Una asamblea de trabajadores de Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) ratificó una propuesta elaborada por el gobierno días atrás para la reapertura de la planta de Minas. El acuerdo para la vuelta de la actividad en Lavalleja incluye un tope a la importación de latas procedentes de Argentina.
La semana pasada, representantes de la compañía y de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) aceptaron en el Ministerio de Trabajo (MTSS) una fórmula para destrabar el conflicto y retomar la producción cervecera en Lavalleja.
El objetivo de la asamblea del sindicato de FNC, realizada este jueves por la mañana en el Club Cordón, fue analizar los detalles de la propuesta de reapertura. El presidente de la FOEB, Fernando Ferreira, dijo a El Observador que hubo aproximadamente 1.000 trabajadores de la compañía. Añadió que el preacuerdo fue aprobado por unanimidad.
La planta de Minas reabrirá en agosto aunque todavía no está confirmada la fecha. Ferreira comentó que en primera instancia se efectuarán tareas de mantenimiento y en setiembre se retomará el envasado de latas de Patricia, Pilsen y Norteña.
Uno de los puntos incluidos en el preacuerdo, planteado por el sindicato, fue establecer un tope a la llegada de latas provenientes de Argentina. Luego de varias negociaciones se acordó que la importación no podrá superar el 30% de la prpoducción anual de la planta de Minas.
Ferreira informó que el año pasado FNC importó 4 millones de cerveza en lata. Con la base de la nueva fórmula, la fábrica de Minas debería envasar unos 12 millones de litros para repetir la cantidad de importación. "Es una manera de proteger la producción nacional", comentó Ferreira.
En principio retomarán tareas 59 de los 98 operarios fijos y afiliados al sindicato. El resto de la plantilla se compone de 35 trabajadores no afiliados y 19 zafrales.
Además, FNC planteó un plan de retiros incentivados para aquellos que estén de acuerdo con el cese de actividad y para los que tengan una edad próxima a la jubilación.
Anuncio de cierre y preacuerdo por planta de FNC
El 10 de mayo FNC había emitido un comunicado en el que explicaba los motivos del cierre de la planta de Minas. Entre varias razones mencionó la falta de competitividad que atravesaba la industria cervecera uruguaya, afectada por la llegada de productos importados de países limítrofes.
“Esto lleva a que hoy en día en FNC operemos con una capacidad ociosa de más del 50% en nuestras cervecerías que vuelve aún más ineficiente a la operación productiva”, dijo.
FNC también mencionó los altos costos de producción de Uruguay en comparación con países cercanos, la baja productividad y la presión fiscal “especialmente distorsivas en cervezas retornables”.
Según la empresa, la suma de esos factores generó una capacidad ociosa en las dos plantas y por eso se definió que solamente una continuara en actividad.
“Con mucho pesar hemos decidido avanzar con el cierre de la planta de Minas y concentrar la producción en la de Montevideo”, concluyó el comunicado.
A partir del anuncio el gobierno activó rápidamente dos mesas de negociación: una para analizar aspectos laborales y otra sobre temas productivos.
Luego de varias semanas de diálogo el gobierno delineó una fórmula para la reapertura de la fábrica minuana.
El preacuerdo entre la compañía y el sindicato se alcanzó el viernes 21 de junio a 40 días del anuncio del cierre definitivo de la planta de Minas.