podría explicar el aumento de casos en personas mayores y el subregistro en los más jóvenes, que pueden presentar menos síntomas.
Si bien hay consenso de que durante las últimas semanas la cantidad de tests realizados por día disminuyó, en el gobierno advierten motivos distintos. Según dijo el ministro de Salud Pública Daniel Salinas en la comisión de salud del Senado semanas atrás, el descenso en la cantidad de análisis se debió a la disminución de la llegada de personas vía aérea debido al cierre total de las fronteras, así como también a la suspensión de las cirugías coordinadas que exigían un hisopado antes de la intervención.
A su vez, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Isaac Alfie, adjudicó la baja en la cantidad de test diarios al final de las clases, la licencia de la construcción, el aumento del teletrabajo, entre otros motivos.
La SUMI prevé que esta semana los ingresos a CTI (de pacientes de todas las edades) serán entre de un promedio de entre 20 y 25 casos por encima de la semana anterior y advierten que si la tendencia de contagios se mantiene como las dos semanas anteriores, el 20 de febrero habrá un 80% de camas ocupadas.
