Utilizado por primera vez en mayo –aunque con antecedentes previos en 2020– , el lema reunió a candidatos blancos, colorados, cabildantes e independientes en tres departamentos y les permitió –en Salto– desbancar al Frente Amplio, algo que quizás no hubieran logrado si competían separados.
A la luz de esos resultados, la experiencia del gobierno de Lacalle Pou –que conformó una coalición de cinco partidos– y los números de octubre donde el FA obtuvo mayoría en el Senado (y 48 diputados) con el 43,8% de los votos por el criterio de asignación de bancas que beneficia a los partidos más grandes, los referentes partidarios comienzan a evaluar las ventajas y desventajas de presentarse con un lema común en 2029.
El 43,6% de la población contestó –sin importar su voto previo– que la Coalición Republicana tiene que competir en 2029 como partido, mientras que un 29,2% dijo que no y un 26,2% señaló que no sabía. Un 1% no respondió.
Al analizar los datos respecto a lo que votaron en octubre de 2024, surge que un 69,6% de los que votaron a blancos y colorados piensa que sí, mientras que un 12,5% contestó que no y 17,3% dijo no saber.
En el caso de los votantes del Partido Nacional, un 68,4% respondió que sí, un 12,4% dijo que no y un 18,6% no sabía. En el Partido Colorado un 72,4% contestó que sí, un 12,9% que no y 14,1% que no sabía.
Como era previsible, los datos contrastan al observar a los que declararon haber votado al Frente Amplio: 19,9% piensa que sí, 49% que no y 30% no sabe.
La encuesta también muestra que a medida que avanza la edad, crece el porcentaje de personas afines a que la coalición compita como lema. El guarismo se ubica en 40,7% entre los 18 y 32 años y va subiendo hasta llegar a 54,6% entre los 78 y 98 años. En cuanto al sexo, los hombres son más proclives (45,8%) contra 41,3% de mujeres.
Diferentes miradas
Fabricio Carneiro –uno de los coordinadores de la UMAD y del estudio– señaló que era relevante comenzar a medir el “espíritu coalicional” en la opinión pública a medida que avanzaban las menciones e intenciones de los dirigentes políticos.
El doctor en ciencia política valoró, a su vez, que esperaba que la consideración positiva de los votantes del Partido Colorado fuera menor aunque señaló que la competencia en coalición en 2029 está muy presente en los líderes de esa colectividad.
Andrés Ojeda se mostró, durante toda la campaña electoral, como un “nativo coalicionista” y estas semanas ha transmitido su afinidad de discutir la idea de ir juntos en 2029.
La conversación también está instalada en el Partido Nacional y es una de las prioridades de la gestión del nuevo presidente de esa colectividad, Álvaro Delgado, quien ha dicho que deben evaluarse los pro y las contra.
De hecho, en la reunión previa a la asunción del nuevo directorio el lunes 7, el senador Javier García presentó una encuesta contratada a Opción en la que 82% de los votantes blancos manifestó que “le gustaría” que hubiera una candidatura única entre colorados y blancos. Un 15% dijo que no le gustaría y 2% que no sabía.
García dijo que para tomar una definición era necesario escuchar a dirigentes y militantes de todo el país y que la encuesta era un “aporte” para comenzar. “Tenemos que empezar a caminar hacia la coalición, a consolidarla y establecerla para la próxima elección”, manifestó a Telenoche.
Aunque es afín a la herramienta, uno de los que no ha expresado –ni en público ni en privado– una definición de fondo es Lacalle Pou. El expresidente se ha limitado a señalar que debe evaluarse integralmente la situación.
Una línea similar ha transmitido Pedro Bordaberry, quien enumeró en una columna en febrero en El País los argumentos a favor y en contra. “Mi intención es solo contribuir al análisis, poner sobre la mesa lo que entiendo debe considerarse (...) no estoy defendiendo una u otra opción, solo alertando que esto no es solo matemática o estadística”, escribió.
El senador colorado dijo que la suma de los votos a los partidos en octubre mostró que si iban juntos conseguían más bancas aunque se preguntó cuál era el “verdadero voto” de la CR. “¿El de octubre en el que compareció con cinco candidatos a presidente o el de noviembre cuando compareció con uno? Con un solo lema en octubre se tendrá tan solo un candidato a presidente. Por lo que la elección de noviembre, donde toda la CR fue unida detrás de uno solo, es la que más se asemeja a ello”, señaló.
“Tomando en cuenta el resultado de noviembre el FA no solo tendría la misma mayoría que hoy en el Senado (16) sino mayoría en Diputados (que hoy no tiene) con 52 bancas”, agregó y planteó que había dos elementos a considerar: el matemático y el de la estrategia para captar más votantes. “El matemático nos dice que es conveniente. El de la estrategia por el contrario indica que tener varios candidatos de distintos lemas permite ofrecer a la ciudadanía más opciones y obtener mejor resultado”, razonó.
¿Fusionismo?
Bordaberry consideró que, con la competencia en coalición, parecía volver una discusión que tiene más de ciento setenta años: la del fusionismo o la existencia de los partidos.
“Quizás fusionar dos partidos tan sólidos y fuertes no es el camino. Puede ser que sea mejor caminar juntos con comprensión de lo que unos sufrieron en Paysandú y otros en Quinteros”, agregó y habló de no perder “identidades y principios”.
Acerca de esta discusión, el historiador y politólogo Gerardo Caetano dijo meses atrás en una entrevista con El Observadorque a quien "más favorecería una visión fusionista de la coalición" es al Frente Amplio. “Es el sueño de siempre. (Carlos) Quijano decía ‘tiene que haber dos partidos: progresismo y conservadurismo’. En términos de inspiraciones: ¿un batllista auténtico puede sentirse sin diferencias con alguien que viene del herrerismo?”, expresó ante una consulta.
Por último, señaló que “en una democracia de partidos, licuar las identidades me parece un pésimo negocio para el país”.
¿Cómo lo hicimos?
El Observador, la Unidad de Métodos y Acceso a Datos de Ciencias Sociales (Udelar), y el docente en Estadística Juan Pablo Ferreira aplican, por primera vez a nivel masivo en Uruguay, un monitoreo de la opinión pública con encuestas no probabilísticas que permiten inferencias a través de modelos alternativos.
Este proyecto de encuestas —anónimas y cuyos datos no son usados con otros fines que académicos y periodísticos— es una apuesta a la innovación en la aplicación de nuevos modelos de investigación social, la confección de trabajos comunicacionales de calidad e independientes (no reciben apoyo de empresas ni de políticos), y la elaboración de documentos académicos que permiten generar conocimiento.
Para este sondeo fueron encuestados 3.383 voluntarios, entre el 12 y el 18 de junio de 2025.
A continuación puede conocer más detalles metodológicos:
FICHA METODOLOGÍA JUNIO 2025 (1).pdf