Ahora que ya pasó poco más de un día, Mariana Garaza puede pararse y pensar en el momento que vivió en la noche del domingo 1°, cuando durante algunos minutos fue protagonista directa del show de Lenny Kravitz en el Estadio Centenario, el primero que dio el músico estadounidense en Montevideo en su carrera.
Esta fan de Lenny Kravitz poco se imaginaba que cuando su esposo le regaló la entrada el día que salieron a la venta, meses después iba a terminar abrazada al músico, sacándose una selfi con él y que este se iba a poner de rodillas ante ella y besarle la mano.
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"Fue una locura, ahora ya estoy un poco más tranquila", reconoce en conversación con El Observador. También reconoce que no se imaginaba que Kravitz iba a tocar alguna vez en Montevideo, y tenía asumido que para verlo iba a tener que viajar a Buenos Aires. Por eso, cuando anunció su visista a Uruguay, no lo dudó: iba a ir, y con la entrada más cara y más cercana al escenario.
"Lo escucho hace mucho, al menos hace 15 años", dice sobre su relación con la música del artista estadounidense de 60 años. "Siempre me gustó la música en inglés, y me fui enamorando de sus canciones, pero me gusta todo el combo: su música, su imagen, su estilo, y también su personalidad. No solo me parece un artista muy completo, también se lo ve como alguien muy cálido y agradecido. De hecho en el show agradeció todo el tiempo. Y el abrazo que me dio fue muy cálido, además de que acceder a que yo suba al escenario muestra eso".
"Dejé a mi esposo en casa": la bandera con la que llamó la atención de Lenny Kravitz
Lenny Kravitz
Lenny Kravitz en su show en Montevideo
María Noel Robaina
Promediando su show en el Centenario, Kravitz bajó del escenario y comenzó a caminar por el espacio que lo separaba del sector VIP ubicado frente a él, saludando al público y cantando entre ellos. En ese momento, Kravitz avistó una bandera que le llamó la atención.
En inglés, decía "Lenny, dejé a mi esposo en casa solo para que vos me des un abrazo". Luego de pedir que se la acercaran y mirarla con más detenimiento, Kravitz empezó a hacer el gesto con su mano para que su propietaria se acercara.
"Me tiré y le empecé a gritar mezclando idiomas. 'Soy yo, yo dejé a mi husband', le decía. Me empezaron a empujar para que subiera. Yo no caía. Había visto shows de esta gira y sabía que se acercaba, pero no pensaba que iba a terminar subiendo al escenario", contó Garaza.
El cartel en cuestión lo hizo luego de conseguir su entrada para el show. "Al principio había pensado en algo más tranqui, pero en juntadas con amigos y con mi propio esposo, que fue el que me regaló la entrada, pensamos en algo más llamativo. Y quedó esta. Tenía fe de que si la veía, me daba el abrazo, pero fue mucho más", afirmó la fanática.
"No le saques los lentes"
Garaza cuenta que durante todo el momento quedó "en trance". Acompañada por un miembro del equipo de seguridad, fue escoltada hasta el escenario para su mano a mano con Kravitz. Mientras caminaba hasta ahí, solo recibió un aviso: "No le saques los lentes, que no le gusta".
Mientras recibía la ovación de toda la Tribuna Olímpica, Garaza se acercó a Kravitz, que la esperaba de brazos abiertos. "Mientras lo abrazaba le agradecí, y él me abrazó más fuerte", recuerda emocionada.
En su teléfono tiene ahora una selfi con el músico, que ya porta como su foto de perfil en redes sociales. "Voy a hacer un cuadro", afirmó.
