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"Fueron 17 minutos de contacto real": Argentina desclasifica informe sobre "avistaje de OVNI"

Un hecho ocurrido hace un cuarto de siglo vuelve al debate: ¿fue una nave no identificada o una simple confusión lo que vio el capitán Jorge Polanco al intentar aterrizar en San Carlos de Bariloche?
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18 de septiembre de 2020 a las 16:00

 Veinticinco años después, Jorge Polanco recuerda con exactitud la noche en que creyó avistar una nave desconocida cuando se aproximaba a aterrizar el vuelo AA 674 de Aerolíneas Argentinas en San Carlos de Bariloche.

"Fue un evento que me dio vuelta la cabeza", dice en una nota de Infobae, que reproduce su diálogo con la periodista Nancy Pazos en el programa Ruleta Rusa.

Polanco, con 18 años de experiencia como piloto, era el comandante del vuelo que el lunes 31 de julio de 1995 al aproximarse al aeropuerto internacional Tte. Luis Candelaria pasaría por una experiencia "dura" que lo marcó para toda la vida, y que ha vuelto a cobrar actualidad al autorizar el gobierno la desclasificación del documento que registra lo que ocurrió aquella noche de hace 25 años y unos cuantos días.

Polanco sigue aferrado a su vivencia. El documento oficial ofrece, por su parte, otra explicación.

"Llegando a Bariloche nos avisan desde la Torre de Control que ha habido un corte de luz", revive Polanco el momento en la conversación con Nancy Pazos.

Cuenta que estuvo a punto de volver a Aeroparque, en Buenos Aires, pero al poco tiempo le dicen que se había retomado la energía con un generador auxiliar del aeropuerto.

Se dispuso a iniciar la aproximación y cuenta que cuando llegó a la vertical de Bariloche vio una luz a lo lejos: "Como a unas 12 millas del aeropuerto, en lo que se llama la posición geográfica de las 11 del reloj (arriba al fondo)", se lee en el portal argentino.

La Torre de Control le dice no tenían nada, solo un avión de Gendarmería detrás de la aeronave de Aerolíneas Argentinas. Un avión militar, evoca Polanco, con dos gendarmes que resultaron ser "grandes amigos". Ambos y Polanco serían los testigos del "avistaje" de la nave desconocida. Los dos gendarmes ya fallecieron.

Según Polanco, todos observaron como el "OVNI" se puso a su lado y acompañó el descenso del Boeing 727 de Aerolíneas. 

"Cuando estábamos por tocar la pista se volvió a cortar la la luz: el operador del sistema me explicó luego que el generador se aceleró a fondo solo, sacó humo y se paró. El aeropuerto se quedó a ciegas..."

En ese momento, el avezado piloto dice que tomó conciencia de que algo no estaba bien. "Iniciamos una maniobra de escape", recuerda.

Levanta la aeronave y alcanza los 10 mil pies y vuelve a ver la misteriosa luz. "Nivelé la altitud para no llevarme por delante el avión de Gendarmería y, cuando vuelvo la mirada, le pasé cerca, casi rozando el plato volador...y volví para la vertical del aeropuerto", menciona.

Polanco relata que los tripulantes del avión miliar, "sus grandes amigos", le contaron después "de forma personal" que el objeto siguió por debajo del  Boeing 727 y que luego, cuando comenzó de nuevo la maniobra de aterrizaje, había desparecido.

"Fue algo muy duro", dice, "fueron muchos minutos de contacto real", afirma, "no fue un ratito", insiste, "fueron 17 minutos en total", y parece contarlos otra vez.

Polanco, además, describe ese Objeto Volador No Identificado: 30 metros de diámetro, forma de plato sopero, "de esos profundos para comer guiso de lentejas, aunque invertido", luces verdes que giraban a gran velocidad y, arriba, una luz naranja que parecía que respiraba.

"Eso me marcó toda la vida", cuenta, otra vez, 25 años después.

El documento, desclasificado luego de un pedido formal de la Comisión de Estudios del Fenómenos OVNI de la República Argentina (Cefora), analiza el avistaje  de aquel lunes 31 de julio 1995  que tuvo como protagonistas al capitán Jorge Polanco, de Aerolíneas Argentinas; a los comandantes Rubén Cipuzak y Juan Domingo Gaitán, de Gendarmería Nacional; y al Jefe del Aeropuerto de Bariloche, el Suboficial Daniel García.

Lo que concluye aquella investigación es que todo se debió a una gran confusión, a partir de una persona, que fue identificada como Juan Carlos Rivero, que probó "un potente proyector hacia la base de las nubes". Y lo hizo cuando dos aeronaves se aproximaban al aeropuerto de Bariloche "en horas nocturnas y con la ciudad completamente a oscuras" por el corte eléctrico. 

Confusión y coincidencias que, sin embargo, no desmienten que el año pasado se hayan denunciado, comentado o informado, de 23 casos de avistamiento de OVNIs. 

La investigación de todos esos casos insiste en la explicación: son confusiones, por efectos fotográficos, ópticos, astronómicos o aeronáuticos. "O bien son equivocaciones con objetos que resultaron ser excrementos de aves, barriletes, globos de helio o burbujas de jabón", dice otra nota en Infobae.

Pero para Polanco, fuera lo que fuera, aquello marcó su existencia.

 

 

 

 

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