El presidente estadounidense, Donald Trump, pidió la pena capital para el uzbeko que atropelló a peatones y ciclistas con una camioneta en Manhattan, un ataque cometido en nombre del Estado Islámico y planeado durante un año.
El atentado dejó ocho muertos: cinco argentinos que celebraban junto con amigos su graduación de la secundaria hace 30 años, una belga de 31 años y dos estadounidenses. Además, otras 12 personas resultaron heridas y varias están hospitalizadas en estado grave. Se trata del peor atentado cometido en Nueva York desde que Al Qaeda derribó las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
El atacante, Sayfullo Saipov, de 29 años, fue presentado ante una jueza el miércoles de noche, en silla de ruedas, luego de recibir el alta del hospital donde fue operado tras ser baleado en el estómago por un policía durante su arresto.
La fiscalía presentó cargos de terrorismo contra Saipov que se inspiró en el grupo yihadista Estado Islámico para cometerlo el día de Halloween para "causar el máximo de víctimas". Luego del ataque, Saipov dijo que estaba "satisfecho" de lo que había hecho.
En su bolso y en la camioneta se encontraron cuchillos y celulares con imágenes de propaganda y unos 90 videos con combatientes de Estado Islámico prisioneros con un tanque, decapitándolos y disparándoles en la cara. En su habitación de hospital, además, el atacante pidió desplegar la bandera negra del EI.
Saipov podría ser condenado a un máximo de cadena perpetua. Los investigadores federales pueden también pedir la pena de muerte; una condena que Trump insistió en otorgarle.
"Me encantaría mandar al terrorista de NYC a Guantánamo pero estadísticamente ese proceso lleva mucho más tiempo que pasar por el sistema federal", escribió Trump el jueves en su cuenta Twitter.
"Una escena dantesca"
La ciclovía de Bajo Manhattan donde ocurrió el ataque fue reabierta el jueves, según informó The Washington Post. En la zona, algunos neoyorquinos dejaron flores contra una bicicleta blanca que estaba en el lugar antes del atentado. Una bufanda celeste y blanca de la selección de fútbol de Argentina también fue atada a una señal de tránsito.
Las ocho personas que murieron paseaban en bicicleta en el momento del ataque. La intención de Saipov era embestir más personas hasta llegar al puente de Brooklyn, pero se estrelló contra un ómnibus escolar, lo cual le obligó a detenerse.
Los argentinos que sobrevivieron "recuerdan una escena dantesca, casi infernal, en la cual los cuerpos estaban en el piso, la sangre estaba allí, se produjo un tiroteo con el conductor de la camioneta", contó el cónsul argentino Mateo Estremé.
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