Gabriel Fernández

Fútbol > EL TAPADO DE LA FECHA

Toro salvaje

Se crió en Pajas Blancas con sus abuelos, pasó desapercibido en Defensor y ahora recuperó su poder goleador en Racing
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17 de octubre de 2016 a las 21:52
Es la última fecha del Apertura 2014. Peñarol le gana 2 a 0 a Racing y Gabriel Fernández está en el banco. El entrenador Mauricio Larriera lo hace entrar cuando ya están 2-2 y en la primera que toca el Torito la manda a guardar para el definitivo 3-2. Lo primero que hace el centrodelantero al término del partido es llamar a su abuelo, Luis Alberto Mateo. Y los dos se largan a llorar.

"Desde los tres años me crió con mi abuela. Siempre estuvo arriba mío, para encarrilarme cuando caía en la jodas típicas de adolescente como quedarme en el barrio a jugar con los amigos en vez de ir a practicar", le cuenta a Referí.

El domingo, Fernández volvió a marcar dos goles. Fue ante Rampla Juniors (2-1) por la octava fecha del Uruguayo Especial. Tal como lo hizo en la sexta, ante Danubio (4-2). Cuatro goles traducidos en seis puntos con sabor a oxígeno para un equipo que arrancó con el objetivo principal de salvarse del único descenso que tendrá el certamen.
"En realidad no pensamos en el descenso sino que queremos ir partido a partido para seguir sumando. Los resultados se empezaron a dar ahora, pero ya desde la primera fecha contra Plaza Colonia (1-1) estábamos jugando bien, pero no concretábamos las opciones que generábamos", dice.

Racing estuvo las primeros cinco fechas sin ganar hasta que tumbó al líder Danubio (4-2).

Tras la segunda fecha se fue el técnico Julio Avelino Comesaña asumiendo Ney Morales.

"No cambió nada porque la idea futbolística se mantuvo, aunque en su momento me tomó muy por sorpresa la salida de Comesaña", dice el delantero, ferviente admirador de Luis Suárez: "Me gusta como gana las divididas, como la aguanta, la postura al definir. Tengo el mismo carácter de pelear y forcejear, y cuando juego intento hacer lo mismo que él".

Fernández tiene 22 años. Hizo baby fútbol en Pablan de Pajas Blancas, el lugar donde creció y donde ayer fue a visitar a sus abuelos en la tarde libre posterior a su jornada goleadora.

Su abuelo, quien lo acompañó en todo el baby, fue quien lo llevó a Bella Vista y pidió que lo dejaran entrenar mientras no lo fichaban.

Desde el baby lo llaman "Torito" por su potencia y corpulencia física. "A veces jugué hasta de zaguero, pero en realidad siempre fui 9".

En los papales hizo séptima y sexta vinculándose con Flavio Perchmann como representante y Rubens Navarro como contratista.

"Mi último partido de sexta fue contra Defensor Sporting. Perdimos 2-1 pero anduve bien e hice el gol. Ahí me vio Juan Ahuntchain y me llevó", recuerda. Cuenta la historia que cuando Defensor cerró el pase del delantero, Bella Vista le ofreció también a Brian Lozano y los desembarcaron al mismo tiempo en la viola.

En la viola fue campeón en quinta y cuarta división compartiendo equipo con Giorgian De Arrascaeta, Lozano y Santiago Charamoni, entre otros, en una generación dirigida por Ricardo Meroni.

En 2012 jugó la Libertadores sub 20 en la que los violetas terminaron vicecampeones: "Hice un solo gol, contra Alianza Lima, pero fue un golazo. FoxSports lo eligió como el mejor gol de la semana. Me acuerdo que de noche no lo podía creer y lo seguía viendo".


Pero en los violetas nunca se le terminaron de abrir las puertas del plantel principal.

Fue en busca de minutos en Cerro Largo hasta que cansado de jugar en tercera e ir al banco se fue a Racing.

"Llegué para el Apertura de 2014 y me recibieron bárbaro, se armó un lindo grupo y terminamos vicecampeones", expresa con un dejo a nostalgia cervecera, la que dejó aquel equipo veloz y ofensivo dirigido por Mauricio Larriera.

Antes de arrancar el Clausura, jugando por la Copa Suat se rompió los ligamentos de la rodilla: "Estuve dos meses para poder operarme, me costó ocho meses volver y más de un año sentirme a pleno, como en aquel torneo". Ese tiempo es ahora. Y con sus goles, Racing quiere seguir siendo de Primera.

La ficha

Hizo baby fútbol en Club Pablan de Pajas Blancas, séptima y sexta en Bella Vista y de quinta a primera en Defensor Sporting. Sin embago, debutó en el círculo de privilegio en Cerro Largo, en el Clausura 2013, en el Viera ante Wanderers. Hizo dos goles en el equipo de Danielo Núñez que fue 13º. Para la temporada 2013-2014 volvió a Defensor Sporting donde apenas sumó 105 minutos en cuatro partidos sin anotar goles. A mediados de 2014 recaló en Racing donde lleva 10 goles en 38 partidos con la Academia. Jugó el Apertura 2014, se lesionó la rodilla antes del Clausura y volvió para el Apertura 2015, 11 meses después.

El trago amargo: sin chances en Defensor

En el Apertura 2012, Fernández fue al banco en algunos partidos de Defensor Sporting pero recién debutó en primera en el Clausura 2013 cuando se fue a préstamo a Cerro Largo. "Ahí hice dos goles. El primero a Racing en el Ubilla, de tiro libre, y el otro a Progreso en el Capurro. Un día jugamos un amistoso con Defensor y cuando trotaba alrededor de la cancha Tabaré Silva me dijo que iba a hacer gestiones para que volviera. Pero cuando volvió casi no tuve chances. Jugaba de a cinco o diez minutos, entonces Navarro decidió rescindir el contrato y llevarme a Racing. Y ahí empezó otra historia", dice el Torito.

La frase

"Venimos levantanado y creo que estamos por buen camino. Ahora se viene Nacional: si estamos ordenados y somos solidarios, podemos darles pelea".

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