El primero de abril, una nueva generación de emprendedores llegó a los espacios de da Vinci labs. Allí reciben mentorías, oportunidades comerciales y de negocio, capacitaciones y acompañamiento con el respaldo de un subsidio propiciado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Este fondo los apoya en el despegue y puesta en marcha de sus proyectos.
Vinos, peluches, residuos y caballos fueron algunas de las fuentes de inspiración de la nueva camada de emprendedores que se suman a los 15 proyectos graduados de la incubadora a lo largo de sus tres generaciones. Aquí los nuevos proyectos incubados.
El proyecto tiene dos tipos de clientes. Por un lado, el cliente interno, dueño de la bodega, quien debe pagar una suscripción anual. Por otro lado el externo que es el usuario de la aplicación, para quien es gratuita su descarga. El usuario paga el tour que realice por la bodega y los dueños de la aplicación recibirán, a futuro, una comisión sobre su costo. Hasta el momento lanzaron la versión beta que empezará a ser rentable para ellos a partir de octubre.
La aplicación -que cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi)-, presenta actualmente siete bodegas turísticas de un total de 28 en el país. Estas son: Juanicó, Artesana y Casagrande (Canelones), Beretta (Montevideo), La Capilla e Irurtia (Colonia) y esperan incluir proximamente a Viñedos de Garzón (Maldonado).
Los emprendedores diversificaron su oferta incluyendo además de una o dos visitas a bodegas diarias, paseos a almazaras- donde se procesa el aceite de oliva-, visitas a establecimientos de queso artesanal, entre otras actividades. "La gente piensa que el turismo enológico es sólo ir a tomar vino en una bodega, y no es así. El turismo enológico se está convirtiendo en el mundo en una especie de turismo rural pero con la excusa del vino", indicó Herrara.
La app, que tiene como público objetivo a las personas de aproximadamente 55 años, pretende ampliar el rango de edad a través de la unión con colectivos culturales de Montevideo, Punta del Este y Colonia.
Transformar un dibujo en algo tangible. De eso se trata Tedybujo, el emprendimiento desarrollado por Majo Spitalnik. La inspiración se la dió su hija, quien le había mostrado a Spitalnik su dibujo de un osito y comentado lo bueno que sería que éste fuera real. Esa misma noche la emprendedora –quien además tiene una agencia de publicidad-, se puso a indagar sobre la idea de hacerlo posible. Vió que existían algunos métodos en otros países, donde se lograba llevar el dibujo a algo real, pero más volcado hacia el arte. Decidió innovar y transformar el dibujo en un osito de peluche.
Spitalnik comenzó a trabajar sola, como un hobby. Al principio contaba con una costurera pero decidió también aprender a coser. Gracias a la popularidad del proyecto ahora cuenta con más personal que trabaja freelance en la confección de los peluches.
La emprendedora, además, amplió su negocio y ofrece dibujar un diseño para ser devuelto en forma de dije. Se encuentra en la búsqueda de joyeros.
Asimismo, como actualmente todo pasa a través de las pantallas – incluso para los niños -, Spitalnik siente que con Tedybujo está yendo contra la corriente. "Estoy invitando a dibujar a mano, a jugar con un peluche, cuando los niños hoy no salen de un dispositivo", comentó. Decidió tomar la tecnología como una oportunidad y hoy en día trabaja junto con la incubadora para que los niños hagan su peluche, se saque una foto del juguete y se envíe a empresas para digitalizarlo y que pase a ser su avatar. Además planea crear una app en donde haya una comunidad de Tedies, donde se juegue a darles de comer y a vestirlos y como diferencial pretende estimular el auto-cuidado y el aprendizaje por medio del juego. . "Por ejemplo, el muñequito para pasar de nivel tendrá que resolver ciertos problemas matemáticos, o también, si no se abriga le vendrá una gripe", contó Spitalnik.
Con la incubación, la emprendedora está comenzando a estructurar el emprendimiento y trazar un modelo de negocios. "Para mí siempre fue sencillo, me mandabas el dibujo y yo te devolvía el peluche", comentó Spitalnik. Tiene en mente desplazarse próximamente hacia otros países. Para fines del 2015 y comienzos de marzo, planea tener un equipo armado en Brasil, previo a lanzar la marca en el país. Su intención es tener una página web en varios idiomas que estará operativa en agosto.
GeoSmart es un emprendimiento creado por Gabriela Mengod y Gabriela Pereyra. Ambas están haciendo la tesis de la carrera de Diseño Industrial. Se trata de un sistema de monitoreo para los contenedores de residuos y reciclaje. Consiste en un dispositivo que mide la capacidad del contenedor a través de sensores que se le colocan. Esta información aparecerá en el dispositivo que se podrá ver desde la empresa recolectora. Su objetivo es generar una mejor gestión en el recorrido de los camiones de basura y a su vez, estadísticas para prever el llenado de los contenedores.
La idea surge a partir del decreto que se sancionó en 2013 que estableció el marco para la gestión de los residuos sólidos industriales.
Larc Test es una aplicación creadada en Argentina por Cecilia Tula que realiza un diagnóstico del esfuerzo del caballo de alto rendimiento cuando entrena.
La argentina especialista en veterinaria reside hace varios meses en Uruguay e inmediatamente después de graduarse comenzó a averiguar de qué manera podría ayudar al animal a "expresar" lo que le pasa. Pensó que de alguna forma tenía que lograr que el animal le dijera "que está cansado y no quiere más".
Tula comenzó a trabajar en el hipódromo de Palermo. Allí brindaba un servicio particular veterinario midiendo el ácido láctico y la frecuencia cardíaca y respiratoria del animal. En el trascurso de su tarea notó que podía ver a algunos caballos y no a todos, por lo que se le ocurrió hacer una aplicación para que todos pudieran ser entrenados de la misma forma. Así nació Larc Test, la aplicación que permite ajustar el plan de entrenamiento de manera que el caballo alcance su máximo potencial.
Mide la recuperación para saber la diferencia entre sub-entrenamiento y sobre-entrenamiento. A su vez, provee datos objetivos para conocer la intensidad de trabajo para cada caballo y mostrar si el músculo o los pulmones están limitando el rendimiento. Cuando el caballo termina de entrenar, se le mide el ácido láctico y la frecuencia respiratoria. El veterinario ingresa los números a la app y ésta da el reporte.
La emprendedora comenzó a contar de su idea en reuniones, eventos y cada lugar que podía para ver de qué manera podría obtener capital para desarrollar el negocio. Esto la llevó a conocer a su socios Cliff Williamson y Pierr Swart. Williamson es estadounidense, vive en Argentina desde hace veinte años y apoyó a Tula en la inversión para dar el siguiente paso, crear Larc Test. Swart es sudafricano y vive en Estados Unidos. Llevaron la aplicación al país norteamericano en donde está en período de prueba, al igual que en Uruguay. Decidieron llegar allí porque pensaron que la mentalidad de los entrenadores estaría más adelantada que en otros países.
Trajeron el emprendimiento a Uruguay debido a que, según Tula, hay un excelente mercado para probar y desarrollar este tipo de cosas. Consideraron que obtendrían una vidriera para el resto del mundo, ya que el mercado está mas concentrado, los caballos son exportados de los Emiratos Arabes y los productos son de calidad.
El próximo cierre de postulaciones para iniciar la incubación en da Vinci labs será el 1 se setiembre de 2016. El inicio del proceso de incubación se estima que comience el primero de octubre
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá