Un grupo de 40 damnificados del “fondo ganadero” Grupo Larrarte –el primero del sector en caer– emitió un comunicado reclamando por acciones a nivel fiscal luego de que Jairo Larrarte fuera imputado con prisión preventiva por delitos de estafa, apropiación indebida y emisión de cheques sin fondo.
De acuerdo con el texto, hay varios inversores que aportaron información a la Fiscalía de Delitos Económicos liderada por Alejandro Machado pero no han recibido respuestas, así como tampoco ningún avance acerca de cómo transcurre la investigación.
“La pareja de Jairo, Marcos Ledesma, que también nos robó aún vive en un campo pagado por nosotros. El contador de la empresa, la abogada, la administradora de los campos, el personal de venta, todos ayudaron y se beneficiaron de la maniobra”, agrega el texto y puntualiza que ninguno de estas personas tuvieron consecuencias a nivel judicial.
A modo de ejemplo, mencionaron que el encargado de trazabilidad de Conexión Ganadera, Diego Quiroga, está siendo investigado por la Fiscalía pero les llama la atención que en el caso de Larrarte esto no suceda. “Quien manejaba la trazabilidad (en Grupo Larrarte), Antonella Martínez, ni siquiera está imputada”, indicaron.
Los ofrecimientos de Larrarte
En la misma misiva que escribieron los damnificados, se menciona que Larrarte le ofreció a uno de los inversores nombrarlo testaferro y poner bienes a su nombre con el fin de crear una Sociedad por Acciones Simplificada (SAS).
El hoy damnificado fue de los primeros en volcar sus ahorros al negocio de Larrarte, cuyas ganancias luego pasó a nombre de sus dos hijas, por lo que ellas también entraron en el grupo de personas que resultaron víctimas de la estafa.
Junto a su esposa, el hombre visitó varias veces los campos en los que Larrarte tenía animales a nombre de los inversores. Según declaró el damnificado a El Observador, se había generado una relación de cierta confianza, en la que la familia del empresario invitaba a la suya a Rivera.
“A lo largo del tiempo, y con el diario del lunes, vimos cosas un tanto extrañas. Por ejemplo, un día estábamos en una de las visitas y pasaron como 900 animales por la manguera. Se les sacaban la caravanas y luego se las ponían a otros, y Jairo estaba con la computadora al lado para hacer coincidir los números (en referencia al Dicose registrado en el Ministerio de Ganadería). Ese día terminaron de trabajar como a las 23:00 horas”, relató el hombre, quien prefirió no ser mencionado para no afectar a sus dos hijas.
Cuando el caso se hizo público, Larrarte visitó al inversor en su casa y antes de pactar la reunión, le dijo que era para hacerle una propuesta. “A mí me costaba creer que nos hubiera jodido, pero al mismo tiempo la realidad es una sola y yo no quería soltarle la mano porque tenía la sensación de que con esa forma no perdería el dinero mío y de mis hijas”, añadió.
Ese día, Larrarte le transmitió que tenía que pedirle un “favor” y le pidió poner bienes a su nombre, con el de crear una SAS que estaría dentro del rubro ganadero.
“La idea de eso era poder seguir generando dinero para mantener la estructura que él tenía, pagarle a sus empleados sobre todo, y a mí me garantizaba que seguía cobrando la rentabilidad cada 45 días como siempre”, añadió el damnificado.
La respuesta del hombre fue que lo consideraría, pero que debería consultarle a su esposa y que le gustaría mantener una reunión entre los tres. Un día después, Larrarte generó una videoconferencia por Zoom y en 52 minutos les explicó sus planes.
“De aquí a tres años, cuando el tema se enfríe, vas a vender la empresa y nos podemos dividir las ganancias”, le dijo el empresario imputado, según la grabación de audio. En esa misma charla, les aseguró que el tiempo en el que permanecerá en la cárcel no superará los dos años y se mostró “convencido” de que las autoridades no encontrarán ningún elemento que indique que cometió lavado de activos.
El inversor junto a su esposa le dijeron a Larrarte que entendían la propuesta, pero le pidió que se pusieran en contacto con sus abogados con el fin de “cerciorarse” que no cometería ningún delito.
Finalmente, desistieron de aceptar dado que entendieron que el tema ya estaba en la órbita de la Justicia y sería complicar aún más la situación legal de la familia. “Cada palabra que me dijo en esa reunión, es lo que está pasando con el caso”, consideró.
A su vez, contó que intentó ir a visitarlo a la cárcel pero la pareja de Larrarte le respondió que solo estaban recibiendo a familiares. “Lo que nosotros decimos es que si me ofreció a mí y no acepté, alguien puede haber aceptado”, contó.
En qué está la investigación
Desde el Ministerio Público informaron que, hasta el momento, no tienen ninguna línea de investigación que indique que Larrarte logró mantener bienes o dinero de los inversores tras colocarlos a nombre de un tercero.
La prisión preventiva contra Larrarte vence la primera semana de agosto, pero se espera que Machado pida una extensión dado que aún no ha recibido informes vinculados al presunto lavado de activos. Estos exhortos fueron enviados a instituciones financieras en el exterior, dijeron las fuentes.
En estos documentos se pide saber si existieron movimientos de dinero hechos a nombre de Larrarte o si cabe la posibilidad de que tenga propiedades en otros países por fuera de Uruguay.