Un estudio de mercado que consultó a 500 hombres y mujeres (consumidores finales y dueños de comercios), constató que seis de cada 10 uruguayos cree que el dinero en efectivo va a dejar de existir dentro de 10 años y que en los últimos cinco años el uso de efectivo se ha reducido en un 44%
El relevamiento, realizado por Fiserv, se enfocó en los medios de pagos más usados por los uruguayos, así como sus hábitos de compra y las tendencias de uso de los diferentes instrumentos disponibles.
En ese sentido, el estudio señaló que el medio de pago preferido por los uruguayos es la tarjeta de débito en un 60%, seguida del efectivo (16%), la tarjeta de crédito (14%) y otros instrumentos (10%).
"La tarjeta de débito y el efectivo resultan los medios de pago preferidos y principales por sobre la tarjeta de crédito, por sus atributos ligados a la rapidez y la comodidad", señaló el informe y detalló que si bien el efectivo es el segundo elegido, el uso del dinero físico ha caído en comparación con años anteriores, donde el porcentaje era superior al 20%.
De forma contraria, el relevamiento encontró que ha ido ganando terreno el uso de celulares (tanto a través de transferencias como de códigos QR) para pagos o compras. En concreto, seis de cada 10 personas encuestadas dijeron utilizan el celular habitualmente para los pagos digitales, principalmente para hacer transferencias a través de las aplicaciones bancarias y para realizar compras por internet.
Asimismo, el estudio reveló que los pagos con contactless y las billeteras virtuales "están en crecimiento", pese a que su penetración aún "sigue siendo baja, debido a la desconfianza y falta de disponibilidad en comercios".
En relación al uso del efectivo, el informe de Fiserv señaló que "la evolución de la digitalización de la economía ha facilitado significativamente la disminución en el uso" del dinero físico y explicaron que, en promedio, se usa casi un 50% menos de efectivo que hace cinco años atrás.
Al ser consultados respecto a cuán difícil sería abandonar el efectivo, 27% respondió que sería "muy fácil", 28% dijo que le resultaría "fácil", 31% indicó que no sería "ni fácil ni difícil", mientras que el 16% restante sí admitió que le resultaría "difícil" o "muy difícil".
Sobre este punto, seis de cada 10 uruguayos está convencido de que dentro de 10 años el efectivo dejará de existir en el país y los pagos pasarán a ser 100% virtuales.
Los usos de cada medio de pago
En relación a las situaciones en las que se usa cada medio de pago, el estudio de Fiserv constató que la tarjeta de débito se usa principalmente en las compras en supermercados, carnicerías, restaurantes, cine y teatro, y para el pago de servicios.
En tanto, el uso de la tarjeta de crédito está más asociado a compras más importantes como viajes, artículos de tecnología e indumentaria; mientras que el efectivo sigue siendo más usado para compras diarias y de menor valor, principalmente en panadería, carnicería y verdulería.
Desde Fiserv explicaron que las diferentes situaciones de uso, demuestran "la adaptabilidad de los diferentes métodos de pago a las necesidades de los usuarios. El efectivo y la tarjeta de débito resaltan como aliados en el control y orden en el manejo del dinero, mientras que la tarjeta de crédito es, por el contrario, el acceso a lo deseado".
El desafío de la seguridad y los fraudes
El estudio de Fiserv encontró que uno de los desafíos más fuertes vinculados con la "velocidad que tomó la transformación de los medios de pago es en el ámbito de la seguridad".
En ese sentido, el informe constató que uno de cada cinco usuarios uruguayos ha sido víctima de fraudes en medios de pagos, lo que "limita la adopción de tecnologías más modernas, como pagos por QR o redes sociales". De acuerdo con los encuestados, las estafas y los fraudes son una fuente de preocupación y una de las barreras más importantes al momento de incursionar en nuevos medios de pagos.
En detalle, el relevamiento señaló que el 20% de los usuarios finales sufrió alguna estafa con medios de pago. De ese total, el 71% fueron robos de tarjetas/datos; robo de datos de las aplicaciones bancarias (13%); hackeo de billetera virtual (8%) y otros (18%).
Entre quienes sufrieron algún tipo de incidente de seguridad, el 40% dijo que logró resolverlo pero que perdió el dinero, el 37% logró resolverlo y recuperó el dinero; mientras que el 23% no logró ni resolver el problema ni recuperar el dinero.
Ante esos fraudes y estafas, la mayoría realizó al menos algún cambio en sus hábitos, tales como dejar de utilizar ese medio de pago con el que tuvo el incidente de seguridad, no entregar las tarjetas y pedir que el pago se realice en presencia del usuario, no comprar en tiendas virtuales desconocidas, entre otros.