Tecnología > FEMINISMO

¿Por qué la ciencia y tecnología también es cosa de mujeres?

Doce panelistas explicaron por qué se las ha excluido a lo largo del tiempo y por qué es importante incorporarlas
Tiempo de lectura: -'
20 de septiembre de 2020 a las 05:00

Por Anouk Rielo Castells - Especial para Cromo

El 15 de setiembre tuvo lugar la conferencia ¿Por qué la ciencia y la tecnología también son cosas de mujeres?, organizada por el Comité de Calidad con Equidad de Género del Banco Central del Uruguay (BCU) junto con la Asociación de Auditoría y Control de Sistemas de Información (ISACA, por su sigla en inglés) que posee un capítulo en Montevideo. Más de una docena de oradoras uruguayas pertenecientes a las áreas de ciencia y tecnología dieron respuesta al título de la conferencia con el objetivo de inspirar a las adolescentes a tener una mayor participación en las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).

“La ciencia es una cosa de hombres”

“Cierra los ojos e imagínate a una persona que trabaje en alguna rama de la ingeniería”, pide Valeria Emanueli, ingeniera en sistemas y analista de seguridad en el BCU. Lo más común es que esa persona que se ha dibujado en tu mente sea un hombre porque, socialmente, se vincula esta profesión al género masculino. No obstante, si le preguntas a un grupo de niños y niñas no harán esta asociación, porque “a medida que vamos creciendo los estereotipos van creciendo con nosotros”. ¿Cómo se crean y se perpetúan estos estereotipos?

Para Beatriz Argimón, vicepresidenta de la República, se trata de “improntas culturales que vienen marcándose de generación y generación” que entienden que “la ciencia es una cosa de hombres”. Para María Simón, decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República y exministra de Educación y Cultura, existe una “visión general de la sociedad acerca de que ciertas carreras son más adecuadas para las mujeres”. Para la decana no se trata de una prohibición explícita, sino de una tendencia sutil, “y quizás por ello, más peligrosa”.

Para Emanueli estos estereotipos de género se instalan en las niñas y los niños a través del entorno y los referentes (o la falta de ellos). Habla también de la relevancia de los juguetes en la primera infancia: “las cocinitas suelen ser para las niñas, y los juguetes de robótica para los niños”, cuestión que no sólo afecta a los estereotipos, sino también a las capacidades que desarrollen. Por ejemplo, el razonamiento espacial que tiene que ver con la capacidad de los individuos para visualizar los espacios entre objetos tridimensionales imaginados. Una persona con esta habilidad desarrollada tendrá facilidades para navegar, calcular distancias, trabajar con figuras geométricas, diseñar estructuras, y comparar datos. Es una habilidad esencial para las ramas de ciencia y tecnología que se desarrolla con los juguetes que tradicionalmente están dirigidos a los niños.

Así, afirma María Simón que, a pesar que existe una mayoría de mujeres estudiando en la Universidad de la República (en torno a un 65%), en la Facultad de Ingeniería este porcentaje se reduce al 20%. Para la decana, la ingeniería es una opción que las adolescentes a la hora de decidir su área de estudio ni siquiera se plantean. “No se les presenta como opción, ni siquiera lo meten en su radar”, comentó. Incluso dentro de la propia facultad se producen disparidades de género, dándose una infrarrepresentación aún mayor para las áreas de computación e ingeniería eléctrica.

Qué hacer para fomentar el interés

Para Paola Iraela, ingeniera en computación, docente y  trabajadora en el Departamento de Desarrollo del BCU, es importante dar a conocer la “amplitud de aplicación de estas áreas y la posibilidad de desarrollo profesional que ofrecen”. En esta línea tomaba la palabra Andrea Cuckerman, ingeniera eléctrica y fundadora de Manos de Héroes, una organización uruguaya sin fines de lucro que desarrolla manos y brazos mecánicos en impresión 3D de forma gratuita. Cuckerman daba a conocer su proyecto en aras de mostrar una de las infinitas formas de enfocar la tecnología en el ámbito humanitario y social: “cuando se combinan la empatía y el conocimiento surgen proyectos que pueden cambiar la sociedad”.

Para Iraela, una segunda estrategia para despertar el interés en las niñas es a través de su participación en las disciplinas STEM de forma vivencial, de manera que puedan “experimentar el rol de la creatividad y conocer su potencialidad”.

Una iniciativa que requiere de esfuerzos colectivos y cooperación institucional, pues “sin esfuerzos muy específicos para incluir y promover a las mujeres dentro de este espacio, el futuro se verá igual que ahora, generando grandes limitaciones para la industria”, declaraba Ethel Kornecki, analista programadora, consultora en servicios de ciberseguridad y presidenta de ISACA (Capítulo Montevideo) Finalmente, una gran parte del panel coincidió en la importancia de tener referentes en este ámbito.

Victoria Landaberry, asesora económica de BCU, explicó cómo la elección de una orientación y una carrera es una de las decisiones más difíciles a tomar en la adolescencia. Cuenta que una de las mayores influencias en esta decisión son los ejemplos que los y las adolescentes tienen a su alrededor, y “lo que suele suceder es que en los círculos cercanos las niñas no conocen a científicas”. Al mismo tiempo, para Iraela el hecho de conocer referentes femeninos en la ciencia implicaría un cambio en la percepción que se tiene sobre el rol de las mujeres.

También es cosa de mujeres

“Porque las personas deben ser libres, deben poder hacer lo que les gusta, y porque los estereotipos coartan la libertad de una forma imperceptible”, afirma María Simón. Pero, a su vez, “porque las precisamos, porque no podemos darnos el lujo de desperdiciar a la mitad de los talentos”.

Para algunas panelistas la inclusión de las mujeres a estos espacios no solo está relacionada con una representación equitativa en los mismos, sino que también tiene que ver con la mirada que las mujeres aportan en los procesos de creación e innovación científica y tecnológica. Cada vez más la tecnología se ha ido convirtiendo en un sostén de riqueza y de poder, y al mismo tiempo, como señaló la decana, han ido disminuyendo los porcentajes de mujeres en las facultades de esta área.

La tecnología está cada vez más presente en nuestras vidas: la forma en la que nos comunicamos, en la que nos transportamos, en la que consumimos, en la que nos relacionamos. El 89% de lo que hacemos por internet tiene que ver con una app, pero solo 6% fueron creadas por mujeres. Trabajar en tecnología hoy es trabajar en el diseño de las estructuras de la sociedad, por eso es importante que la mesa en la que se toman las decisiones que marcarán la arquitectura de nuestras vidas sea una mesa diversa en la que se tengan en cuenta todas las subjetividades que conforman el mundo.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...