Dentro de las aspiraciones de Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, de buscar un liderazgo sostenido en el ámbito climático a nivel global se manifiesta una fuerte tensión contra los objetivos del país en crecer en materia de la comercialización del petróleo.
El gobierno de Brasil tiene como meta convertirse en el cuarto mayor productor de petróleo a escala mundial, objetivo que choca con los ideales de Lula de liderar en materia climática.
Según informa el Financial Times, existe una tendencia hacia la identificación de nuevos yacimientos bajo el lecho marino, incluido un controvertido plan para perforar en busca de petróleo en aguas profundas frente a la desembocadura del Amazonas.
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Financial Times
Este objetivo del gobierno de Lula ha sido puesto en duda por activistas que sostienen que esta idea choca con la búsqueda de sustentabilidad que a liderado el presidente de Brasil.
"No se puede ser un líder en materia de medio ambiente y clima y al mismo tiempo convertirse en un megaproductor de petróleo", dijo Suely Araújo, coordinadora política del Observatorio del Clima, según el consignado medio.
Pese a la apuesta de Lula en materia medioambiental muchas personas dentro del Partido de los Trabajadores (su partido) y fuera del mismo creen que la riqueza del petróleo con la que cuenta Brasil es un ingrediente clave para el desarrollo del país.
Quienes están a favor de aprovechar la riqueza de hidrocarburos de Brasil dicen que, aunque se espera que el consumo mundial de crudo disminuya con la transición hacia energías más limpias, seguirá siendo parte de la matriz energética mundial durante décadas. De esta forma, sostienen que los ingresos por las ventas de petróleo y gas serán importantes todavía dentro de varias décadas.
Según recuerda el consignado medio en base a expertos en energía de Ember, hoy Brasil generó el 89% de su energía en 2023, siendo líder en generación de G20 a nivel internacional.
"Estamos poniendo en práctica una política de transición, pero no podemos pagar el precio solos", dijo el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, según recabó el Financial Times.
"¿Por qué Estados Unidos y Arabia Saudita pueden seguir siendo proveedores de petróleo y Brasil no? Es un desajuste y a menudo hay una demanda hipócrita de países que no tienen petróleo", agregó.
Pese a esto, científicos como Carlos Nobre de la Universidad de São Paulo sostiene que debido al aumento rápido de las temperaturas buscar nuevas exploraciones de petróleo en Brasil u otro país no tienen razón de ser.
"Si continuamos con los combustibles fósiles actuales, llegaremos a 2050 con grandes emisiones y la temperatura superará los 2,5 grados", dijo el científico, según recordó el consignado medio.
Aunque exista la negativa de muchos, hoy en día el petróleo crudo representa el segundo producto más importante en exportaciones para Brasil, después de la soja. Representando alrededor del 10% del PIB.
Hoy la producción diaria de petróleo es de 3,2 millones de barriles en junio, aproximadamente el 3% del total mundial, siendo China el mayor comprado de este material al país sudamericano.
"Para que Brasil lidere la COP30, no puede ser un país que todavía defienda el aumento de las emisiones de los combustibles fósiles", afirmó Nobre. "Realmente tenemos que llegar a cero, porque tenemos un potencial tremendo en energías renovables y espero que el gobierno de Lula vaya en esa dirección", añadió en declaraciones consignadas por Financial Times.
Así bajo el marco de un crecimiento en la producción de petróleo y la búsqueda de la preservación del medio ambiente, Lula tendrá que convencer al mundo exactamente de lo que esto significa y hacia que camino quiere dirigirse.