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Volkswagen reconoce que se modificaron 11 millones de autos para falsear datos de contaminación
El escándalo que afecta a Volkswagen, el principal fabricante de autos del mundo y un tótem de la industria del automóvil, alcanzó hoy una nueva dimensión.
La empresa reconoció que 11 millones de autos en todo el mundo podrían estar equipados con el programa que se utilizó para engañar a reguladores y usuarios sobre las emisiones contaminantes de sus vehículos diésel.
En comunicado de prensa la empresa anunció que reservará US$7.300 millones en sus cuentas del último trimestre del año para cubrir parte de los costes del escándalo; además hara "otros esfuerzos para ganar de nuevo la confianza de nuestros consumidores". Volkswagen también admitió que esa suma podría ser mayor.
"Hemos metido la pata completamente", reconoció el jefe de la empresa en Estados Unidos, Michael Harn. Los directivos podrían enfrentarse a acusaciones criminales en ese país.
Según datos que contemplan hasta las primeras horas de hoy, los títulos de la empresa ya habían caído un 20% en la bolsa de Fránkfurt, luego de que su valor se redujera en 19% el día anterior.
Esto representa una pérdida de unos US$29.000 millones en solo dos días.
Crisis histórica
La existencia del programa, que se activaba durante las revisiones fue denunciada el viernes por la Agencia de Protección del Medioambiente de Estados Unidos (EPA).
Pero ese era sólo el inicio del escándalo que ha puesto a la empresa en el ojo del huracán, en lo que constituye una de las peores crisis de sus 78 años de historia. Los directivos podrían enfrentarse a acusaciones criminales en Estados Unidos. Y parece que las disculpas emitidas por el jefe de la empresa en Estados Unidos, Michael Harn, no serán suficientes para mitigar las consecuencias del fraude.
"Hemos traicionado la confianza de nuestros clientes y del público aquí, en Estados Unidos", dijo Harn en un evento promocional en Nueva York.
Volkswagen reconoció este martes que la cifra de autos afectados no son 482.000, sino 11 millones.Y también que la trampa no solo afecta a automóviles vendidos en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Desde Julio César Lestido explicaron a El Observador que Uruguay no se vería afectado porque no comercializan ese tipo de vehículos diesel.
Las revelaciones están además afectando ya a otras empresas del sector del automóvil, a pesar de que no ha habido acusaciones contra ellas. En Francia, Peugeot y Renault caen este martes en la bolsa un 7,9% y un 5,6%, respectivamente.
Solo en Estados Unidos, Volkswagen podría enfrentarse a una multa de hasta US$37.500 por cada auto sometido a esta trampa, lo que situaría la multa total en US$18.000 millones.
Las consecuencias
La EPA acusa a la empresa de utilizar un programa que activa los controles de contaminación completos solo cuando el coche está siendo sometido a un control de emisiones.
El organismo calcula que, como resultado, los autos emiten en realidad hasta entre 10 y 40 veces más dióxido de carbono que el que indica la normativa de Estados Unidos, lo que supone una "violación muy grave" de la ley.
Volkswagen ha dejado de vender en el país los modelos fabricados en 2015 y 2016 con 4 cilindros 2.0 litros Tdi. Además nunció la suspensión de la comercialización en Estados Unidos de sus diésel de cuatro cilindros de las marcas VW y Audi, que representaban el 23% de sus ventas en ese mercado.
El escándalo llegó a la Casa Blanca, cuyo portavoz, John Ernest, dijo estar "muy preocupado" por lo sucedido.
