La convivencia con los habitantes de la tribuna permite palpar el sentimiento de la gente. Ahí se encontrará con las broncas y frustraciones y con las mieles del triunfo.
Pero lo más común es la decepción que se genera cuando el club apuesta a un defensa y el jugador no funciona.
La frase más común: “No puede ser que no saquen un lateral de las divisiones juveniles”.
¿Por qué un lateral? Porque es un karma de los últimos tiempos padecido hoy por Peñarol.
Las pruebas son contundentes. Desde la adaptación de Darío Rodríguez a jugar en esa zona de la defensa, el equipo no encontró jamás tranquilidad por el lateral izquierdo.
En lo que va del Clausura ese sector defensivo del equipo contó con la presencia de Nicolás Raguso, Walter López y el paraguayo Aureliano Torres.
El único que cuenta con el visto bueno de los hinchas es Raguso. Acaso por el plus que implica provenir de la cantera. El resto no convenció. El paraguayo juega con el peso de la tribuna. No lo quieren. Y López, que empezó a trabajar el martes en la oncena, contaría con su oportunidad.
Pero el hecho es que, desde la temporada 2005, desfilaron por el lateral izquierdo de los aurinegros 23 futbolistas.
Con nombres curiosos como los del israelí Kanhan, Diego Fernández, Sebastián Varela e Ignacio Medina. Todos contratados para solucionar el problema.
Fue tanta la desesperación que en determinados partidos se improvisaron jugadores. A saber: Fernando Fadeuille jugó el 14 de junio 2006 bajo la conducción de Mario Saralegui ante Wanderers.
Y si nos remontamos más atrás en el tiempo encontramos a Martín García en el Especial 2005, con Fernando Morena como DT, en un partido ante Cerrito.
En 2004 desfilaron dos extranjeros como Iván Guerrero y el haitiano Pierre que es zaguero pero que jugó de lateral en la última fecha del Apertura de ese año.
Ante las evidencias los hinchas pierden la paciencia y recurren a la frase común de no poder creer que en las divisiones formativas no se saque un lateral y se termine invirtiendo dinero en jugadores que pasan sin pena ni gloria.
Por eso la bronca con Aureliano Torres. El club estuvo a punto de prescindir de sus servicios antes del Clausura, pero el técnico lo apoyó.
Nicolás Raguso pareció quedarse con el puesto pero, aduciendo problemas familiares, Da Silva lo sacó.
Y Walter López es otra opción pero inició el Clausura con la cabeza en otra cosa debido a un problema judicial.
Así las cosas, Peñarol lleva mucho tiempo sin dar en la tecla con el encargado de cubrir su lateral izquierdo. Lejos en el tiempo quedaron las épocas en que, en esa zona, se reiteraban los nombres de Juan Vicente Morales o Alfonso Domínguez.
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