Pese a que los votos para la aprobación estaban seguros de antemano, la Cámara de Diputados se enfrascó este miércoles en una larga discusión en donde la cuestión de fondo –la despenalización de la eutanasia y el suicidio asistido– quedó por momentos en segundo plano.
Una sesión que, bien entrada la noche del miércoles, no había hecho más que empezar formalmente y que derivó en que los legisladores recibieran el jueves inmersos en pleno debate, con la certeza de que la ley iba a ser sancionada pero sin ninguna pista de a qué hora podría suceder.
Finalmente, el proyecto se aprobó a las 05:45 del jueves, al mismo tiempo que los senadores terminaban de discutir la Rendición de Cuentas. Ahora, el proyecto de despenalización de la eutanasia pasará al Senado.
Las primeras dos interrupciones detuvieron la sesión, nada más arrancar, por una hora y media. Fueron pedidas por el Partido Nacional que procuraba al menos alinear el discurso a última hora.
También para "hacer catarsis" sobre un tema en el que claramente la bancada mayoritaria del oficialismo salió perdedora.
Fuentes nacionalistas señalaron a El Observador que desde hace varios días se venía "preparando el clima" sabiendo las diferentes posturas que existen sobre el tema dentro del partido y que eventuales exposiciones demasiado intensas podrían tener un efecto negativo en la interna. Así, lo que específicamente se quería evitar eran críticas directas entre compañeros. Sobre todo, a los nacionalistas que optaron a favor de votar el proyecto.
El diputado nacionalista Alfredo De Mattos se desalineó un poco del acuerdo al exponer el informe que recomendaba rechazar un proyecto de ley que, en su visión, carece de las mínimas garantías en puntos fundamentales. En primer lugar –según dijo– no se establece la forma o qué sustancias serán utilizadas para ponerle fin a la vida de una paciente. "Nadie dice cómo los van a matar", lamentó. A su juicio, lo único claro en el texto es que consagrará la despenalización para que los médicos "puedan matar gente".
De Mattos advirtió además sobre el "problema tremendo" que se abrirá para las personas que manifestaron querer acceder a la eutanasia y, a la vez, son donantes de órganos. Se trata de uno de los mayores "peligros" que los detractores del proyecto han advertido a lo largo del trámite parlamentario,
Con todo, el legislador celebró la libertad de acción que su partido optó por tener a la hora de procesar la definición. Una definición que además será por voto nominal y que por lo tanto reflejará sobre el papel, con nombre y apellido, a los legisladores que votaron a favor y en contra de la despenalización.
En concreto, 57 diputados aprobaron el proyecto de ley. Otros 39 se pronunciaron en forma negativa.
Ajustes a un derecho
Luego fue el turno del Frente Amplio de solicitar dos interrupciones más que demoraron la sesión otra hora y media. En este caso, el objetivo era analizar una serie de propuestas que, sobre la marcha presentaron por un lado los diputados Conrado Rodríguez y Marne Osorio (PC) y, por el otro, el nacionalista Mario Colman. Con los votos asegurados para la aprobación del proyecto, la oposición quiso "sumar voluntades" en filas de los partidos tradicionales, que quedaron claramente divididos por la ley.
La oposición contaba con 41 voluntades seguras y era "mano" a la hora de la discusión. La izquierda terminó aceptando la mayoría de los planteos. La principal modificación, presentada por Rodríguez, pasa por un mayor ajuste en la definición de las condiciones a cumplir para acceder al "derecho" a la eutanasia.
Así, se incluyó en artículo 2 la condición de "etapa terminal" a la patología incurable y irreversible que debe sufrir una persona para optar por poner fin a su vida de esta manera. El Frente Amplio exceptuó de esta obligación a los pacientes cuadripléjicos para que, aún aunque no cursen una fase terminal de una enfermedad, puedan pedir la eutanasia alegando que condiciones de salud irreversibles le provocan sufrimientos insoportables.
También aceptó incorporar un artículo 12, que establece la creación de una "comisión honoraria" cuyo objetivo será la revisión de todos los procedimientos realizados en el marco del ejercicio del derecho a la eutanasia, para así verificar que se hizo totalmente conforme a lo dispuesto en la ley. Esa comisión quedará integrada por el Ministerio de Salud Pública, el Colegio Médico, la Universidad de la República y la Fiscalía General de la Nación.
Por otra parte, también a instancias de los colorados y ante algunas dudas, el proyecto dejará en negro sobre blanco que la eutanasia será legal solo si es realizada en las instituciones del Sistema Nacional Integrado de Salud (SINS).
Al respecto, las instituciones que por motivos filosóficos o religiosos consagrados en sus estatutos vean incompatible prestar este procedimiento deberán acordar con otros centros el acceso de sus usuarios a este mecanismo.
Hubo un pedido que el Frente Amplio rechazó: la participación preceptiva de un psiquiatra en el proceso previo a la definición médica sobre si un paciente cumple con las condiciones para acceder a la práctica. El argumento de la oposición es que el proyecto prevé la intervención de dos médicos –sin especificar su especialidad– por lo que uno de ellos bien podría ser un psiquiatra. Además, se apeló a la carencia de este tipo de especialistas en muchos centros de salud del interior para no incluirlos en la redacción final.
"El día que sepan, volvemos"
"No estamos tratando la prórroga de un seguro de paro", advirtió molesto el diputado Eduardo Lust, amplificando la molestia de Cabildo Abierto - un partido que rechazó en bloque el proyecto de ley - sobre las continuas interrupciones. de la sesión para acordar una nueva redacción. Apelando al Código Penal, Lust reparó en que lo que cámara iría a discutir era nada menos que "la creación de una nueva forma de homicidio no sancionado por la ley". Así, sostuvo, "deberíamos saber qué texto vamos a votar". Lust apeló entonces al Reglamento y solicitó el levantamiento inmediato de la sesión hasta que no exista un texto definitivo. "El día que sepan lo que van a votar, volvemos", desafió.
Su moción no tuvo éxito, pero abrió otro debate en el debate que postergó aún más la discusión de fondo sobre el tema. El nacionalista Gonzalo Mujica - que había adelantado hace varias semanas su apoyo al proyecto - cuestionó en duros términos a Lust y le hizo ver que las modificaciones a un texto forman parte del trabajo parlamentario habitual. "No pedimos cuartos intermedios para ir a jugar a las cartas", remarcó.
Mujica le recordó a Lust que se está ante una ley muy compleja y cargó contra la actitud de su colega. "Con las cámaras prendidas, aparecen las peores cosas del Parlamento", dijo. "También las payasadas", agregó. El diputado nacionalista aventuró una larga sesión y señaló que será por las horas que sean necesarias. "Lo demás es pura y estricta demagogia, y de la peor" afirmó al acusar a Lust de "hacerse el trabajador" al pedir que se levantara la sesión.
El también nacionalista Rodrigo Goñi optó por no sumarse a Lust, pero compartió su planteo. "Esto es una verdadera vergüenza", dijo. Goñi cuestionó que, ante una ley que pretende regular la muerte anticipada y "provocada" de las personas, sobre todo "las más vulnerables", existan dudas sobre términos del texto que "no se entienden bien qué quieren decir". En su visión –y conocida su posición férreamente contraria a la ley–, el hecho representa la "cabal demostración de la enorme desprolijidad" de todo el proceso de discusión de este proyecto.
Goñi dijo no haber votado la moción ya que "está cansado" de pedir más tiempo para discutir responsablemente la iniciativa. "Los hechos me demuestran que tenemos la absoluta razón", dijo.