El triunfo que Peñarol logró este viernes de noche ante Defensor Sporting en el estadio Luis Franzini pretende ser una marca del equipo de Diego Aguirre para el Campeonato Uruguayo. Por la forma en que lo consiguió, jugando con 10 durante 82 minutos por la increíble expulsión de Leo Coelho, y porque Leo Fernández asumió el papel protagónico que este plantel le pide, los aurinegros pasaron un aviso para lo que sigue en esta temporada.
Sin chances de pelear por el Torneo Apertura (el trofeo terminará en las vitrinas de Liverpool) como consecuencia del pésimo arranque de temporada, Peñarol empezó a despertar y esa es una gran señal para el entrenador, que vuelve a encontrar el punto a su equipo, y para sus hinchas que comienzan a ilusionarse con la vuelta de Leo Fernández a sus goles y a su mejor versión.
El 10 volvió a ser clave, pero no el único importante en un equipo que mostró otros puntos altos:
- la actuación de Martín Campaña en el arco, clave para evitar dos goles (uno de Maxi Gómez y otro de Montoya) y para iniciar el contragolpe que terminó en el 1-0 de Peñarol, debido a que con la forma en que puso en ataque el balón para la salida rápida sorprendió a Defensor Sporting, que pagó un alto precio en un momento decisivo del encuentro;
- Ignacio Sosa jugó un partidazo en el mediocampo, en donde asume un rol que le queda muy bien y potencia a su equipo con ese juego que es fundamental para que el resto fluya.
En ese escenario favorable, Peñarol construyó un triunfo sufrido y gozado ante Defensor Sporting.
Porque supo cerrar filas en el primer tiempo cuando quedó con 10, por la roja a Leo Coelho, y aguantó hasta la segunda parte, con un enorme esfuerzo físico, para llevar el partido al mejor lugar, cuando claramente Leo Fernández empezó a dar señales de que estaba metido nuevamente en el partido y no preocupado por protestarle al árbitro. El 10 debió ser expulsado a los 23 minutos cuando fue a reclamar por una falta y pechó a Mathías de Armas.
Equilibrado futbolísticamente (a costa de un gran despliegue de los 10 jugadores que quedaron) y anímicamente, el equipo de Aguirre terminó cerrando un gran partido.
El entrenador le dio al equipo el giro justo con el ingreso de Alexander Machado por un Maxi Silvera que ya había dado el resto (no tenía más nada para aportar), quien revitalizó el ataque en el final del encuentro y aportó una gran lectura en la jugada del gol, porque el delantero aguantó la pelota, esperó a Leo Fernández, para entregarle el balón en el lugar en el que el 10 es letal.
Está volviendo Peñarol, lleva cuatro triunfos consecutivos (1-0 a Danubio, 4-2 a Miramar Misiones, 2-1 a Wanderers y 1-0 a Defensor Sporting; serán cinco cuando el tribunal confirme la victoria ante Cerro) y en el Franzini pasó un mensaje para el Campeonato Uruguayo.
Quedó a un punto de Nacional en la tabla del Torneo Apertura, está entreverado entre los primeros, y parece dispuesto a comenzar a pulsear por su gran objetivo del año: el bicampeonato en el Uruguayo.
Peñarol se empieza a mostrar nuevamente con buena salud y es una señal para el equipo de Aguirre que sabe de lo que es capaz de hacer, porque la temporada 2024 le enseñó que no tiene techo, si todo termina rodando con orden, disciplina y fútbol.
