El informe de la organización estadounidense era uno de los que esperaba el Frente Amplio para pronunciarse sobre los resultados de los comicios venezolanos
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, en una conferencia de prensa en la CNE
FEDERICO PARRA / AFPEl Centro Carter de Estados Unidos afirmó que las elecciones en Venezuela no pueden ser consideradas como democráticas, y denunció distintas irregularidades de su proceso, que no se ajustó a los "parámetros y estándares internacionales".
El dictamen de este centro era uno de los que esperaba el Frente Amplio para pronunciarse sobre el resultado en Venezuela. En un comunicado publicado el pasado lunes, el partido marcó que esperaba "la publicación, por parte del Consejo Nacional Electoral, de la totalidad de las actas con los datos desglosados por mesa electoral", y añadió que estaba "atento a los informes de los observadores del Centro Carter y el Panel de Especialistas de ONU".
"La elección presidencial de Venezuela de 2024 no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerada como democrática", se lee en el comienzo del comunicado que el Centro Carter publicó este miércoles.
El organismo, que envió 17 observadores a Venezuela, indicó que no pudo "verificar o corroborar" la "autenticidad" de los resultados presentados por la Comisión Nacional Electoral (CNE), que dieron como ganador al presidente Nicolás Maduro con un 51,2% de los votos.
"El hecho que la autoridad electoral no haya anunciado resultados desglosados por mesa electoral constituye una grave violación de los principios electorales", remarcaron desde la organización.
Según el centro estadounidense, el proceso electoral no alcanzó "los estándares internacionales de integridad electoral en ninguna de sus etapas relevantes" e infringió "numerosos preceptos de la propia legislación nacional".
Además, denunció la "parcialidad" del CNE "a favor del oficialismo" y "en contra" de la oposición.
Carter valoró que "pese a este contexto" el pueblo venezolano "se movilizó masiva y pacíficamente" para votar el pasado domingo, en una jornada que se vivió "de manera pacífica" a pesar de "las restricciones en el acceso a recintos para observadores nacionales" y "testigos de partidos", y de distintos "mecanismos de eventual presión" al electorado como "puntos de control partidario gubernamental" cerca de las mesas de votación e "incidentes de tensión y violencia" reportados en algunas localidades.
"En el número limitado de recintos visitados, los equipos de observadores del Centro Carter comprobaron la voluntad de la ciudadanía venezolana por participar en un proceso electoral democrático y demostrando su compromiso cívico como integrantes de mesa, testigos de partidos y observadores. Estos esfuerzos fueron desmerecidos por la ausencia de transparencia del CNE en la difusión de los resultados", lamentaron desde el centro.
Según el organismo, se registraron varias irregularidades durante todo el proceso electoral en Venezuela.
En lo que refiere al campo electoral, el centro reportó que "la actualización del registro de electores se realizó con numerosos inconvenientes", como "plazos muy cortos", pocos "lugares de inscripción" y "una mínima campaña de información y difusión públicas".
"El problema se agravó en el exterior, donde los ciudadanos enfrentaron barreras legales desmedidas, incluso arbitrarias, para inscribirse en el padrón en el extranjero", continúa el comunicado, que detalló que debido a esto hubo "cifras muy bajas de nuevos votantes" en el extranjero.
Para Carter el registro de partidos y candidatos "tampoco se adecuó a estándares internacionales". Por un lado, denunció que varios partidos de la oposición "han sufrido intervenciones judiciales en desmedro de sus liderazgos social y políticamente más reconocidos" para "beneficiar a personas afines al gobierno".
Por otra parte, marcó que la "inscripción de la candidatura" de los líderes opositores "se halló sujeta a la discrecionalidad de las autoridades electorales", que tomaron decisiones "sin respetar principios jurídicos básicos".
En cuanto a la campaña, desde la organización norteamericana entienden que "se desarrolló con un notable desequilibrio a favor del gobierno en todos los campos": mientras la campaña oficialista "contó con muy amplios recursos" en publicidad y medios, con un "abuso de recursos públicos", la oposición sufrió la "persecución e intimidación" de personas que "prestaron servicios o vendieron bienes para el proselitismo opositor".