Luego de ganar el concurso, los emprendedores se pusieron a trabajar en su proyecto Fly me to the moon, en el desarrollo de la urna y los permisos necesarios para realizar el primer lanzamiento de las cenizas, que se concretó a fines de enero.
El emprendedor uruguayo contó a El Observador cuál es el funcionamiento de esta innovadora forma de despedir a un ser querido. "Se realiza a través de una sonda estratosférica, que es un globo con helio del estilo que se utiliza para hacer mediciones meteorológicas. Se conecta el globo con la urna que transporta las cenizas, cuando llega a los 30.000 metros de altura, las libera en el espacio", comentó. Las cenizas quedan entonces flotando en el espacio.
La urna es inteligente, ya que lleva sensores de presión y de GPS, entre otros, que detectan en qué lugar se encuentra y a qué altura, para realizar el lanzamiento en el momento preciso."Ese es nuestro primer prototipo, que no consideramos suficiente y por eso seguimos trabajando para mejorarlo", indicó.
Según Abel Ortíz, los lanzamientos tendrían un costo de entre 4.000 euros (US$ 4.938) y 5.000 euros (US$ 6.172) ; en España solo la cremación cuesta 2.000 euros (US$ 2.469). "En principio queremos centrarnos en el mercado europeo, después en el estadounidense y en la medida de lo posible llevarlo a Latinoamérica. Pero ahora estamos concentrados en terminar de pulir el producto", afirmó el uruguayo.
"Hemos sido capaces de transformar una idea que para todo el mundo era una locura, en una realidad". Juan Abel Ortíz
Para que los futuros clientes accedan a este servicio, los emprendedores piensan en dos opciones. Una es que los familiares de la persona fallecida soliciten el lanzamiento de sus cenizas para darle una "despedida diferente". La otra opción es que a través de un testamento o la expresión de deseo a alguien cercano, la persona decida que eso es lo que quiere para que se dispongan de sus restos cuando finalice su vida.Fly me to the moon está realizando una campaña de crowdfunding en Indiegogo, ya que fueron aceptados para participar de otro programa de aceleración,de Imagine en Silicon Valley, y deben financiar parte de su estadía.
La idea de esta nueva experiencia es desarrollar una tecnología capaz de subir la urna, desplegar las cenizas y poder recuperar el equipo de una forma más efectiva. "La tecnología que va en la urna cae con un paracaídas y nosotros la vamos a buscar a través de la geolocalización. Con los cambios que queremos hacer, a través de un drone podríamos recuperarlo a distancia, sin tener que desplazarnos", sintetizó Juan Abel Ortíz.Inicio de sesión
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