El desarrollo del Alzheimer puede deberse a diferentes factores genéticos y naturales que facilitan la aparición de la enfermedad a partir de los 65 años. A su vez, existe un hábito que puede ser muy común en invierno y que influye drásticamente en el deterioro cognitivo del adulto mayor.
Muchas veces los especialistas explican que la edad y el historial familiar pueden una de las causas por las que este trastorno cerebral aparece. En este caso, los científicos advierten que la temperatura corporal de una persona también podría jugar un papel clave y es importante saber cómo solucionarlo.
Alzheimer: ¿qué hábito hay que evitar?
Durante el invierno, muchas veces las personas mayores pasan el frío sin climatizar adecuadamente su hogar, ya sea por acceso o por falta de dinero. Lo que muchos no saben es que se está facilitando la aparición del Alzheimer.
Según el estudio que publicó el Instituto Marcus para la Investigación sobre el Envejecimiento en la revista Journal of Gerontology: Medical Sciences, hay una relación entre la temperatura corporal y la capacidad para pensar y mantener la atención.
"Nuestros hallazgos subrayan la importancia de comprender cómo los factores ambientales, como la temperatura interior, afectan a la salud cognitiva en las poblaciones que envejecen", sostuvo el investigador principal, Amir Baniassadi, en un comunicado de prensa.
¿Cómo fue el experimento?
Durante este estudio, que duró entre octubre de 2021 y marzo de 2023, los investigadores monitorearon el calor corporal de 47 personas mayores de 65 años, a quienes le instalaron sensores.
A continuación, les pidieron que completen una encuesta diaria en la que los teléfonos inteligentes les consultaban: "En este momento, ¿es difícil mantener la atención en lo que está haciendo?".
La conclusión reveló una "relación en forma de U" entre la concentración y el clima temperatura de una casa, "por lo que tanto las temperaturas calientes como las frías se asocian con dificultades para mantener la atención", indicaron.
Este cambio climático podría afectar la capacidad cerebral de las personas que están envejeciendo, lo cual derivaría en el riesgo de deterioro cognitivo.
¿Cuál es la temperatura ideal del cuerpo?
El instituto con sede en Boston especificó que las personas mayores piensan y mantienen mejor la atención cuando un hogar está climatizado entre 68 y 75 grados Fahrenheit (20°C y 23,8°C).
Incluso, remarcaron que si la temperatura variara apenas 7 grados en cualquier dirección, las dificultades para concentrarse se duplicarían. De esta manera, tanto el invierno como el verano podrían afectar a un adulto mayor.
El motivo se basa en que cuando los humanos envejecen son cada vez menos capaces de responder a los cambios climáticos que existen durante ambas estaciones. Por tal motivo, necesitan de sistemas exteriores para regular su temperatura interna.
¿Por qué las temperaturas afectan al cerebro?
Dentro de las neuronas, existe una proteína llamada Tau que interviene en el transporte de sustancias dentro de la neurona y mantiene su forma, según la Biblioteca Nacional de Medicina. Con el frío, se produce una fosforilación del Tau (aumento de fosfato) que está relacionada con la neurodegeneración.
Así, este proceso afecta a las estructuras del sistema nervioso central que dependen mayormente de la plasticidad cerebral, que es la capacidad para cambiar su estructura y función en respuesta a experiencias, aprendizaje, lesiones o cambios ambientales.
En el caso del calor, este influye en el comportamiento de las células del sistema nervioso central cuyo ritmo se ralentiza, de acuerdo al doctor Ernesto Orozco Sevilla.
Cuando las temperaturas alcanzan los 40 ° C, se producen cambios estructurales en las neuronas, según contó el experto a Quironsalud. Si no se actúa rápidamente para bajar el calor corporal a través del enfriamiento, se podría provocar un daño cerebral irreversible, siendo el cerebelo (coordinación muscular) el más afectado.