Tras la decisión de enviar tanques a Ucrania, Europa y los Estados Unidos estudian si mandan aviones

Washington decidió el envío de 31 blindados Abrams a Ucrania, aunque, además de demorar meses, está por ver si podrán cumplir este compromiso ya que ese tanque, el principal del Ejército de los Estados Unidos, tiene un blindaje secreto que no puede compartir con otros países, ni siquiera sus aliados de la OTAN.

El anuncio del Pentágono se produjo el miércoles pasado y Kiev lo vivió como un triunfo tras las dilaciones del presidente Joe Biden para tomar esa medida. El argumento para no cumplir con el pedido de Zelensky era que los Abrams no son aptos para la guerra con Rusia.

Ahora surge el problema de los protocolos secretos de ese blindado. Además, Washington advirtió que los tanques tardarán meses en llegar a Ucrania y deberán contar con los blindados de recuperación M88, de apoyo a los Abrams y con el combustible especial que usan esos vehículos.

Pese a ello, los militares estadounidenses empezarán a entrenar a los ucranianos en su uso. La capacitación tendrá lugar en un tercer país para evitar mayores tensiones con Rusia, aunque Washington no precisó dónde.

Biden comunicó la decisión del envío de los Abrams a sus socios de la OTAN, en particular al canciller alemán Olaf Scholz, al francés Emmanuel Macron y los primeros ministros de Reino Unido e Italia, Rishi Sunak y Giorgia Meloni, respectivamente.

Ahora comienzan los diálogos en Washington y las capitales europeas sobre el envío de aviones de combate a Ucrania.

Todavía no hay propuestas firmes, pero se trata de un nuevo salto adelante en la escalada de la guerra. Ucrania, que vivió esta semana una crisis en los colaboradores de Zelensky por casos de corrupción, presiona para recibir aviones tras obtener una batalla diplomática con sus aliados respecto de los tanques, especialmente con Alemania, ya que el canciller Scholz se mantuvo reticente varios días antes de avanzar y anunciar que enviará los Leopard 2 y dar el visto bueno a que otros países de la OTAN hagan lo mismo.

Scholz, antes de partir de gira por Brasil, Argentina y Chile, grabó un video difundido por los medios en el que pide a los alemanes que confíen en su decisión y aclaró que siempre tendrá en cuenta la “seguridad” de Alemania. El canciller se atajó al advertir que muchos ciudadanos están “muy preocupados” porque desean que la guerra en Ucrania “no se acerque” y que Alemania “no pierda los nervios”.

“¡Confíen en el Gobierno! ¡Confíen también en mí! Tomamos decisiones que siempre son ponderadas y coordinadas a nivel internacional”, enfatizó el canciller.

Ahora llega el capítulo de los aviones de combate. Aunque todavía no está oficialmente en la agenda de los países de la OTAN, en la primera quincena de febrero, hay encuentros pactados entre la Unión Europea que incluye uno en Kiev y también reuniones de la OTAN donde se descuenta que el tema de los cazabombarderos estará presente.

Los Estados Unidos cuenta con una llave importante al respecto, ya que allí se fabrica el F-16, el más requerido por Zelensky. Washington tiene poder de veto sobre su entrega, al igual que lo tuvo Berlín sobre los Leopard 2. El Pentágono aún no dio señales sobre el tema y todos los observadores y dirigentes de la alianza atlántica saben que tanques más aviones significa una participación casi directa en la guerra, cosa que hasta ahora la OTAN insistía en decir que no lo harían.

La invasión de Rusia está por cumplir un año sin que haya diálogos o intentos de ello. Además, el este ucraniano en el último mes escaló en combates y todo indica que el ejército de Rusia consolidó posiciones de las cuales será muy difícil desalojarlo. La pregunta es si los aliados de Kiev permitirán que Moscú quede establecido en la República del Donbás, que reivindican como territorio ruso, o apoyarán a Kiev para intentar que quede bajo su órbita.

Los Estados Unidos “no excluye ningún sistema específico” de armamento, dijo el viceconsejero de Seguridad Nacional, Jon Finer, el jueves en la cadena MSNBC. El viernes, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, adelantó que Washington podría permitir que terceros países entreguen sus aviones a Ucrania.

“Estamos constantemente conversando con los ucranianos sobre sus necesidades y queremos asegurarnos de que hacemos todo lo posible para suplirlas. Y si no podemos, que algunos de nuestros aliados y socios lo hagan”, dijo Kirby a la CNN.

Países Bajos, por medio de su ministro de Asuntos Exteriores, Wopke Hoekstra, dijo ya hace una semana que La Haya “examinaría” una demanda ucrania de F-16 con un “espíritu abierto”. Sin embargo, la postura de ese país choca con la de Alemania que, el mismo día que autorizó el envío de tanques, dijo que el envío de aviones y de tropas es una línea roja que Berlín no está dispuesto a cruzar.

Scholz recordó que, al comienzo de la guerra, tanto él como Joe Biden dijeron que no atravesarían esa línea. “No cambió nada en esa postura y no va a cambiar”, aseveró. Sin embargo, Washington parece estar dispuesto a cambiar de opinión.

Aunque las conversaciones parecen acelerarse, los expertos advierten que la logística que requieren estos aviones puede llevar varios meses.