Partió desde su Maldonado natal en en el 2003 buscando nuevos horizontes en España como entrenadora de patín artístico, ya que la crisis había expulsado a cientos de jóvenes fernandinos en busca de mejores oportunidades de trabajo. Hace cuatro años, durante la pandemia, inició un largo proceso para transformarse en Enith: un cambio de género que no solo le devolvió su identidad, sino que la impulsó a transitar otros caminos en el diseño y el modelaje hasta convertirse en la nueva Miss Trans España.
Enith, que significa en galés "amante de las cosas bonitas", conversó con El Observador sobre este cambio de vida y su nueva proyección profesional: "Me fui de Maldonado siendo Sebastián hace 21 o 22 años a la aventura, nuestro país vivía una gran crisis. Soy parte de una generación que emigró para buscar una oportunidad, además tenía inquietudes artísticas y de progreso profesional; era un momento muy difícil para Uruguay. Llegué a la Costa Brava de Catalunya y luego me mude a Barcelona. Comencé a trabajar en hotelería, luego en tiendas de ropa y a meterme en el mundo de la moda. Estudié escaparatismo, estilismo y producción audiovisual para volcar esa inquietud en el séptimo arte. Así que trabaje en muchas producciones audiovisuales".
¿Cuándo llega ese cambio?
Pasaron muchos años para que Enith salga a la luz. El proceso comenzó en Uruguay cuando comuniqué a todos cómo era y quién era, salí del armario, asumí que era gay y hubo un antes y un después porque comenzó una etapa de felicidad. En España tuve un buen desarrollo profesional y artístico pero también deportivo porque soy entrenadora de patinaje; hasta que llego el Covid, se cerró todo y moría mucha gente. En Italia fue tremendo. Tengo imágenes de pistas de hielo de patinaje llena de cadáveres, ya que no había lugar para ponerlos. Horroroso. Todos tomamos conciencia de que cualquiera podía ser el próximo y esa situación me llevó a hacer un break (quiebre): si yo no hacía todo lo que deseaba hacer tal vez no habría otra oportunidad. "Hasta aquí llegué siendo Sebastián, comienza una nueva etapa". Así que durante la pandemia pedí cita con mi médica para iniciar este proceso. Fliparon porque en ese momento el mundo estaba convulsionado pero yo seguí adelante para gestionar el tratamiento, porque siempre fui un chico con una femineidad increíble, siempre me sentí como una chica, pero en esos años en Uruguay no era bien visto y ser trans era algo próximo a la prostitución. Deberían aceptarme tal cual era, porque a mi me gusta mi femineidad. Por suerte el tiempo ha ido cambiando, hay una evolución y esa evolución es la que me ha permitido dar ese paso, porque el mundo ahora ya está preparado para eso.
¿Cómo asumieron tu nueva identidad, cómo fue esa presentación de Enith?
Todo fue un proceso, de la noche a la mañana no se hace Roma. Si bien había comenzado con el tratamiento hormonal y las visitas a los médicos, porque mi cuerpo era el de Sebastián, tampoco quería ir disfrazada. Yo no tenía prisa y quería que el proceso fuera lo más natural posible. A partir de ahí algunos diseñadores comienzan a verme como modelo para vestimenta.
No solo como modelo de pasarela, sino ya en un proceso para competir para Miss Trans
No esperaba ir por este camino, como te dije fue una transición lenta, y empezaba a ver que todo florecía. Esos cambios me gustaban. Un día veo un casting de misses y me acerqué, porque he ido a muchos castings como extra o papeles de producciones fílmicas, cine, he trabajado para Disney Channel. Entonces, como soy muy aventurera, me anoté en ese casting y me llamaron. Ahí les dije que estaba en el proceso de cambio y me respondieron que mi naturalidad les había gustado, yo seguía con mis estudios de modelaje para desfilar y producciones publicitarias. Me presenté al certamen y quedé, gané como Miss Guadalajara (ciudad de Castilla-La Mancha) y hubo mucha repercusión en al prensa local por ese logro. Yo vivía en un pueblo, así que comencé a tener cierta notoriedad, y empezaron a llamarme de la prensa nacional para hacerme notas ya que iba a competir por Miss Trans España. Me presento y lo gano. Obtengo la corona como Miss Trans España. Imaginate, fue un aluvión de entrevistas. Luego me llevan a competir en un certamen internacional y quedo como primera finalista, el impacto mediático fue mucho mayor. Nunca me imaginé una experiencia tan fuerte, porque gané el primer certamen español de chicas trans, la primera edición realizada y ganada por una chica uruguaya.
¿Esta corona impulsó nuevamente tu carrera profesional?
Fue increíble. Comenzaron a llamarme para modelaje, para hacer producciones publicitarias, para desfilar, para ir a eventos, pequeños papeles de cine, para otros castings, dar charlas. Fue un gran cambio.
¿Cómo convive esta nueva profesión con tu trabajo de entrenadora de patín artístico?
Anteriormente al certamen trabajaba en Tele 5, en un programa como estilista de moda hablando de los looks, de cómo venía la tendencia y cómo estaban los participantes, como especialista en moda. Ahí ya tenía que compartir la actividad con la de entrenadora. Luego, a partir del certamen Miss Trans, comencé a dedicarme a esta nueva profesión y fui dejando el patinaje. Me he dedicado muchos años a la competencia de alto rendimiento, hemos sido campeonas en Madrid y mis niñas están en el top ten.
¿Cuándo llega la distinción de persona más influyente en España?
Los premios Europa han sido por mi trayectoria deportiva y el año pasado obtuve otras distinciones por visibilidad del colectivo trans, porque tal vez sea de las pocas que no tiene que dedicarse a la prostitución. Es algo que vale la pena resaltar: en el colectivo muchas se ven obligadas a ejercerla porque no encuentran otro trabajo, es un tema muy complejo que afecta a las chicas trans en todas partes. Hay que trabajar para que tengan la oportunidad de dedicarse a lo que desean y no tengan que caer en un mundo clandestino. Hay que trabajar mucho para que la inserción laboral sea como la de cualquier persona, porque las consecuencias psicológicas del mundo clandestino y marginal son tremendas.
¿Qué planes tenés para el futuro?
En principio terminar unos trabajos y contratos que tengo por acá en España por verano y luego sobre noviembre volver a Uruguay. Hace seis años que no voy a mi tierra, y será la primera vez siendo Enith. Me había contactado alguien para un reality en Uruguay a principio de año, ahora iré para explorar esa posibilidad y algún otro ofrecimiento laboral dentro del mundo de la moda.
¿Cuando decís reality te referís a MasterChef o Gran Hermano Uruguay?
Me encantaría [participar de] Gran Hermano. Sé que habrá una edición Uruguay y me gustaría postularme para ese gran show. Podría ser una revelación en la televisión uruguaya, porque soy una persona que tiene mucho para aportar. Me gusta ese juego, tengo ganas de correr ese riesgo y seguro que para los productores podría ser toda una revelación. Para mí sería un planazo. Así que, si estáis leyendo esta nota productores de GH, yo quiero ir a dar un gran show y competir para ganar.