Titular de Global Americans sobre Uruguay: "Es importante trabajar conjuntamente para actualizar el TIFA"

Recientemente, el presidente de esta organización, Guy Mentel, visitó Punta del Este en el marco del encuentro Test & Invest, Uruguay Business Summit, organizado por el BID y el gobierno uruguayo. "Allí conocí de primera mano el exitoso ecosistema emprendedor y empresarial uruguayo", dijo en diálogo con El Observador.

Pero este no fue el único objetivo de su viaje. Mentel arribó con la intención de profundizar el trabajo que Global Americans viene realizando en Uruguay, más específicamente en las relaciones entre este país y Estados Unidos. "Durante mi estadía tuve la oportunidad de reunirme con actores de la sociedad civil, líderes del sector privado, ministros de gobierno y diplomáticos", destacó el empresario y aseguró que la relación entre ambas naciones "tiene aún mucho potencial por desarrollar". La lucha contra el cambio climático, el intercambio comercial y el fortalecimiento democrático regional son algunos de los temas que están en su carpeta y sobre estos y otros aspectos se refirió en entrevista con El Observador. A continuación, un resumen del intercambio.

¿Cuál diría que es el estado de situación de la relación bilateral entre Uruguay y Estados Unidos?

Las relaciones entre Uruguay y Estados Unidos son sólidas. Uruguay es un socio natural de los Estados Unidos. El compromiso por la democracia, la defensa de los derechos humanos y el respeto por el estado de derecho son la base fundamental de la relación bilateral. Además, Uruguay y Estados Unidos comparten una amplia agenda que va desde un extenso intercambio comercial de bienes y servicios, la cooperación en temas de defensa y derechos humanos, hasta una importante red de intercambios culturales y académicos que unen a ambos países. Es más, las administraciones del presidente Lacalle Pou y del presidente Biden han mostrado tener una gran afinidad. El pasado mes de abril, tras una serie de reuniones de alto nivel entre funcionarios de ambos gobiernos, el secretario de estado Anthony Blinken se reunió en Washington, D.C. con el canciller Francisco Bustillo.

Muchos en Washington ven a Uruguay como un bastión de estabilidad y democracia. Con la administración Biden y el actual Congreso estadounidense, las oportunidades para aumentar la cooperación en temas como la lucha contra el cambio climático abundan. Es importante señalar que existe un gran consenso bipartidista en el deseo de profundizar las relaciones entre ambos países.

¿Cómo se ve al gobierno de Luis Lacalle Pou hoy desde Washington?

Existe un amplio consenso entre demócratas y republicanos en que Uruguay representa un faro de democracia en el Hemisferio Occidental. Desde su estabilidad política y económica, pasando por su transición energética, Uruguay es considerado un caso de éxito y un ejemplo para la región. Desde Washington se reconoce la importancia de seguir profundizando las relaciones entre ambos países. Recientemente senadores como el senador Demócrata por Virginia, Tim Kaine y el Senador Republicano por Florida, Marco Rubio han enfatizado la importancia de trabajar más de cerca con el presidente Lacalle Pou, quien ha demostrado en reiteradas ocasiones la voluntad de su gobierno en aumentar el flujo comercial entre ambos países.

 ¿Qué oportunidades comerciales visualiza entre Uruguay y EEUU?

Uruguay y Estados Unidos tienen una importante y rica relación comercial. En 2021, el mercado estadounidense fue el cuarto destino de las exportaciones de bienes uruguayos, y si se combina las exportaciones de bienes y servicios fue el segundo destino en el mundo. La industria del software uruguayo es muy valorada en Estados Unidos. Tan solo en 2020, Uruguay exportó US$ 902 millones en software a Estados Unidos, lo que representa el 74% del total de sus exportaciones.

Uruguay está cada vez más presente en el radar de Silicon Valley, existe una importante confianza en el potencial del país. Las ventajas comparativas en términos de talento, seguridad jurídica, estabilidad política y económica hacen que varias empresas estadounidenses como IBM, Microsoft, entre otras ya estén instaladas en Uruguay.

Para seguir profundizando las relaciones comerciales entre ambos países, y mientras que siguen teniendo conversaciones sobre un posible TLC entre los Estados Unidos y Uruguay, es importante trabajar conjuntamente para actualizar el TIFA en áreas como la facilitación del comercio, las buenas prácticas regulatorias, la lucha contra la corrupción y el comercio digital. Este tipo de acuerdo reducirá costos y riesgos, traduciéndose en más inversiones estadounidenses en Uruguay.

¿Cómo valora la reciente visita del secretario adjunto para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE.UU. Brian A. Nichols a Uruguay?

Mi valoración es muy positiva. Además de reunirse con altas autoridades del gobierno uruguayo, el subsecretario Nichols se reunió con el presidente Luis Lacalle Pou, en un esfuerzo por demostrar que la administración Biden está realmente comprometida con Uruguay.

En las conversaciones entre líderes estadounidenses y uruguayos, la delegación de EE.UU. reiteró su compromiso de apoyar a Uruguay en varias líneas de acción, incluyendo la agenda económica del Presidente Lacalle Pou. En particular, se discutió sobre las negociaciones en curso para actualizar y ampliar el Acuerdo Marco de Comercio e Inversión bilateral (TIFA).

Es importante señalar que la visita también llega en un momento muy especial para la región, tras una serie de elecciones presidenciales que marcaron un viraje hacia la izquierda, más recientemente con el triunfo del ahora presidente electo Lula de Silva en Brasil. En Estados Unidos hay interés en cooperar y trabajar estrechamente con estos nuevos líderes latinoamericanos en cuestiones relacionadas con el cambio climático, el estado de derecho, el desarrollo y la inclusión social.

¿Cómo se ve desde Washington el acercamiento estratégico de Uruguay con China?

En el congreso de los Estados Unidos, existe una preocupación sobre la influencia que China al igual que otros regímenes autoritarios como Rusia están ejerciendo sobre América Latina y el Caribe. A esta altura existe suficiente evidencia que apunta a cómo estos regímenes no sólo están interesados en aumentar el flujo comercial e inversiones sino también a ejercer influencia política sobre terceros países, a veces ejerciendo su influencia para erosionar procesos e instituciones democráticas y su estado de Derecho. Existen sectores estratégicos como la defensa nacional y la implementación de tecnologías como el 5G en particular que provoca mucha preocupación de los congresistas en Washington. Desde la perspectiva estadounidense, las democracias liberales como Uruguay, deben estar atentas y vigilantes ante estos avances.

Al mismo tiempo, los Estados Unidos tiene que seguir ofreciendo una alternativa clara y presente. La administración Biden y los principales actores del Congreso estadounidense están trabajando activamente para profundizar el vínculo con América Latina y el Caribe, y seguir demostrando a los socios de la región que la atención de Estados Unidos no decae y que las oportunidades de cooperación son muchas. Las visitas de congresistas y las visitas de alto nivel de los principales actores del Departamento de Estado de EE.UU. y de la Casa Blanca, como hemos visto recientemente con la visita del Subsecretario Nichols, son una clara señal para la región de que la administración está decidida a involucrarse. Estos viajes deben ir acompañados de avances tangibles y de una clara demostración de los beneficios mutuos del compromiso.