Termómetro para medir el paro general: el consumo de energía se mantuvo estable

De todas formas, es difícil establecer de forma objetiva el alcance de la medida sobre el nivel de actividad. Un dato útil para tener una aproximación a lo sucedido es ver qué pasó con la demanda de electricidad durante el día de la paralización y compararlo con otras jornadas donde la actividad laboral  fue normal.

En este caso, los datos de UTE dan cuenta que el consumo de electricidad durante el día del paro fue muy similar al registrado una semana atrás el martes 18 de junio (ver gráfico) y no hubo un efecto significativo.

Por otro lado y tomándolos mismos días para comparar, se observa que durante el horario laboral (entre las 8 y las 18 horas) el consumo de electricidad del día 25 estuvo hasta las 14 horas levemente por debajo del registrado el día 18.

Durante el resto de la  tarde repuntó y alcanzó luego de las 15 horas consumos superiores a la semana anterior. El consumo trepó fuerte luego de las 18 horas, en una jornada que estuvo marcada por un fuerte descenso de la temperatura. En días fríos, el uso de distintos equipos de calefacción suele reflejarse en una mayor demanda de energía eléctrica por parte de los hogares con picos en la noche.

Los números del mercado eléctrico durante otros paros generales de 24 horas dejan ver un impacto más claro que esta vez. Por ejemplo, en la paralización realizada en agosto de 2015, cuya adhesión fue calificada como “histórica” por el movimiento sindical. En esa oportunidad el acatamiento se hizo sentir en la reducción del consumo que cayó casi 9% y que incluso fue menor al de un día sábado.

La paralización del miércoles afectó servicios como educación, salud, transporte de pasajeros, bancos y oficinas públicas. En el caso de estas últimas el nivel de acatamiento fue casi que total. De todas formas, el secretario general de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (Cofe), Joselo López, reconoció el martes que hubo algunas oficinas que estuvieron abiertas, como el caso de dependencias del Banco de Previsión Social, OSE, Dirección General Impositiva y del Ministerio de Trabajo ubicadas en Costa Urbana. Algunos trabajadores decidieron concurrir a las oficinas por diversos motivos, según explicó López. “Hay compañeros que no son afiliados al sindicato y hay otros que lo son y no acataron la medida”, dijo.

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En tanto, el presidente de la Cámara de Industrias, Gabriel Murara dijo a El Observador que es “complejo” y “difícil” evaluar el acatamiento de un paro general cuando no hay servicio de transporte. No obstante, el ejecutivo comentó que a “vuelo de pájaro” se vio a “mucha gente” en sus lugares de empleo privado. “Creo que afectó más a los públicos que a la economía real”, comentó el ejecutivo.

Uno de los sectores con fuerte acatamiento fue el de la Construcción. El sindicato del Sunca es tradicionalmente una agrupación con gran adhesión a las movilizaciones convocadas por la central sindical, incluso cuando se trata de paros parciales de 24 horas.

En el comercio hubo ramas que pararon, aunque la amplia mayoría de los locales dedicados a la venta de alimentos y otros artículos de primera necesidad estuvieron abiertos con normalidad. Lo mismo ocurrió en las grandes superficies.