El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) remitió al Parlamento un proyecto de ley para ajustar y clarificar las normas de circulación vinculadas a los giros y cambios de sentido, con el objetivo de unificar criterios de fiscalización en todo el territorio nacional.
			 Según el texto, la modificación “tiende a resolver aspectos puntuales de interpretación que se han constatado en la aplicación de la normativa vigente”, en particular sobre el artículo 17, numeral 6, de la ley n° 18.191. Ese artículo establece: “El conductor de un vehículo que cambia de dirección o de sentido de marcha debe dar preferencia de paso a los demás”.
 
			 Diferencias de criterio y necesidad de precisión
 El MTOP fundamentó que, pese a la definición vigente, “se han constatado diferencias en la interpretación de dicha norma y, por consiguiente, los ciudadanos se ven expuestos a criterios de fiscalización distintos”.
 
			 Con este argumento, el proyecto plantea modificar la redacción para “garantizar igualdad de condiciones a todos los habitantes del territorio, independientemente de su lugar de circulación, y en consonancia con los principios de justicia, eficiencia administrativa y protección del bien jurídico central: la vida y la seguridad de las personas en el tránsito”.
 
			 La propuesta introduce una precisión clave: “El conductor de un vehículo que cambia el sentido de marcha o de dirección debe dar preferencia de paso a los demás. Mantiene la preferencia de paso el conductor que va a cambiar la dirección únicamente respecto al otro conductor que enfrenta un cartel de pare o ceda el paso en la misma dirección”.
 Cómo se aplica hoy y qué busca corregir la norma
 El director general de la Unasev, Marcelo Metediera, explicó a Montevideo Portal que, en la práctica, la ley no se respeta de forma uniforme. “Vos a veces venís por una calle preferencial, vas a doblar y tendrías que parar porque cambiás de sentido de circulación, pero en los hechos eso no pasa. La gente dobla nomás”, afirmó.
 Metediera aclaró que la situación no se vincula directamente a los siniestros de tránsito, pero sí genera infracciones frecuentes: los conductores “están quedando en falta en términos jurídicos”. Además, señaló que el hábito está “demasiado generalizado en el país como para trabajarlo en términos educativos”.
  El proyecto de ley busca, por lo tanto, dejar por escrito una interpretación homogénea, reforzar la seguridad jurídica y estandarizar los controles de tránsito en todo Uruguay.