Uruguay tiene la mayor proporción de niños internados en hogares

De acuerdo a este informe, Uruguay tiene 409 por cada 100.000 niños internados, en comparación a 221 de Chile, 121 de Argentina, 100 de Paraguay y 62 de Brasil.

Se trata de niños que fueron abandonados por sus padres o separados por orden judicial de sus familias por falta de atención. En Uruguay la cifra llega a 3.757, en Paraguay a 2.573, en Chile a 10.342, en Argentina a 14.675 y en Brasil a 36.929.

En conversación con El Observador el coordinador del proyecto, Javier Palummo, calificó como algo negativo por los efectos nocivos que tiene en un niño el vivir institucionalizado en un hogar, situación que el especialista definió como “internado en una institución residencial”, que aclaró es distinto a la atención que se da en Caifs o centros similares.

Los efectos nocivos son variados y dependen de cada caso. “En discapacitados es irreversible y en niños de cero a tres años puede tener un impacto brutal”, por la falta de atención y de contención del niño, de dedicación a él, indicó Palummo. Estableció que los tamaños de los centros tienen que ver: “Más de 20 es preocupante” dijo, y contó que en Uruguay hay hogares con más de 80.

Palummo subrayó además que hay evidencia científica de que en los niños que viven en los internados, una de las formas de medir el impacto es la siguiente: “Por cada tres meses que un niño pasa en un internado, se pierde uno de desarrollo, o sea, cuatro por año”. Este dato surge de Unicef en base a estudios científicos.

Esto se evidencia, entre otras cosas, que nombró el especialista que aquellos que fueron criados en centros de internado obtienen peores logros académicos, como adultos sufren de una peor integración social y son más proclives al ser víctimas de abusos.

Palummo es crítico con el gobierno con respecto a las políticas establecidas para este tema, aunque reconoce que en los últimos años nota que se ha reconocido este problema, como la segunda reforma que sufrió la ley de adopción en 2012. La solución, o la forma correcta de actuar en estos casos, explica el especialista es en primer lugar intentar la contención en la propia familia, en segundo término buscar una familia sustituta o adopción y en tercer término, establecer un aparato técnico eficaz para “desinternar” y que sean derivados a otras familias.

El coordinador general del proyecto en cuestión dejó en claro que no es incorrecto separar al niño de su familia, el problema en Uruguay, destacó es cómo se procede luego. La falla se da en buscar otra familia y además señaló que la falla es también cultural, “porque los uruguayos tenemos muy arraigado el encerrar los problemas y olvidarnos de ellos”.

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Las causas por las cuales los niños son separados de sus familias (ver gráfico)
Las causas siguen una tendencia clara dependiendo de la edad. Como puede verse, un 41,6 de los niños de 0 a 5 años se los separa de su familia a causa de la amenaza o vulneración de derechos vinculados a situaciones de pobreza o indigencia. En este mismo rango de edad, en un 30,6% la separación se da porque los padres son denunciados como inhábiles.

Luego, un 41,7% de los niños de 6 a 11 años, son separados de su familia por maltrato.

Cuando tienen de 12 a 17, las razones varían más, pero se separa con un 18,6% el consumo de sustancias psicoactivas de los padres, la amenaza o vulneración de derechos vinculados a situaciones de pobreza o indigencia con un 12,9% y la fuga del hogar con 10,6% son algunos de los motivos más destacables.