Economía y Empresas > Cooperativa

Un lugar de impulso para los artesanos microemprendedores

La cooperativa Nido, conformada por ocho mujeres de diversas profesiones, acompaña el desarrollo de pequeños emprendimientos de todo el país y los potencia para crecer
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10 de julio de 2019 a las 05:02

Por Karen Parentelli
Especial para El Observador

Que la producción de los artesanos sea sustentable es la idea básica detrás de la cooperativa Nido, que apoya y apuesta al crecimiento de  microemprendimientos de artesanos uruguayos. La mirada no está solamente colocada en el resultado, que es el producto que se vende, sino que se piensa cada proyecto con sus particularidades. Ocho mujeres son las que están detrás de esta cooperativa, que trabaja de forma interdisciplinaria. Hay contadoras, diseñadoras, una trabajadora social y una estudiante de psicología, que buscan conocer la realidad del microemprendedor, para entender de qué forma se puede hacer más sustentable y rentable su proyecto. 

Los trabajos que se pueden comprar en Nido son en cuero, en madera y en lana, pero también hay bombones y licores. Muchas veces la intervención supone una mejora en el producto, pero otras veces tiene que ver con el proceso de creación, la cadena de producción o la capacidad productiva. Los productos utilizan muchas veces como materia primas desechos, y algunos de sus objetos tienen más de un uso. 

Nido no apuesta solamente al desarrollo y a la creación con conciencia medio ambiental, los emprendedores tienen que tener una mirada puesta en la inclusión y en la equidad. Todos son emprendimientos nacionales que realizan productos innovadores. 

El local de venta está en plena Ciudad Vieja, en la calle Juncal a pasos de la Puerta de la Ciudadela. El punto de venta es clave para que el proyecto general funcione: no solo es una zona muy transitada por uruguayos, es un lugar de llegada de turistas.

Parte del proceso

“Trabajamos con pequeños emprendimientos que tienen distintos grados de vulnerabilidad, con alguna particularidad por la cual no han logrado que sea sostenible”, detalla la diseñadora Gabriela da Cunha, una de las integrantes de Nido.

Si bien nunca se pierde de vista que el producto tiene que ser de fácil venta, de buena calidad, además de contar con un diseño profesional, en Nido se apuesta a comprender la forma de producción de cada emprendedor. El proceso de análisis muchas veces da como resultado cambios en la materia prima que se utiliza, o en la cadena de producción.  

35 microemprendimientos han pasado por Nido provenientes de  Colonia, San José, Paysandú, Tacuarembó, entre otros. 

Las integrantes de Nido viajan hasta el departamento del emprendedor para conocer de primera mano su forma de trabajo. Si bien un artesano puede tener varios productos, la cooperativa siempre elige uno o dos para poder centrar su labor. En ese producto se trabajan todas las estrategias comerciales y también las mejoras que tienen que ver con “limpiar” el producto, o dejar de hacer algunos procesos innecesarios que dejan un mejor resultado y a la vez traen más ganancia. 

Más alcance

Gran parte de los artesanos que forman parte de Nido se han acercado ellos, pero esto no fue siempre así. “Cuando empezamos nosotras buscamos, pero ahora son ellos lo que se acercan. Creo esto tiene que ver con que Nido ya tiene más alcance”, cuenta la cooperativista Micaela Aguirre Zabala, que es estudiante de psicología.

La primera entrevista de diagnóstico en la que se conocen las partes siempre es con al menos dos integrantes de Nido; esto garantiza una mirada heterogénea, que siempre se enfoca en la globalidad y no únicamente en el producto. Las integrantes de Nido también se interesan en conocer la realidad familiar del emprendedor. 

Muchas son mujeres jefas de hogar; hay casos de cooperativas que se formaron con extrabajadores de fábricas, por eso las exigencias que le pueden dar a cada emprendedor son muy distintas. Por ejemplo, muchos usan métodos que son muy artesanales y manuales, que llevan tiempos de trabajo largos, que hacen que los productos no sean tan escalables. “Si hay temas en la cantidad de materia prima es algo que podemos solucionar, pero lo que muchas veces no se puede cambiar es la capacidad productiva, y eso nos condiciona, más si estamos pensando en seguir creciendo”, dice Da Cunha.

Web y pedidos empresariales

Nido cuenta con su local desde abril de 2017. Lanzó su página www.nido.uy, que aún tiene “detalles para mejorar”, explica la contadora Victoria Olivera, integrante del Nido. 

Lo que se viene es la producción para pedidos empresariales, si bien ya están haciendo trabajos para empresas. Nido está intentando “acomodar todas las piezas del puzle para poder comenzar en este camino, que permitirá generar nuevos ingresos genuinos”, explica Da Cunha. 

Sin desperdicios
Uno de los productos que más  representa a Nido es una bolsa que luego de ser usada se desarma en dos partes y se convierte en trapos de piso. En Nido buscan que no haya desperdicios en la cadena de producción. 
Otro producto que llama la atención es un parlante. Se trata de un amplificador de madera analógico para celulares, que tiene la particularidad de ser hecho con desechos de palets. 

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