Una misión de la OEA arribó a Perú para analizar la grave situación política que atraviesa el país

La misión, liderada por el excanciller paraguayo Eladio Loizaga como portavoz y representante de la Secretaría General de la OEA, sostendrá entre mañana y el miércoles reuniones con diversos interlocutores, como la oposición parlamentaria y representantes de la sociedad civil. "El objetivo es escuchar la mayor cantidad de voces posibles y recopilar información pertinente para elaborar un informe que será presentado ante el Consejo Permanente" de la OEA, anticipó el organismo continental en un comunicado.

"El Grupo de Alto Nivel hizo hincapié antes de su visita en que sus tareas emanan de la voluntad expresada por todos los Estados miembros de la OEA de apoyar al Perú en lo que Perú requiera, desde el máximo respeto a la Constitución, la soberanía, el Estado de Derecho, las instituciones y, sobre todo, la ciudadanía peruana", agrega el texto.

La misión es una respuesta al pedido del mandatario de izquierda, quien está siendo investigado por el Congreso y la Fiscalía General por supuestos hechos de corrupción, al tiempo que la oposición legislativa de derecha impulsa su destitución por “incapacidad moral” y “traición a la patria” en el contexto de una alta fragmentación política y cuando Castillo prácticamente no tiene apoyo parlamentario.

Según expresó Loizaga, la misión de la OEA permanecerá en Perú hasta el miércoles y, si bien aclaró que no tendrá tiempo para escuchar a todos los protagonistas de la crisis, afirmó que  habilitará "los canales adecuados" para que aquellos a los que no pueda ver personalmente "puedan remitir sus puntos de vista por escrito".

"Somos muy conscientes de que el fuerte mandato que traemos nos obliga a concentrarnos plenamente en nuestro único objetivo, escuchar al pueblo peruano", insistió. El grupo precisó que "trae un fuerte mandato" porque la resolución por la que se creó la misión fue aprobada por “unanimidad” y “está amparada por la Carta Democrática Interamericana”, dijo Loizaga.

Además de Loizaga, la misión está compuesta por los cancilleres de Argentina, Santiago Cafiero; de Ecuador, Juan Carlos Holguín; de Guatemala, Mario Adolfo Búcaro; de Paraguay, Julio César Arriola; de Costa Rica, Arnaldo André; y de Belice, Eamon Courtenay; así como por la viceministra de Asuntos Multilaterales de Colombia, Laura Gil.

Loizaga afirmó que son conscientes de que cualquier gesto que hagan "habrá quien lo interprete como una toma de posición" en "uno u otro sentido". Por lo pronto, Castillo, en el poder desde 2021, enfrentó dos intentos de destitución y fue sometido a seis investigaciones fiscales por presuntos hechos de corrupción, de los que también se acusa a su círculo familiar y político más cercano, situación que Castillo niega, al tiempo que acusa a la oposición de orquestar una campaña para sacarlo del poder, lo que lo llevó a denunciar la existencia de un intento de "golpe de Estado".

"La Carta no implica que la misión venga a imponer nada. Simplemente se les pide a los países del continente que puedan tomar interés en el asunto", agregó el exembajador del Perú ante la OEA Walter Albán, quien le aconsejó a la oposición que aproveche la presencia de la misión en lugar de atacarla.

Los sectores de derecha han criticado la presencia "injerencista" del organismo y han asegurado, sin presentar pruebas, que la intención es apuntalar a Castillo, duramente criticado por la oposición, algunos de cuyos miembros aplaudieron la intervención de la OEA en Bolivia en 2019, cuando el organismo, y específicamente su secretario general, Luis Almagro, fueron acusados de haber sido funcionales a fuerzas golpistas contra Evo Morales.

Mientras tanto, el Congreso sigue sus acciones contra Castillo y la denuncia constitucional de la Fiscalía por los presuntos delitos en la adjudicación de obras, acusación que ya pasó el primer filtro en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales. Sin embargo, muchos juristas recuerdan que la Constitución fija cuatro delitos por los que se puede procesar a un presidente en funciones y entre ellos no están los de corrupción.

En cuanto al caso de "traición a la patria", otra de las acusaciones que levanta la oposición, también ha sido cuestionada por expertos en derecho, pues se basa en una entrevista de televisión en la que Castillo abrió la posibilidad de convocar a un referendo para determinar si el país  determine le ofrece una salida al mar a Bolivia.

Es ese confuso escenario, agravado por la polarización y la tirantez entre las partes, la agenda de la misión comenzará mañana con un encuentro con Castillo y su vicepresidenta, Dina Boluarte, y seguirá con dos reuniones, una con el presidente del Congreso, José Williams, y otra inmediatamente después con los portavoces de las bancadas legislativas.

También están previstos encuentros con la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Elvia Barrios, y con otros protagonistas o espectadores destacados de la situación, aunque la agenda aún está en proceso y no está claro si habrá una reunión con la fiscal general, Patricia Benavides.

"La OEA no nos va a dar la receta, pero puede ayudar a que ciertos actores políticos conversen o al menos se moderen. Mi idea, tal vez ilusa, es que se podría generar una suerte de moderación de discursos porque nos están viendo terceros", evaluó en declaraciones a la radio Ideele la exministra de Justicia Ana Neyra.