La política le dio revancha a Mario “Marito” Silvera, el abogado de 49 años que en una definición apasionante se transformó en el nuevo intendente de Treinta y Tres. El dirigente, uno de los forjadores de Aire Fresco, el sector del presidente Luis Lacalle Pou, venció a Ramón “Rolo” Da Silva por 61 votos y se desquitó de lo vivido cinco años atrás, cuando por unos 200 votos perdió con Dardo Sánchez.
En Treinta y Tres, la semana fue más larga de lo normal, con vigilia para custodiar las urnas y un escrutinio maratónico el sábado.
La jornada empezó con ventaja para Da Silva, el actual secretario general de la comuna y delfín de Sánchez por la lista 8 departamental: los datos cerrados del escrutinio secundario lo habían dejado con 16 votos más que su competidor.
Durante la tarde, cuando se escrutaron los votos observados de los municipios, Da Silva mantuvo su diferencia, pero a la noche, al abrirse las urnas de la capital, la situación cambió.
Termo y mate en mano, y los perros acompañándolos en el sillón, Da Silva y Silvera siguieron la apertura de cada voto desde sus hogares a través de la televisión departamental.
Sus esposas enviaron a la transmisión una foto de cada uno observando el conteo, mientras en las calles los militantes se iban congregando para apoyar a sus candidatos.
Hubo momentos tensos, con discusiones, reclamos y prepoteos. Uno de los mayores ocurrió a la noche, sobre las 21 horas, cuando la tendencia en la apertura de sobres comenzó a mostrar a Silvera como el próximo intendente.
Los delegados de Da Silva reclamaron por dos dobleces en votos, que a su entender eran anulables, lo cual fue rechazado por la jefa de la mesa de la Corte Electoral. Se registraron gritos cruzados entre los delegados, y se planteó la posibilidad de recurrir los votos, lo cual podría haber significado que se demoraran aún más los resultados finales.
Cuando la tendencia se hizo irreversible, sobre las 10 de la noche, Da Silva telefoneó a Silvera, que lo atendió en altavoz, mientras hacía una entrevista con la prensa local. “Caudillo, felicitaciones, que tengas el mayor de los éxitos. Te mando un abrazo grande y disfrutá de este éxito que te lo merecés”, le dijo.
No fue la única llamada que Silvera atendió en vivo. Unos minutos después, quien se comunicó fue el presidente Luis Lacalle Pou. “¡Muchísimas gracias, bo!”, agradeció Silvera, que luego contó que el mandatario lo había llamado “como un amigo más”.
El secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, saludó y agradeció a su “gran amigo” y expresó que tenía una “gran alegría”. En tanto, la vicepresidenta Beatriz Argimón señaló que la votación “sin dudas hace historia” y lo felicitó junto a su equipo y a todos los delegados “por el gran trabajo realizado”.
Silvera terminó ganando por 61 votos. Obtuvo 12.590 frente a los 12.529 de Da Silva. Los blancos, que también tuvieron como competidor al médico Quintín Olano, registraron 26.498 sufragios, mientras que el Frente Amplio alcanzó 7.216 y el Partido Colorado 998.
“Gracias a todos quienes confiaron con una excelente votación. También agradecer a toda la militancia y quienes creyeron, hicieron un trabajo extraordinario, y a los que realizaron esta semana el escrutinio departamental, el voto a voto”, manifestó el intendente electo.
Aunque tomaron algunos recaudos, como la exhortación a usar tapabocas y mantener distancia, los festejos se extendieron hasta entrada la noche, con aglomeraciones en la ciudad y caravana de autos por las principales avenidas del departamento.
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