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¿Quién es la chica del tren?

La primera novela de la escritora británica Paula Hawkins se convirtió en un bestseller internacional que tiene perplejos a sus lectores y a la espera de una adaptación cinematográfica a cargo de Hollywood
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09 de agosto de 2015 a las 05:00
Mientras el Centro Cultural de España de Montevideo celebra desde ayer la Semana Negra, un festival que celebra el género policial a través de la literatura, el cine y hasta la gastronomía, el resto del mundo se encuentra hablando de la última mujer en consagrarse como la autora más flamante de la novela negra recientemente. Con su primer libro bajo su nombre real, La chica del tren, la escritora británica Paula Hawkins arrasó con todos los récords de venta en el Reino Unido, Estados Unidos y ahora va por el resto del mundo, incluido Uruguay.

Publicado por la editorial Planeta, La chica del tren es promocionado desde su solapa como el libro que mantuvo a Stephen King despierto toda la noche. Pese a que el autor de terror suele ser un comentarista literario muy gentil con los libros que le apasionan, no es el único que ha arrojado flores a la prosa de Hawkins. La obra ha sido reseñada como un thriller cautivante difícil de dejar una vez empezado. El fenómeno generado por La chica del tren ha sido nombrado como el "nuevo" Perdida, el libro escrito por Gillian Flynn que en 2014 tuvo su adaptación homónima en la gran pantalla de la mano del director David Fincher.

Pese a la diferencia en sus historias, la comparación no es tan exagerada si se considera que hay muchos elementos en común entre ambos libros, al punto de que Hawkins ha reconocido en entrevistas su gusto por su colega estadounidense. El misterio protagónico de La chica del tren es disparado por la desaparición de una mujer y el hecho es contado por una narradora que genera desconfianza total en el lector. Pero no porque haya un maquiavélico plan detrás de sus intenciones, sino porque una de las tres protagonistas de la novela es Rachel, una joven alcohólica cuya enfermedad la lleva a tener lagunas mentales en su memoria.

Rachel, quien se presenta a sí misma como una mujer insegura y poco atractiva, está en sus cuarenta, tiene un gusto predilecto por el vino y por el gin tonic en latas, principalmente como desayuno. Está separada, su marido formó una nueva familia y su vida consiste en tomarse un tren de ida y vuelta hacia Londres para fingir que todavía mantiene su trabajo. Entre su obsesión y el placer que le produce viajar en este medio de transporte, Rachel utiliza su imaginación para inventarle una vida ficticia a una pareja que ve diariamente por la ventana.

La ficción dentro de la cabeza de Rachel y una inminente realidad turbia se mezclan cuando Anna, la mujer que ve todos los días junto a su marido, desaparece sin previo aviso. Hawkins divide La chica del tren en capítulos cortos narrados por tres mujeres diferentes, como si se tratara de una mirada íntima a sus vidas cotidianas. A medida que el misterio detrás de la desaparición de Anna crece, las vidas de todos los personajes se entrecruzan de una forma tan turbia como sorprendente. La resolución al conflicto principal avanza página a página, en una lectura que se destaca no por ser una propuesta innovadora dentro del género policial, sino por su ingenio a la hora de mover, de forma astuta, todas las piezas de un tablero de infidelidades y deseos ocultos.

Hawkins, quien ha trabajado como periodista, ha dicho que esta novela ha sido su intento por reinventar su vida. Previamente y bajo un seudónimo, publicó novelas románticas que quedaron en el olvido.

Ahora, las ventas mundiales y la atención detrás de La chica del tren ya se han asegurado que la autora salga del ostracismo literario. Mientras que los estudios Dreamworks se encargarán de hacer crecer el entusiasmo general por la obra con una futura adaptación del libro –con la actriz inglesa Emily Blunt como la favorita para el papel de Rachel–, Hawkins ya prepara una segunda novela bajo su nombre. Por el momento, su ópera prima es lo suficientemente atractiva para ser recomendada a los lectores hambrientos por buen entretenimiento. Prueba superada.

Otras lecturas similares

Perdida, de Gillian Flynn
Amy y Nick se disponen a celebrar su quinto aniversario de bodas, pero Amy desaparece esa misma mañana. A medida que la investigación policial avanza las sospechas recaen sobre Nick. Ben Affleck y Rosamund Pike interpretaron a la pareja en el filme de 2014.

No confíes en nadie, de S.J. Watson
La protagonista, Christine, sufre las secuelas de un accidente: solo logra retener recuerdos por un día. Se despierta creyendo que es joven y con el futuro por delante, para descubrir después que es una mujer de cincuenta años, casada y con una vida que no conoce.

La mujer de un solo hombre, de A.S.A Harrison
En este thriller póstumo de la escritora canadiense A.S.A Harrison, Jodi y Todd son la pareja modelo, pero su idílica relación parece tener algún punto vulnerable y ciertos hechos del pasado de cada uno amenazan con estropear su existencia.

El lugar de los secretos, de Tana French
El detective Stephen Moran apenas recuerda el caso de Chris, uno de los chicos del instituto St. Kilda de Dublín, que apareció muerto un año atrás. Moran se sorprende cuando una de las compañeras de clase de Chris aparece con una nota con la frase enigmática: "sé quién lo mató".

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