Economía y Empresas > INCLUSIÓN FINANCIERA

Tiques electrónicos avanzan con críticas de comercios por costos

Cambadu considera que los aranceles deberían bajar en línea con las tarjetas de débito
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25 de noviembre de 2015 a las 05:00
La migración del papel a tarjetas electrónicas prepagas de las partidas de alimentación –tiques alimentación, restaurante o canasta– que complementan los salarios de más de 250 mil trabajadores uruguayos avanza a buen ritmo, según las dos empresas que concentran el mercado de estas prestaciones en la plaza doméstica.

Las grandes superficies en líneas generales ya están aceptando estos instrumentos electrónicos de pagos, y ahora se apunta a los medianos y pequeños comercios para culminar la instrumentación en febrero del próximo año en el marco de la ley de inclusión financiera. Precisamente, el Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y afines del Uruguay (Cambadu) volvió a cargar contra los emisores de los tiques alimentación por los aranceles "desproporcionados" que pretenden cobrar por su uso. La firma Edendred –que posee 150 mil usuarios de tiques alimentación y restaurante– ha entregado más de 95 mil tarjetas electrónicas desde que comenzó el proceso de migración en setiembre.

"En estos momentos estamos abocados a la coordinación con nuestras empresas-clientes de la mejor fecha para su pasaje al nuevo soporte. El proceso se viene desarrollando en forma rápida, y teniendo en cuenta los hábitos de consumo de sus trabajadores", explicó a El Observador la directora general de Edenred, Gabriela Yaffe. La firma tiene como objetivo que todos los clientes puedan operar por ese medio en febrero. Esto permitirá que los usuarios puedan beneficiarse de la devolución de los nueve puntos de IVA en sus consumos en restaurantes, y de tres puntos en el resto de los comercios cuando compran sus alimentos.

En la misma línea, el gerente general de Sodexo, Roberto Berrondo, dijo que aún no podía aventurar cuántos tiques alimentación electrónicos ya distribuyó su empresa, pero aseguró que se avanza a "buen ritmo" para cumplir con la meta de culminar con la emisión de unos 110 mil plásticos antes de febrero.

"Estamos trabajando fuerte con los comercios para preparar su aceptación. Ese es hoy el gran desafío para las empresas, en línea con el objetivo que persigue el gobierno", explicó el ejecutivo. Berrondo indicó que las grandes superficies ya están todas adheridas al nuevo sistema de tiques electrónicos y que, en algunos casos puntuales, solo resta la adaptación interna de sus sistemas de cobro en las cajas.

Cuestionan aranceles

La gremial que aglomera a los pequeños comercios, Cambadu, tiene una visión crítica sobre el costo (aranceles) que los emisores de los tiques alimentación pretenden cobrarle por aceptar estos instrumentos de pago. El Ministerio de Economía ya había expresado su "preocupación" por este tema y apelaba a la "buena voluntad" de los emisores para ir convergiendiendo a aranceles similares al débito, que hoy se ubican en 2,5%.

En diálogo con El Observador el gerente de Cambau, Adrián Cabrera, dijo que la institución no se opone a que los tiques alimentación abandonen el clásico formato papel y migren a un soporte electrónico, pero cuestionó la "intransigencia" de los emisores para reducir el costo de los aranceles. A su juicio, los usuarios de los tiques terminan siendo "cautivos" del sistema actual porque hay barreras para extender su aceptación en los pequeños comercios.

Los aranceles que los emisores fijan para los pequeños comercios, según Cabrera, fluctúan según el poder de negociación pero van desde un rango de 5% a 8%.

El gerente de Cambadu recordó que el propio asesor del Ministerio de Economía, Martín Vallcorba, alertó que los costos de esas comisiones deberían reducirse y converger al débito. "Ni siquiera las conversaciones de Economía (con los emisores) han dado sus frutos", se lamentó. Cabrera recordó que como la transacción es electrónica y está respaldada por los fondos que las propias empresas –que pagan parte de los salarios a sus trabajadores bajo esta modalidad–"no hay riesgo crediticio" para los emisores, por lo que su costo es "mínimo". "No sé qué elementos impiden hoy bajar los aranceles", cuestionó.

Consultado sobre estas críticas, Berrondo de Sodexo dijo que se estaba "trabajando en conjunto" con el gobierno para alcanzar "algún tipo de acuerdo" porque el objetivo es llegar a la mayor cantidad de comercios. "Estamos abiertos a buscar una solución", indicó. El ejecutivo precisó que cada empresa tiene sus propios aranceles, y que en el caso de la migración electrónica no hubo cambios respecto al formato papel porque el servicio es el mismo.

Cambio cultural

Para el gerente general de Sodexo, hay casos de pequeños y medianos comercios que aún no aceptan tiques electrónicos porque dejan estar hasta "último momento" o que se alcance a una distribución más masiva de las tarjetas. Por otro lado, indicó que también está la negociación que estos comercios deben tramitar con los proveedores de POS (terminales electrónicas que permiten el uso de tarjetas) para que se habilite el pasaje de sus plásticos. "Hay comercios que quieren hacerlo, pero a veces se encuentran con los proveedores de POS que quieren cobrarle un adicional de US$ 5 o US$ 10 (mensuales) para que pasen las tarjetas", indicó. Precisó que en esa negociación, los emisores "están por fuera". Finalmente, en el otro extremo están aquellos comercios que aún no incorporaron un POS.

"Claramente es un proceso nuevo que implica un cambio cultural en la forma de operar. Sin duda, la nueva ley de inclusión financiera implica un desafío para los comercios. En efecto, la generalización impuesta por ley implica en algunos casos contratación de proveedores tecnológicos para la captación de las transacciones, lo que lleva tiempo, y procesos operativos", añadió la directora ejecutiva de Edenred.

Según Yaffe, si bien los costos de incorporación de los sistemas de POS cuentan con apoyo del gobierno a través de "importantes exoneraciones fiscales, el cambio cultural es grande y es razonable que en un principio el proceso genere incertidumbre".

La ejecutiva aseguró que la principal inquietud de los comercios "es no perder ventas", dado que la migración ya comenzó y a los efectos de estar en condiciones técnicas de operar (poder aceptar tarjetas) necesitan que sus proveedores le proporcionen o adapten sus sistemas de POS lo más rápido posible. En el caso de Edenred, desde setiembre se vio obligado a "cuadriplicar" el personal afectado a la actividad de afiliación dada la alta demanda recibida de solicitudes de incorporación al sistema.

La tarjeta electrónica de Edenred (ticket alimentación electrónico y ticket restaurant electrónico) opera en el 90% de las cadenas de supermercados y restaurantes, y en alrededor de 700 comercios y restaurantes más en Montevideo.

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