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9 de diciembre 2024 - 5:00hs

La historia de Matías Valdez incluye un ascenso meteórico: gracias a un puñado de canciones que explotaron y transformaron su voz en una de las más escuchadas de la música uruguaya, el cantante oriundo del departamento de Florida pasó de manejar un camión a llenar dos Antel Arena y salir de gira por Argentina.

En una nueva entrega de Diálogos en Montevideo, Alejandro Fantino conversó con Valdez, que repasó su historia, el presente de su música, las sorpresas que su nueva profesión le ha dado en los últimos años y algunos de los sueños que todavía le quedan por cumplir.

AF: Gracias, Mati, por venir a conversar un rato.

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MV: Gracias a vos por invitarme.

AF: ¿Nunca dejaste la boina? ¿Se le llama boina también acá? Porque tienen nombres diferentes.

MV: Es la boina, sí. Es un tema bastante complejo. En realidad yo siempre anduve con la boina por el hecho de estar en el campo. Pero cuando arranqué los shows dije “me tengo que emprolijar”. Me encajé un saquito, me peiné, pero fueron los primeros tres shows, como que no era yo. Y en el tercer show justo estaba mi hermano y en la mitad del show me tira la boina, me la pongo y la gente entra a gritar y ahí dije: “se terminó el problema, no me peino más nunca” .

AF: ¿Conocés a Soledad Pastoruti? Revoleó un poncho en Galves porque se lo tiraron de abajo y la gente explotó y después lo hacía en todos los shows. ¿La boina es cómoda para el campo?

MV: Es un poco de identidad de comodidad. A mí me gustaba por justamente por ser del campo y como soy medio cabezón no me quedaban bien ni los gorros de lana ni los de sol. Y siempre me sentí cómodo con la boina. Me ayudó también a no tener que, digamos, vender algo que no soy.

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AF: Es que la gente cuando quiere, quiere lo que sos. No quiere lo que vos querés vender, quiere lo que sos. Te compraron porque sos eso.

MV: Es que es la parte linda, ¿no? ¿Qué te parece? Porque muchas veces pasa que los artistas quizás tienen que generar un personaje que vende.

AF: Cantás bien, componés bien y sos vos.

MV: Una de las cosas que más disfruto es justamente eso, no tener que haber generado un personaje y poder ser uno mismo.

AF: ¿Sos de Mendoza?

MV: Sí. De Mendoza Grande, que queda a 20 kilómetros del departamento de Florida.

AF: ¿Y seguís viviendo ahí?

MV: Ahora estoy en la ciudad de Florida, me mudé por practicidad, porque no me agrada mucho. Viajo mucho pero disfruto de llegar a casa. Ahora justo me estoy haciendo mi casa en un campito a 4 kilómetros de la ciudad de Florida.

AF: ¿Qué costumbres tuyas típicas te quedan? ¿Te seguís levantando temprano? Tengo entendido que llegaste a trabajar en un tractor y que fuiste camionero.

MV: En ese entonces me levantaba a las 5 de la mañana. Ahora me gusta levantarme temprano porque cuando me levanto tarde siento que el día se me fue volando pero también tengo semanas que arrancamos muy temprano con la gira. Esa semana trato de mantener el sueño cambiado para mantenerme despierto de noche. Porque si no llega la hora del show y estoy desecho. Y no rendís lo mismo, porque en realidad tu cuerpo ya está en hora de acostarse a dormir y vos tenés que entrar a un show a levantar todo el público.

AF: Yo tengo una criatura, un chiquito de cinco meses y medio, y a las siete y media a ocho lo bañás y a las ocho ya se duerme. A las seis está arriba y ahora estoy trabajando de noche, ¿vos cómo hacés para estar despierto?

MV: Lo que hago es un día antes me quedo despierto lo más que pueda, entonces al otro día duermo como un oso hasta las 12, la 1, las 2, o las 3 de la tarde. Y ahí ya arrancamos la gira, pero me mantengo despierto.

AF: ¿Cómo fue que nació todo esto?

MV: Es bastante loco, porque tenemos la banda desde los 14 años pero íbamos cambiando el cantante, esta es la primera vez que me toca cantar a mí. Nos conocimos en el liceo y así surgió la banda. Nadie había estudiado y nadie estaba preparado. Nos divertía hacer cumbia y divertir a la gente.

Diálogos en Montevideo Matías Valdez

AF: ¿Te acordás dónde nació la idea?

MV: En un recreo, jugando al futbolito. Nos entramos a juntar, empezamos a ensayar nadie sabía tocar. Éramos malos. Capaz que no nos dábamos cuenta. En ese entonces fue también justo que empecé a escribir, que empezamos todos a dedicarle un poco más de tiempo y un poco más de amor a la música. Fue muy difícil porque pasamos por tres bandas de nombres muy característicos: una se llamaba Quebrando estilo, otra Nuevo movimiento y después tuvimos Dame un beso. Hasta que justamente salió salió esta idea gracias a una productora, nuestra productora, la cual nosotros buscábamos desde los 14, porque todos buscábamos hacer un poco de ruido para llegar a ellos, porque tenían ellos la ventana de traer nuestras canciones y compartirlas con la mayor cantidad de público posible y que la gente después decida si gusta o no gusta.

AF: ¿Dónde fue o cuál fue el momento que dijiste: “mirá lo que acaba de pasar”?

MV: Hay dos momentos de esos. Uno es el llamado, y otro es el show que vos te das cuenta como que algo está pasando.

AF: Empezá por el llamado, en qué momento y quién.

MV: Lo loco de todo esto fue que nosotros ya habíamos pasado por todo ese proceso de bandas, ya todos estábamos metidos en nuestros otros trabajos. En mi caso estaba en el hecho de comprar una casa, un vehículo, el hecho de tener un mejor sueldo para el día de mañana estar más tranquilo. Era un momento que si bien no le podíamos dedicar el 100% de nuestro tiempo a la música, yo ya estaba en el camión y siempre andaba con la guitarra y en cualquier huequito subía algún videíto. Y eso fue lo que llegó a ellos. Justo un video se viralizó un poco y me llama el productor diciéndome si quería hacer un proyecto, una banda de cumbia y que yo quería cantar.

AF: ¿Quién era ese productor?

MV: Es 360 la productora. Me mandan un mensaje por Instagram.

AF: ¿Y vos paraste el camión cuando lo recibiste?

MV: Paré y en ese momento me emocioné, porque era algo que habíamos buscado todos. Todos estábamos en quizás otra vida en ese entonces, y hacer esto era arriesgarnos, aparte justo estábamos en pandemia.

AF: ¿Qué hacías en el camión?

MV: Estábamos en zafra. Ensilando sorgo. Arrancábamos a las 7 y hasta las 11 de la noche. Era mucho trabajo pero era muy divertido.

AF: Ahí te aparece el mensaje.

MV: Automáticamente le cuento a la barra que había surgido esta oportunidad, que me iba a reunir y a ver qué pasaba, pero por lo menos para que estuvieran al tanto de que podía surgir la oportunidad que tanto habíamos esperado. Me reúno y me dijeron: “este es un negocio de canciones, si tenés canciones, hay negocio”. Yo en ese entonces había escrito un par de canciones, pero no tantas. Me dijeron que primero teníamos que sacar unos covers para que me conozcan. Pero yo quería sacar los temas nuestros.

AF: Vos querías lo tuyo.

MV: En ese entonces nos entusiasmamos y salieron varias canciones.

AF: ¿Y tus amigos estaban en el barco?

MV: Eso es lo gracioso. Nosotros estábamos grabando canciones y con la cuarta canción que fue Quédate arrancamos a tocar, en ese entonces ensayábamos por las dudas.

AF: Mientras componías, ¿seguías con el camión al lado de la casa?

MV: Tenía un margen de 5 o 10 minutos libres entre cada cargada. Les mandaba audios a los gurises con el motor sonando atrás. Después de la cuarta canción empezamos a tocar y se nos complicó con el otro trabajo.

AF: ¿Y qué hacían los otros?

MV: La mayoría camioneros, uno administrativo y uno trabajaba en un super. Éramos todos más o menos del mismo rubro.

AF: Qué lindo que a gente como a ustedes les vaya bien. Es que le puede pasar a cualquiera si les toca a ustedes.

MV: Esto es lo que uno trata de demostrar. Entre otras cosas

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AF: Sabés que yo hace 30 años que entrevisto, y me tocó entrevistar a mucha gente del deporte, del espectáculo, artistas, consagrados, egocéntricos, buena gente, humildes, soretes, de todo. Me pasé 30 años entrevistando. Pero hay una cosa, hermano, que no falla: cuando te llama desde adentro lo que tenés ganas de hacer, no falla.

MV: El tema es no rendirse, porque más tarde o más temprano va a llegar la oportunidad.

AF: ¿Cuál fue el show donde abriste los ojos?

MV: Fue la parte más linda y la parte más complicada la vez. Fue nuestro tercer show en un boliche de acá. Ahí teníamos cuatro canciones y el resto completamos con covers. Empezaron a cantar nuestra canción. Y yo no canté ninguna de las canciones nuestras porque las cantaban ellos. Ese fue el click de que lo que soñé estaba pasando. Fue quizás la sensación más linda que he tenido a lo largo de todo esto. Nos hemos emocionado con un montón de cosas, por ejemplo con llenar el primer Antel Arena, con poder volver a hacerlo en el segundo. Pero esa fue la primera vez, y no se olvida nunca. Y empezaron a salir los shows y ahí se vino la complicada por los otros trabajos.

AF: ¿Estaban cantando las canciones de ustedes y el cajero seguía en el supermercado?

MV: Sí. Todos volvimos. Estábamos felices y agotados, porque eran muchas horas. Y además todo lo lindo tiene cosas más complicadas. Porque empezaron a salir shows y evidentemente teníamos que elegir: o el sueño o teníamos que comer. Además estábamos en plena pandemia, donde nuestros trabajos no pararon pero el resto era complicado. Todos nos arriesgamos y salió bien.

AF: ¿Ahora con qué soñás?

MV: Hoy, después que se cumplieron un montón de sueños, uno se anima a soñar un poco más. Es decir soñamos con tocar en un par de bailes y festivales acá, pero fue mucho más que eso. La primera vez que tocamos en Argentina, no lo podíamos creer. La primera vez fue en Santa Fe.

AF: En mi provincia. Cuando sea gobernador armamos algo.

MV: Ahora estamos en la búsqueda de la permanencia, que es lo más difícil. Por eso uno tiene que ser frío, disfrutar pero mantener los pies sobre la tierra. Porque esto es así: te pones de moda y después la moda se termina y puede que te quedes o no. Y ahí te destrozás, emocionalmente y todo.

AF: El tema es cuando vivís como lo que trabajás. En tu caso no cambió nada: seguís con la boina, seguís viviendo en Florida, seguramente tus compañeros deben ser lo mismo. Hay mucho artista que empieza a vivir como lo que vende. Vos vendes y vivís de la misma manera. No tenés una ropa arriba del escenario y una ropa afuera del escenario. No te disfrazás de artista. Empiezan a querer cosas y pasan del motorhome al avioncito.

MV: No me gustan los aviones. Me pasó que cuando tocábamos en el Gran Rex, estábamos de gira y nos llamaron para un cumpleaños de 15 y no llegábamos por los tiempos y nos pagaron un avión. Subí pero sufro. Les tengo miedo.

AF: Cuando le preguntaron a Discépolo si se subía aviones dijo: “no, porque nunca vi un avión en chapa y pintura”. Cuando cae un avión no queda nada. Otra cosa ¿qué llamado te sorprendió?

MV: La más loca de todas fue la primera, que fue con Cavani. En ese entonces yo estaba trabajando todavía, a medio día paramos, miro y tenía un mensaje de Instagram de Edison Cavani y pensé que me estaban agarrando para la joda. Después fuimos a tocar al cumpleaños de su hija. Después tuve la oportunidad de conocer a Lucho (Suárez), a Nico de la Cruz, a Fede Valverde. Esa fue una de las más lindas, porque no fue un show, nos invitó a un asado.

AF: ¿Sos casado?

MV: Me separé.

AF: ¿Y tus padres que hacen?

MV: Mamá es limpiadora y niñera, y papá trabaja en el campo.

AF: ¿Hermanos?

MV: Un lote. Porque tengo dos papás. Uno que me crio y el otro de sangre. En un momento sé que algo pasó, pero yo no pregunté nada, cuando me contaron preferí llevarme bien con todo el mundo. Bien o mal, yo crecí con esas dos personas cerca.

AF: ¿Mascotas tenés?

MV: Se me murió el perro hace poquito. No supe qué le pasó, en realidad no era tan viejo, tendría 6 años. Fue rarísimo, llegué a casa de noche de la gira, le di de comer, al otro día le voy a dar de comer de vuelta y estaba duro. Era raza perro, lo encontré un día yendo para el tambo.

AF: ¿Cómo sigue tu tiempo?

MV: Hoy uno también disfruta de lo bueno, pero se estresa porque todos tus amigos dependen de que a este proyecto le vaya bien. Si no hay shows, nadie tiene trabajo. Entonces esa es una parte un poco estresante también, pero creo que entre todos nos apoyamos y hacemos cosas para que salga bien. Fuera de eso estamos contentos porque se nos abrió la puerta en Argentina hace dos años, estamos yendo bastante para allá.

AF: Gracias hermano mío, un crack total. La humildad que tenés pasa la pantalla.

Mirá la entrevista completa:

Embed - Entrevista a Matías Valdez | Diálogos en Montevideo

FUENTE: Carlos Lecueder

Temas:

Matías Valdez Alejandro Fantino Diálogos en Montevideo

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