La información se confirmó este viernes en un acto con la presencia de la ministra y el subsecretario de Salud Pública, Karina Rando y José Luis Satdjian, respectivamente; la directora general de Salud, Adriana Alfonso; la subdirectora de la división, Jaquelin Coronato; la directora del Programa de Salud en la Niñez, Victoria Lafluf, y el director de la Agencia de Monitoreo y Evaluación de Políticas Públicas, Hugo Odizzio.
Rando explicó que la prestación consiste en otorgar un dispositivo de monitoreo continuo de glucosa a embarazadas mayores de 22 años afectadas por diabetes tipo 1 y 2, es decir, que sean insulinodependientes o requieran múltiples dosis de insulina. Añadió que también recibirán cobertura las mujeres que durante la gestación requieran insulina y recordó que, en 2023, se incorporó este dispositivo para todas las personas diabéticas de hasta 21 años, por lo que esta prestación amplía la cobertura.
El dispositivo permite un monitoreo continuo de la glucosa en sangre de las embarazadas y, no solo en algunos momentos del día, lo que permite una mayor eficacia en el control de la enfermedad y repercute favorablemente en la prevención de enfermedades y la reducción de la morbimortalidad del binomio madre-hijo. Añadió que la prestación se extiende desde el diagnóstico de embarazo hasta el alta asistencial.
La jerarca precisó que, según diversos estudios científicos, las madres diabéticas que no realizan controles de glicemia frecuentes tienen más posibilidades de desarrollar complicaciones de salud tanto ellas como sus bebés. En el caso de los niños, pueden desarrollar retardo del crecimiento intrauterino, malformaciones congénitas e incluso se puede producir un incremento de las muertes fetales y la mortalidad neonatal, además de padecimientos de diabetes tipo 1 y 2 y resistencia a la insulina de forma más frecuente que otros niños.