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¿Dispositivo del año? El horno eléctrico

Estos aparatos se adaptan a distintos tipos de cocineros; un análisis exhaustivo de las marcas más importantes del mercado
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29 de diciembre de 2019 a las 05:00

Brian X. Chen - The New York Times

Muchos de nosotros no dudamos en gastar más de 600 dólares en un teléfono celular. Te presento otro dispositivo en el que deberías gastar ese dinero: un horno eléctrico.

Así es, leíste bien.

Al igual que un teléfono inteligente, un horno eléctrico puede ser un caballo de batalla diaria. Además de calentar un pan tostado, este artefacto subestimado de la cocina puede servir para muchos otros alimentos, como el pollo rostizado, un pedazo de carne, pan fresco, papas crujientes e incluso un pastel.

Un buen horno de convección a menudo da mejores resultados que uno normal porque, al tener una cavidad más pequeña, se calienta más rápido y mantiene temperaturas constantes con mayor facilidad. Es probable que tu factura de la luz también baje si tienes un horno eléctrico de tamaño estándar.

Por último, hace poco el horno de convección se convirtió en una categoría interesante de productos tecnológicos. Durante los últimos dos años, empresas tecnológicas como June y Tovala y marcas conocidas como Whirlpool han invertido en métodos de calentamiento basados en software que cocinan la comida de una manera más eficiente y requieren menos conocimientos culinarios por parte del usuario.

Esto quiere decir que ahora tenemos más opciones que nunca. Si tienes entre 500 y 1000 dólares, puedes comprar un horno inteligente equipado con tecnología avanzada de calentamiento y recetas programadas para automatizar el proceso de cocción. O podrías gastar entre 150 y 700 dólares en un horno eléctrico de alta calidad de la vieja escuela.

Entonces, ¿un hornito tecnológico o uno tradicional? Para entender sus beneficios y desventajas, puse a prueba dos hornos de convección de gama alta: el horno inteligente de Brava que cuesta 995 dólares, el cual depende de bombillas para generar calor, y un horno de convección de Wolf Gourmet con un precio de 680 dólares, el cual funciona con métodos tradicionales de calentamiento.

Mi esposa y yo usamos los dos hornos para cocinar varias cenas y comparamos los resultados. Luego llevamos los productos horneados a nuestras oficinas para que un panel de jueces (bueno, nuestros colegas) decidiera cuál aparato había horneado las mejores galletas y los mejores bagels. A continuación, te mostraré cómo nos fue.

Mano a mano

Primero, una guía de introducción de los dos hornos.

El horno inteligente de Brava, que llegó al mercado el año pasado, parece una impresora láser voluminosa con un asa y una pantalla táctil. Un sistema de bombillas transfiere energía infrarroja a la comida de forma directa; sus lámparas pueden calentar hasta 260 grados Celsius en un segundo, lo que significa que no hay necesidad de precalentar.

Para que cocinar sea una tarea casi mecánica, el dispositivo tiene un catálogo de recetas predeterminadas que incluyen pollo rostizado, brócoli bebé y tocino. Para empezar, solo debes presionar unos botones y seguir las instrucciones en la pantalla. El juego del horno contiene una bandeja de cristal y una de metal, así como un termómetro con sonda para medir el término de las carnes.

El horno de convección de Wolf Gourmet tiene tecnología “calrod”, la cual consiste en elementos de calentamiento con forma de tubo que convierten la electricidad en calor. Además, utiliza convección, que en esencia se trata de un ventilador que hace circular aire caliente para cocinar los alimentos de manera uniforme.

Para controlar el electrodoméstico, eliges un modo de calor (como hornear, rostizar o asar), giras un botón para establecer la temperatura y luego esperas hasta que se caliente el horno. El horno tiene dos anaqueles ajustables de metal y también cuenta con un termómetro con sonda.

Rostizado de carnes y verduras

Los pros y los contras de cada horno fueron más evidentes en el pollo rostizado.

Para este experimento, le puse sal a un pollo, lo barnicé con salsa de soya y luego le quité los huesos. En cada horno, se cocinó medio pollo.

Con el Brava, elegí la receta de pollo predeterminada. La pantalla me dio instrucciones para insertar la sonda del termómetro en el pollo, colocarlo en la bandeja de metal y que empezara a cocinarse de inmediato. Después de unos 28 minutos, el pollo alcanzó una temperatura interna de 74 grados Celsius. Estaba listo.

Con el Wolf Gourmet, puse la temperatura en 218 grados Celsius y esperé unos 12 minutos a que se calentara. Luego coloqué el pollo en una bandeja para hornear, inserté el termómetro en la carne y puse la bandeja en el anaquel del centro. Unos 36 minutos más tarde, el pollo estaba listo.

El resultado: el horno de Wolf Gourmet produjo un pollo con una piel más oscura y crujiente, en parte porque tuvo más tiempo de cocción. El pollo del Brava salió un poquito más seco e insípido. Sin embargo, mi esposa y yo coincidimos en que las dos mitades de pollo eran satisfactorias, mucho mejores que el pollo rostizado de una tienda.

Después de que el pollo estuvo listo, horneamos el brócoli bebé en cada uno de los hornos: unos seis minutos en el Brava y once minutos en el Wolf Gourmet. Los dos hornos dejaron el broccolini bien asado y crujiente.

VEREDICTO: Si quisiera el mejor pollo rostizado, me compraría el Wolf Gourmet. Pero si quisiera un buen pollo rápido sobre la mesa, me compraría el Brava.

Horneado de galletas y bagels

El Wolf Gourmet sobresalió a la hora de hornear panes, mientras que el Brava fue impredecible.

En esta prueba, preparé 24 bagels del mismo peso y horneé una docena en cada horno.

El Wolf Gourmet produjo bagels con una corteza dorada y crujiente, y un migajón como una almohada. Los bagels del Brava salieron pálidos y pastosos. Decidí darle unos pocos minutos más al Brava para asegurarme de que los bagels no estuvieran crudos, pero aun así no se doraron.

Llevé los bagels a la oficina y los repartí con tarjetas de puntuación para que mis colegas los calificaran, sin decirles cuál horno había hecho cuál lote. El Wolf Gourmet venció al Brava 8-0.

Las galletas fueron más indulgentes. Mi esposa hizo una tanda de galletas de avena con mantequilla de maní y chispas de chocolate. Las galletas del horno Wolf Gourmet tenían un dorado parejo, pero estaban un poco más blandas, y las galletas del Brava estaban más crujientes con un dorado disparejo.

De manera similar, les pidió a sus colegas que calificaran las galletas. El Brava venció al Wolf Gourmet 7-5. Algunos calificaron más alto las galletas del Wolf Gourmet por su apariencia y consistencia, pero otros prefirieron la sensación crujiente al masticar las galletas del Brava.

VEREDICTO: Los panaderos serios deberían comprar un horno Wolf Gourmet. A los panaderos casuales les bastará el Brava.

Recalentado de sobras

Mi esposa y yo también recalentamos sobras de un pato rostizado que pedimos en un restaurante chino. El Brava tenía un botón para recalentar comida; el Wolf Gourmet no. Así que encendí el Wolf Gourmet a 176 grados Celsius y puse cinco minutos en un temporizador.

Cuando se acabó el tiempo, las sobras del pato salieron listas y calientes del Brava. El pato del horno Wolf Gourmet seguía un poco frío y necesitaba un poco más de tiempo.

VEREDICTO: El Brava es más rápido y fácil de usar para recalentar sobras.

Conclusión

Todos los veredictos apuntan a una cosa: ahora hay hornos para diferentes tipos de cocineros.

Para los cocineros perfeccionistas que tienen el lujo del tiempo, como mi esposa y yo, un horno que utilice métodos tradicionales y perfeccionados de calentamiento como el Wolf Gourmet es muy buena opción. Este electrodoméstico para la cocina podría con la mayoría de nuestras necesidades de repostería y cada año le dejaría un solo trabajo importante a nuestro horno estándar: el pavo del Día de Acción de Gracias.

Sin embargo, hay mucha gente que tal vez disfrute un horno inteligente como el Brava, tal es el caso de los padres ocupados con hijos chicos que solo necesitan tener la cena en la mesa rápido o los que hornean comidas rápidas como pizzas congeladas.

Otra cosa para recordar: los hornos eléctricos pueden ser buenos para tu cerebro porque ofrecen nutrientes reales. Hoy en día, no siempre podemos decir lo mismo de los teléfonos celulares.

Los AirPods Pro de Apple y su caja; el último modelo ofrece tecnología de reducción de ruido. San Francisco, 9 de diciembre de 2019. (Jason Henry/The New York Times)

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