En un video animado para niños, en que las escenas transcurren muy lentas y con personajes estilo anime, una joven vestida de negro discute con su padre. Aparece la parca -una personificación de la muerte-, acuchilla al hombre, luego la adolescente discute con su novio y se termina suicidando con un cuchillo.
Ese fue uno de los contenidos que descubrió y denunció en el blog Pedimom.com la doctora Free Hess, una pediatra estadounidense, en la plataforma para niños YouTube Kids.
La profesional escribió que hay contenidos en esa plataforma que “glorifican temas y escenarios peligrosos, tales como autolesiones, suicidio, explotación sexual, tráfico, violencia doméstica, abuso sexual y violencia con armas de fuego, que incluye un tiroteo escolar simulado”.
YouTube respondió a la denuncia de Pedimom.com y afirmó que canceló “ciertos canales que intentan poner en peligro a los menores de cualquier manera” pero advirtió que ni en YouTube tradicional ni en la versión Kids se revisan manualmente todos los videos y pidió a los usuarios que continúen denunciando estos contenidos para que la compañía los pueda detectar y revisar.
La plataforma de videos ya pasó por otro escándalo el pasado 17 de febrero, cuando el youtuber Matt Watson subió un video y advirtió: “No sabía que este sería el último video que haría, porque no quiero seguir apoyando a esta plataforma”.
En la secuencia, Watson explica cómo los algoritmos de YouTube le facilitan el camino a los pedófilos para encontrar videos, que aunque no representan contenido sexual explícito, se ven menores y se pueden leer comentarios con información de contacto y links a sitios de pornografía infantil.
Frente a este problema, YouTube afirmó que deshabilitó los “comentarios de decenas de millones de videos que podrían estar sujetos a un comportamiento depredador” y que esta política se extenderá a todos los videos que muestran a “niños y jóvenes que podrían correr riesgo de que los pederastas vean sus imágenes”.
La habilitación de los comentarios en estos videos estará restringido a “un pequeño número de creadores” que podrán moderarlos ellos mismos, siempre y cuando el canal tenga “un bajo riesgo de comportamiento depredador”, según informó YouTube.
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