Fútbol > EL ANÁLISIS
A Peñarol le queda una bala de salva para decorar una temporada nefasta
Con el triunfo 2-0 frente a Cerro Largo, Peñarol terminó este sábado su participación en el Campeonato Uruguayo 2022. Una actuación para el olvido del último campeón. Quedó a 20 puntos de Nacional, séptimo en el torneo Clausura y quinto (hasta que jueguen Boston River y Danubio) en la Tabla Anual, por lo tanto ya eliminado de la Copa Libertadores de 2023 aunque está pendiente un fallo de la Comisión Disciplinaria.
La salida de jugadores que fueron claves en 2021 y la mala elección de los sustitutos, melló el rendimiento del equipo y le costó el puesto al técnico Mauricio Larriera, quien fue elegido el mejor del año pasado en la encuesta Fútbolx100 de El Observador, por la forma en que hizo jugar a los aurinegros.
Pero la pérdida progresiva de futbolistas como Facundo Torres, Jesús Trindade, Agustín Álvarez Martínez -aunque había bajado su producción goleadora-, Pablo Ceppelini, Agustín Canobbio, Edgar Elizalde y Ramón Arias entre otros, resultó demasiado para un conjunto que jugaba de memoria.
A esto se sumó el pronunciado bajón de Walter Gargano, capitán y alma del mediocampo.
Ni en el primer período del año ni en el segundo, Peñarol acertó con las contrataciones. Contrató a cuatro centro delanteros (Ruben Bentancourt, Hernán Rivero, Lucas Viatri y Billy Arce) que marcaron muy pocos goles.
En julio arribó Brian Lozano, pero nunca encontró su lugar en la oncena y terminó siendo suplente. Así como Kevin Méndez, Nicolás Milesi y Sebastián Cristóforo.
El técnico Leonardo Ramos -sustituyó a Larriera a principios de agosto- echó mano a los juveniles Rodrigo Saravia, Nicolás Rossi, Brian Mansilla, Agustín Álvarez Wallace y Agustín Da Silveira, para terminar de cabeza levantada el campeonato.
Ellos cinco, más Pedro Milans, el refuerzo que menos estaba en carpeta, integraron la oncena en los últimos dos juegos de Peñarol: empate 1-1 contra River Plate en el Saroldi y triunfo ante Cerro Largo este sábado en Melo.
Un encuentro, éste último, que comenzó complicado porque el conjunto arachán tuvo las mejores oportunidades para abrir el marcador en la primera media hora de juego. En ese tramo, la gran figura fue el golero Kevin Dawson, quien le atajó un penal a Adolfo Lima y luego contuvo un cabezazo a bocajarro de Maximiliano Villar.
Luego de esas dos incidencias de riesgo para el arco aurinegro, Saravia marcó el primer gol con un tiro desde afuera del área y el juego dio un vuelco.
Si bien apenas iniciado el complemento Dawson tuvo que dejar el campo por una fea caída que le provocó la pérdida del conocimiento por algunos minutos y el local intentó aprovechar ese momento de incertidumbre para llegar al empate, el segundo gol conquistado por Méndez de tiro libre cuando faltaban 20 minutos para el final, cerró la puerta del partido.
Peñarol se llevó el triunfo del Ubilla y ahora apuesta a ganar la Copa AUF Uruguay, la bala de fogueo que le queda para terminar el 2022 de forma decorosa.
El aurinegro se clasificó a semifinales del torneo que se juega por primera vez de forma experimental y enfrentará a La Luz (jugará el año que viene en Primera) en encuentros de ida y vuelta: el 27 de octubre en el Campeón del Siglo y el 3 de noviembre en el Centenario.
En la otra semifinal competirán Defensor Sporting y Progreso.
Un objetivo menor, pero que para el presente aurinegro es de vital importancia. No es lo mismo terminar el año levantando un copa que con las manos vacías.
