Un informe médico del gobierno iraní afirma que Mahsa Amini murió producto de una enfermedad

Se trata del primer pronunciamiento oficial y se conoce tres semanas después del hecho, que desencadenó una ola de protestas en todo el país y que, según el último informe de la ONG Iran Human Rights con sede en Oslo, dejó hasta el momento un balance de 92 muertos como consecuencia de la feroz represión de las fuerzas de seguridad.

Amini fue detenida en Teherán por no respetar el estricto código de vestimenta para las mujeres en Irán y murió tres días después en un hospital de la capital del país, según los activistas por una herida que sufrió en la cabeza durante su detención, situación que las autoridades niegan sosteniendo que no hubo contacto físico entre la policía y la joven.

"La muerte de Mahsa Amini no fue causada por golpes en la cabeza y órganos vitales", sino que está relacionada con "una intervención quirúrgica de un tumor cerebral a la edad de ocho años", según un informe de la Organización Médico Legal de Irán que está en línea con la versión oficial y en franca contraposición con lo expresado por padre de la joven, quien asegura que al momento de la detención su hija estaba "en perfecto estado de salud".

"El 13 de septiembre, (Mahsa Amini) perdió repentinamente el conocimiento y se desplomó. Sufrió un trastorno del ritmo cardíaco y una caída de la tensión arterial", añadió el informe publicado por la televisión estatal. "A pesar de su traslado al hospital y de los esfuerzos del personal médico, falleció el 16 de septiembre a causa de una insuficiencia de órganos múltiples causada por una hipoxia cerebral", según la misma fuente.

En tanto, las masivas protestas en Irán tomaron durante los últimos días nuevas formas con fuentes coloreadas en rojo por artistas, en referencia a la sangrienta represión de las manifestaciones, denunciada y sancionada por la comunidad internacional, entre otros países por Estados Unidos y Canadá, que anunciaron sanciones económicas contra altos funcionarios iraníes por su papel en la represión.

Según un comunicado del Departamento del Tesoro, el ministro del Interior, Ahmad Vahidi, uno de los funcionarios sancionados, fue un "instrumento clave del régimen en la represión", como así también el titular de la cartera de Comunicaciones, Issa Zarépour, al que Washington acusa de ser el "responsable del vergonzoso intento de bloquear internet" para evitar que los manifestantes difundan videos de la represión.

Estados Unidos ya había anunciado el 22 de septiembre un conjunto de sanciones contra la policía de la moral iraní y varios responsables de la seguridad, en especial contra los altos mandos de la Guardia Revolucionaria, la rama de las Fuerzas Armadas creada con la función de proteger al gobierno teocrático.

El estricto código de vestimenta de la República Islámica de Irán obliga a las mujeres a llevar el velo islámico, y son ellas las que están a la vanguardia de las protestas, que se han extendido también a las universidades y colegios secundarios durante las cuales las mujeres se quitan el velo y gritan consignas hostiles al gobierno, como en el caso de un video -verificado por la agencia de noticias AFP- en el cual un grupo de jóvenes, con la cabeza sin velo gritan "Muerte al dictador", en referencia al líder supremo Ali Jamenei, en una escuela de Karaj, al oeste de Teherán.

Por su parte, el Fiscal General de Irán, Mohamad Jafar Montazeri, reconoció la masiva participación de las jóvenes en las protestas y admitió el descontento social, pero insistió en que se trata de hechos influenciados por las redes sociales e impulsados por Estados Unidos y sus aliados para desestabilizar al gobierno.

En tanto, la justicia iraní negó que una adolescente de 16 años, Sarina Ismailzadeh, hubiera sido abatida en la provincia de Alborz, al noroeste del país, por las fuerzas de seguridad durante las protestas, afirmando que se había "suicidado saltando de un edificio".

La versión fue desestimada por la oenegé Iran Human Rights, entidad que denunció que el gobierno presionó a la familia de Sarina para "forzarla a repetir la versión oficial de suicidio".

Según la ONG, cuando la familia identificó al cuerpo, había "múltiples heridas claramente visibles en su rostro, y el lado derecho de su frente estaba totalmente aplastado por la fuerza de los golpes".

Desde el inicio de la protesta, el régimen ha detenido a conocidos partidarios del movimiento e impuesto severas restricciones al acceso a las redes sociales, mientras las autoridades del país reiteraron que las protestas son avivadas por Washington y sus aliados.