La movida del brunch en Montevideo empezó tarde y con un impulso moderado. Fueron algunos pocos los que allá por 2015 se animaron a introducir en sus cartas algunas preparaciones con huevos, pan, cereales y café. La idea era motivar a los uruguayos a salir a comer un poco más temprano que al mediodía y combinar –como se hace en las grandes ciudades del mundo– el desayuno con el almuerzo. La iniciativa fue bien recibida por los comensales y con el impulso de un mundo más conectado gracias a la ventana de las redes sociales, la gente empezó a pedir en Montevideo lo que se veía en otras partes del planeta.
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