"Si quiere estacionar acá son $ 50", le dijo un cuidacoches a una mujer que, en el Día del Patrimonio, intentaba ubicar su auto en la rambla, al costado del Mercado del Puerto. "Si no, se tiene que ir", advirtió de malos modos. La mujer se fue, convencida de no pagar por estacionar en un lugar público, pero la misma situación vivió el coche siguiente, cuyo conductor se trenzó en una discusión con el cuidador. El panorama se repite en las afueras del Estadio Centenario con cada partido y en las afueras de espectáculos públicos en el Velódromo o el Estadio Charrúa, donde cuidacoches no identificados, como lo requiere la Intendencia de Montevideo (IMM), pretenden cobrar de antemano una tarifa fija.
Esa situación preocupa y molesta a los vecinos de diferentes lugares de la capital, sobre todo porque es una modalidad que se viene extendiendo a distintas zonas. Según afirmó a El Observador el edil nacionalista de la lista 404, Diego Rodríguez, las quejas llegan desde todos los municipios. "La gente se queja del agravio ante no dar propina, además de improperios o patadas en los autos. O de que concurren a un espectáculo público donde tienen que pagar un peaje de $100 y si no, cuando vuelven tienen el auto roto", afirmó el edil, que realizó un pedido de acceso a la información para saber la cantidad de cuidacoches autorizados y qué planes tiene la intendencia para regularlos.
El director de Tránsito de la IMM, Pablo Ferrer, explicó a El Observador que se trata de situaciones esporádicas, por casos de "mendicidad abusiva" que exceden la regulación y el área de actuación de la intendencia. Se trata de acciones que se configuran como faltas, y por tanto deben ser denunciadas a la Justicia, dijo. "Es una problemática de orden social que tiene implicancias en términos de seguridad", explicó, y aseguró que por más que se sepa que esos hechos ocurren si no hay una queja directa, no se puede actuar. La intendencia lleva un registro de cuidacoches, a los que realiza un seguimiento periódico, afirmó Ferrer. Además, se da conocimiento de quiénes son a las seccionales policiales.
Mayores, aseados y sin alcohol
Según establece la normativa departamental, pueden ofrecer ese servicio los mayores de 18 años, con buena conducta y que estén registrados en la comuna. Además deben "conservarse en buenas condiciones de higiene y aseo personal", sin consumir alcohol, y pueden permanecer en el lugar durante el horario en el que dura el estacionamiento tarifado. Si bien el director de Tránsito afirmó que no pueden cobrar una tarifa, la norma departamental que regula a los cuidadores de vehículos hace una excepción y dice que pueden vender una tarjeta de estacionamiento, solamente en la denominada zona azul, "a un precio no superior al máximo que fije la Intendencia de Montevideo". A partir de febrero de 2015, el precio del estacionamiento tarifado es de $26 la hora.
En caso de incumplir esas disposiciones, los cuidadores de vehículos pueden ser suspendidos con entre 30 y 60 días, o definitivamente. "Tres faltas consecutivas injustificadas y debidamente constatadas, serán causa de revocación del permiso", dice el digesto municipal. Sin embargo, esa normativa no siempre se cumple y en muchos casos los cuidacoches ni siquiera cuentan con un chaleco que los identifique.
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