Berrutti no era una persona que viniera con un linaje familiar de productores de carne, sino que creció en La Blanqueada (Montevideo) y desde allí comenzó a tejer una red de contactos que fue usando de forma inteligente, dando pasos firmes y mostrando seguridad.
Eduardo Blasina, periodista y analista agropecuario, contó a El Observador que Berrutti siempre fue una persona de consulta para tener idea del mercado de carnes en Uruguay, dado que es director de United Breeders & Packers (UBP).
Ese negocio comenzó en 2004, poniendo énfasis en la exportación desde Uruguay sobre todo en materia de carne vacuna y ovina.
“A raíz de los contactos que hicimos en el marco y de pedidos que algunas empresas uruguayas nos hicieron sobre determinados productos de carne de cerdo que no conseguían, comenzamos a explorar ese nicho de mercado”, recordó Berrutti en una entrevista con la revista Forbes en Uruguay.
La exportación de carne vino antes que la creación de Porfolio Capital, que hasta hace un tiempo llevaba el nombre de Portfolio Ganadero. Esta empresa está relacionada por tres sociedades anónimas: Reina Vaca, Oro Rojo, y Berrutti y Argenti.
Berrutti también es productor ganadero tras crear La Tarambana, una cabaña Angus en Estación José Ignacio. La diversificación y el posicionamiento del empresario siempre ha sido positivo en todos los rubros en los que se ha desenvuelto. En otras palabras, ninguna de las empresas había tenido problemas de pago o de solvencia desde que se crearon.
De hecho, muchos inversores de Portfolio Ganadero pusieron sus ahorros en la compañía dirigida por Berrutti luego de que notaran que tenía éxito en otros sectores agropecuarios.
Otros inversores, hoy damnificados, tenían confianza en Porfolio no solo porque detrás había un equipo con trayectoria, sino por la diversificación de los negocios que tenía Berrutti. “Te daba cierta tranquilidad de que si no podía pagar, iba a tener de dónde sacar. Eso era lo que uno creía”, comentó uno de los denunciantes.
El crecimiento de Portfolio
Una de las características que ha tenido Portfolio Capital es la publicidad, que se ha visto por la Ruta Interbalnearia, a través de redes sociales y televisión.
Hace unos años, en Panamá, Berrutti conoció a Manuel Cabrales, el presidente y director del “Fondo” Ganadero Pampas. Ambas empresas comenzaron a ofrecer productos y el Banco Central (BCU), en febrero de 2024, instruyó a ambas compañías a que dejen de emitir mensajes al público.
El fondo de origen colombiano siguió trabajando con Porfolio y de hecho en los contratos aparecen como el articulador entre la empresa de Berrutti y el inversor. En esos documentos, el inversor se convertía en accionista del fondo uruguayo y recibían semestralmente un interés de 9%.
Esta opción de producto no está publicitada en la página web de Berrutti, porque se la solía ofrecer a aquellas personas cercanas y los que buscaban menos riesgo a través de una renta fija.
De hecho, Cabrales definió a Berrutti como “alguien de confianza” y con quien nunca había tenido problemas, aunque aseguró que nada tiene que ver con la caída de la empresa dado que ellos hace algunos meses que ya no trabajan juntos.
La confianza que daba el empresario, la diversificación de los negocios y la publicidad hicieron que Portfolio creciera rápidamente. Si bien no era de los actores más grandes dentro de los fondos ganaderos, siempre fue de los que se recomendaban por la fiabilidad que había generado con el correr de más de 20 años en Uruguay.
La empresa nunca presentó balances –luego de no pagar sí lo hizo pero solo hasta 2020– pero hasta el momento no se había atrasado con los pagos. En ese contexto de bonanza, varios de los allegados a Berrutti lo compararon con el fundador de Conexión Ganadera, Pablo Carrasco.
“Era una persona confiable y con recorrido, con muchos negocios en varias partes del país. Además de las consultas de mercado que le hacían los periodistas, también los empresarios que recién empezaban también lo consultaban”, dijo uno de los consultados, que prefirió no ser identificado.
Otro de los damnificados, quien también conoce a Berrutti desde hace más de 20 años y eso lo llevó a invertir, lo comparó con Carrasco. “Vos lo veías y te daba seguridad. Era el mismo perfil… era como un Pablo Carrasco antes de que Conexión Ganadera se fuera al tacho”, indicó.
La corrida y las dudas que quedan
Cuando Berrutti comunicó a sus accionistas que no podía pagar alegó, entre otros argumentos, la "corrida" que provocó la caída del Grupo Larrarte y Conexión Ganadera. También sostuvo que hubo factores climáticos, como la sequía, que colaboraron a que el negocio dejara de prosperar.
Sin embargo, a los inversores les quedan varias dudas, sobre todo por qué Berrutti no dio aviso de que estaban teniendo problemas de liquidez. De hecho, días antes del 20 de mayo pasado, envió un mail diciendo que iba a pagar y unas horas después comunicó la situación adversa de la compañía.
Ahora, las expectativas están puestas en la asamblea de socios prevista para mediados de julio. Allí se votará sobre una propuesta de salvataje que presentó Berrutti a los inversores y, en caso de obtener el 50% más 1, la causa no prosperará a nivel penal.
De hecho, la operativa de la empresa sigue con normalidad y funcionando en las instalaciones de Carrasco, precisamente en un edificio que se alquila. El Observador envió mensajes a Berrutti para consultarle sobre la actualidad de la empresa, pero prefirió no hablar públicamente.
Poco activo y mucho pasivo
Mientras que algunos defensores ya presentaron denuncias, hay otros que analizan qué figura delictiva se configuraría en el caso de Portfolio.
Algunos prefieren ser cautos, dado que consideran que por la modalidad del contrato no necesariamente el incumplimiento configura un ilícito, pero también están los que argumentan que la falta que cometió Berrutti reviste gravedad.
En las denuncias presentadas, se afirma que el hecho de ofrecer un contrato de accionista pero prometer una renta fija en un negocio que es variable “de por sí” es un engaño.
De acuerdo con información que los defensores han puesto en las denuncias, las empresas de Berrutti poseen no más de 3.500 cabezas de ganado. Dicho de otra forma, el activo en animales no supera los US$ 400.000, mientras que la deuda que mantiene con los inversores es cercana a US$ 20 millones.
Bajo este esquema y después de que Berrutti presentara un plan de salvataje, este jueves un grupo de damnificados le ofrecerá una nueva modalidad de fideicomiso con el fin de salvar la compañía.
Mientras tanto, en los últimos días, el empresario comunicó a través de su secretaria que no podría atender personalmente a ningún otro damnificado porque su agenda está colmada.