A 20 años de la muerte de Rodrigo, el ídolo del cuarteto que no se parecía a nadie

"El Potro" falleció en un trágico accidente a los 27 años y se convirtió en una leyenda del cuarteto cordobés

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24 de junio de 2020 a las 12:12

Durante la madrugada del 24 de junio de 2000 la televisión argentina transmitió una de las noticias que más sacudió la escena musical a un lado y otro del Río de la Plata. Rodrigo "El Potro" Bueno, el ídolo del cuarteto cordobés, había muerto en un trágico accidente de tránsito. Y con su partida, la efimeridad de su éxito transformó su nombre en leyenda.

Rodrigo no se parecia a nadie ni a nada. Con su mirada pícara y su carisma envolvente. Estruendoso, avasallante, colorinche. Su paso fugaz por los escenarios estuvo marcado por su energía arrolladora y sus canciones pegadizas, que hasta el día de hoy son suenan en cualquier casamiento o fiesta de 15 en Argentina y Uruguay.

Pero además, Rodrigo consolidó en la década de los noventa la popularidad de un movimiento musical que años atrás había comenzado a agitar puertas afuera de Córdoba, Juan Carlos "La Mona" Jiménez, amigo de su familia.

En 1987, con 14 años, Rodrigo publicó su primer disco, La foto de tu cuerpo. Meses después presentó su segundo álbum Aprendiendo a vivir, que lo catapultó en la escena de la movida tropical de su país. En 1995 el músico firmó contrato con Sony Music y lanzó Sabroso. Al año firmó con el sello discográfico Magenta Discos, que le concedió el 1% de sus ventas y que se encargó de producir sus trabajos hasta su muerte. Fue con esa compañía que el cordobés lanzó Lo mejor del amor y saltó al éxito en Argentina.

A los meses, obtuvo un disco de oro con La leyenda continúa. Y luego, con Cuarteteando –que incluyó hits como Y voló, voló y Ocho cuarenta– se consolidó definitivamente en la escena musical. A partir de 1999, la voracidad de su éxito era inminente. Meses antes de su muerte llegó el cuádruple Disco de Platino en menos de un mes con su álbum en vivo A 2000 y luego la gira que comenzó en el Teatro Astral y terminó en el 2000 en el Luna Park, donde el cuartetero ofreció una seguidilla de trece conciertos en un escenario ambientado como ring de boxeo.

"Parecía eterno, pero vivía como si sospechara que el éxito se podía terminar mañana mismo. Comentaba con orgullo aquella gira por la costa atlántica con 49 presentaciones en 9 días, rutinas de fin de semana que incluían entre ocho y diez recitales por noche; shows de veinte minutos seguidos y/o precedidos por una vorágine de asedio femenino, custodias bravas y camarines bien provistos. El fantasma de una supuesta "mafia de la bailanta" condimentaría más tarde su breve biografía con una dosis de novela negra ", escribió ese miércoles el periodista de Página 12 Fernando D´Addario.

Rodrigo murió a los 27 años. La misma edad que Jim Morrison, Amy Winehouse, Janis Joplin, Brian Jones. Y a dos décadas de su partida, recordamos algunas de las canciones que más suenan hasta el día de hoy.