<b>Calle Blanes en el Día de San Patricio en marzo de 2015</b>

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Un Cordón Soho nocturno y gastronómico a la uruguaya

La zona se ha transformado en referencia de la movida nocturna montevideana; nuevas propuestas impulsan también la oferta culinaria
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02 de agosto de 2017 a las 05:00
En la esquina en que Constituyente se transforma en bulevar España, en la intersección con Blanes, se divisa en una noche de jueves agradable de julio el contraste de dos propuestas parecidas y a la vez diferentes. De un lado Brickell Irish Pub, inaugurado en noviembre de 2014 y que ofrece comida rápida en versión gourmet y cerveza tirada, con una ambientación de luz tenue y rock and roll, principalmente de la década de 1990. Enfrente, el emblemático bar Las Flores –abierto desde hace más de 40 años– muestra al igual que el bar irlandés todas sus mesas ocupadas, con una impronta que invita más a la conversación y que orgullosamente no necesita de disimular con luces bajas la estética de una época que lo precedió.

Esa zona, en los últimos cuatro años, ha visto abrir propuestas nocturnas y gastronómicas de manera vertiginosa, hasta llegar al día de hoy a tener alrededor de 30 locales en unas pocas manzanas (el primero de esta seguidilla en abrir fue Después te explico, un pub-boliche con capacidad para algo más de 150 personas que se inauguró en mayo de 2013). El grupo de empresarios jóvenes responsables de estas propuestas empezaron a llamar a la zona en tono jocoso "Cordón Soho", en parte a partir del libro de Natalia Mardero con ese nombre y en referencia también al sub barrio porteño situado en Palermo que aglutina locales comerciales, tales como negocios de ropa de marcas, bares, pubs y un gran movimiento nocturno, inspirado en el Soho neoyorquino.

"Cuando abrimos nos la jugamos. Necesitábamos un lugar que tuviese las habilitaciones y el local estaba casi pronto para empezar a funcionar. Era cercano a W Lounge, que era donde teníamos barras y clientela y no se requería de demasiada inversión. Si bien los primeros meses nos costó un poco, rápidamente fue exitoso y la gente empezó a ir", recordó Daniel Silvera, propietario de Después te explico, socio en Monroe y uno de los responsables de la apertura de Mona –ya no tiene relación con ese local–, otro boliche a escasas cuadras.

"Un boliche bailable te puede llevar una inversión de US$ 200.000, mientras que uno más bien estilo pub entre US$ 50.000 y 60.000. Muchos trabajadores de barra se juntaron entre cinco o seis para no tener que invertir tanto dinero", Daniel Silvera

Tanto para el empresario como para el prosecretario general de la Intendencia de Montevideo, Christian di Candia, la explosión de esta zona en particular responde principalmente a la cantidad de gente joven –sobre todo estudiantes del interior– que vive en Cordón o Parque Rodó, y a que la zona está próxima a la mayoría de las universidades más masivas.

A su vez, Silvera también piensa que este nuevo fenómeno se ha visto reflejado en los precios de los alquileres de la zona e incluso en el aumento en la construcción de edificios, con muchas ofertas de lofts. "Abrieron un montón de empresas también, de informática, de diseño. Son firmas pequeñas, pero son bastantes. Incluso se nota al momento de estacionar en el horario del día que se te ocurra", afirmó.

Un paseo gastronómico

Para la encargada de comunicación del recientemente inaugurado Café Gourmand (Constituyente 1869), la argentina Belén Zalazar, esta coyuntura que presentan los boliches nocturnos representa una oportunidad para impulsar un polo gastronómico que se transforme en un lugar que "sea un poco más que solo bares".

"Hay que desmitificar en ese sentido. El barrio también cuenta con familias con niños, edificios y público adulto mayor que puede disfrutar de un paseo en cualquier momento del día o la noche. Tenemos pensado invitar a los negocios que están cerca para armar una miniferia en la cuadra que sea un paseo también para la familia", comentó Zalazar.

En esa misma línea, en noviembre de este año abrirá sus puertas en Chaná 2120 Mercado Ferrando, que con 2.000 metros cuadrados de extensión ofrecerá variadas propuestas gastronómicas en una antigua fábrica de muebles que será transformada en un mercado.

Para el propietario de Brickell, David Borges, a partir de 2014 Montevideo empezó a tomar una estructura mucho más profesional en todo lo que tiene que ver con el servicio gastronómico, no solamente por la exigencia del público sino también por la gente que trabaja en el negocio.

El empresario contó que alrededor de un 50% del personal de su bar son profesionales que piensan dedicarse a eso toda la vida, cuando años atrás este tipo de trabajos operaban como alternativas de paso. "Hay un enfoque diferente y cambió mucho el comportamiento de la gente. Sale más a comer y a tomar, lo que deriva en la apertura de tantos lugares. Cuando empezaron a abrir más boliches se sintió la baja, pero la realidad es que si tu propuesta es buena te vas a mantener", reflexionó Borges.

Propuestas diferentes

Según uno de los propietarios de Doña Marta (Canelones 1961), Bruno Barreto, la zona recibe alrededor de entre 3.000 y 4.000 jóvenes por noche, con alternativas que pueden ser bastante diferentes para cada público. "Se pueden distinguir lugares por rango etario o por tipos de música. Tenés ThePutaMadre que es un lugar más pequeño o Jackson Bar que apunta más a lo masivo. Después te explico es quizá para gente mayor de 30 años, mientras que Doña Marta está por algún lugar intermedio. Lola y Brickell ofrecen música bastante diferente al resto de los lugares y entre sí", explicó Barreto. Agregó que en algún momento se pensó en hacer una entrada única para todos los lugares, pero la disparidad en los públicos no lo permitió.

Román Cerisola es uno de los socios de Mona, que maneja sobre todo un público de entre 20 y 25 años. El empresario opinó que lo positivo desde el punto de vista comercial es que la gente va directamente a la zona y no a un lugar puntual, por más que muchos también lo hagan. Sin embargo, aclaró que el ritmo ha bajado.

"Hubo una contracción del país y en todos los rubros. El consumo es lo primero que cortás" Germán Tesoro, propietario de Glasgow bar

"El boom se dio cuando cerró W Lounge y cuando aún no había abierto Plaza Mateo (entre agosto 2015 y octubre 2016). Fue en ese momento que se abrió un boliche detrás del otro. Eso provocó problemas con los vecinos y la IMM, pero se ha ido descongestionando la zona y los inconvenientes se han ido resolviendo", señaló Cerisola. Entre todos los empresarios del circuito contratan un servicio de limpieza que trabaja después de cada noche.

Cambio de hábitos y márgenes

Según Silvera, de Después te explico, con el objetivo de competir en su momento con W Lounge, se generó el hábito en los boliches de la zona de no cobrar entrada. Esto provocó un cambio cultural en la clientela, que está menos dispuesta a pagar el importe para ingresar a un local y eso genera un problema para los márgenes del negocio.

"Lo mejor sería que todos subiéramos la vara un poco para poder marginar más y cobrar entre todos una entrada, aunque sea de $ 100, porque si todos lo hacemos la gente va a reaccionar mejor. Lo que ocurre es que a veces la misma persona va a dos o tres boliches, pero no consume nada. Nuestro negocio no está en el pub. Si yo solo vendiera alcohol y comida hasta las dos de la mañana cierro a los tres meses", confesó Silvera.

"La zona está de moda. Por momentos fue Ciudad Vieja, por otros Buceo y ahora Parque Rodó. Va cambiando, y los empresarios que tienen boliche se van a ir trasladando", Mariana Roldos, encargada de Va como piña.

En cambio, Cerisola opinó que esto es relativo porque también el éxito del negocio va por ese lado y a su vez al no cobrar se logra que la gente vaya más temprano. "Capaz que si la gente piensa ir a algún lugar que le van a cobrar entrada está hasta las 03.00 horas tomando en su casa, y en cambio, si le cobró una entrada de $ 200 eso repercute en el alcohol que va a tomar adentro", dijo.

En tanto, con respecto al decreto de la IMM que está a espera de ser votado en la Junta Departamental de que las discotecas deban cerrar a las 4.00 de la madrugada a partir de 2018, Barreto dijo que para cambiar horarios en los boliches se tiene que empezar por cambiar los de la cultura uruguaya. "A diferencia de otros lugares, Uruguay tiene distancias chicas que permiten ir a la casa de uno y bañarse para después salir. En otros países sales de trabajar y te vas a tomar una directo porque si vas a tu casa demoras tres horas", consideró.

Un bar histórico más mimado

Hace 45 años el padre de Néstor Rego abrió el bar Las Flores. En apenas unos años se vio rodeado por un montón de boliches que se han ido instalando. Según Rego, la movida hizo reventar la zona y si bien antes al bar le iba bien, su boliche creció comercialmente: "Me ha potenciado con algunas firmas por el valor de la presencia. Aunque antes nuestras compras ya eran significativas, al comprar más grande ahora las marcas te miman un poco más. A su vez, si comprás mejor, tenés más margen".


Mercado Ferrando

Mercado Ferrando
Chana 2120
Chana 2120
En noviembre de este año abrirá sus puertas un mercado que ofrecerá una selección de propuestas gastronómicas en 2.000 metros cuadrados de patrimonio arquitectónico. Estará ubicado en Chaná 2120, esquina Salterain.

Brickell Irish Pub

Brickel
Juan Manuel Blanes 1175
Juan Manuel Blanes 1175
Inaugurado en 2014, Brickell es una alternativa para el after office o la noche montevideana. Con capacidad para 300 personas, cuenta con tres salas revestidas en madera y decoradas con motivos irlandeses y varias referencias al rock and roll.

Café Gourmand

Gourmand
Constituyente 1869
Constituyente 1869
Abierto el 19 de mayo de este año, cuenta con dos chefs franceses, aunque la cocina no es típicamente gala y pueden encontrarse menús variados. El local está abierto desde las 10 hasta las 24 y ofrece almuerzo, merienda y cena.

Jackson Bar

Jackson Bar
Jackson 1220
Jackson 1220
Es el boliche con más capacidad del circuito. Está dirigido a un público que va de los 25 a los 30 años. De hecho, el lugar ejerce el derecho de admisión. Permite entrar a mujeres mayores de 21 años y a hombres con más de 23. Uno de los propietarios, Richard García, dijo a Café & Negocios que si bien la movida de la zona fue un complemento, se encontraron al momento de la inversión con un "lugar místico para el boliche" que querían hacer.



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