Alertan sobre posibles falsos contenidos para las elecciones de 2024 en los Estados Unidos

Pruebas de esto, hubo de sobra: allí están dando vueltas por las redes una imagen falsa del arresto del expresidente republicano Donald Trump, un video de un futuro sombrío si el demócrata Joe Biden es reelecto y hasta un audio falso de ambos supuestos contendientes insultándose a destajo. Y los observadores alertan sobre el avance cada vez más peligroso de la tecnología para impulsar la desinformación.

Joe Rospars, creador de la consultora política de izquierda Blue State, señaló a la agencia de noticias AFP que el impacto de la IA reflejará los valores de quienes la usan: “Los malos actores en particular tienen nuevas herramientas para potenciar sus esfuerzos destinados a alimentar el odio y la sospecha, o falsificar imágenes, sonidos o videos en un esfuerzo por engañar a la prensa y al público”. Y agregó: “Combatir esos esfuerzos demandará la vigilancia de los medios y las empresas de tecnología, y de los propios votantes”.

Los expertos en tecnología aseguran que es muy probable que las campañas de ambos partidos estadounidenses, Republicano y Demócrata, se aprovechen de la tecnología –barata, de fácil acceso y con avances que superaron las respuestas regulatorias– para llegar a la sociedad con correos electrónicos de información falsa o para recaudar fondos en segundos. Y advierten sobre la explotación malintencionada de la IA para sembrar el caos en un momento en que el clima político ya está hiperpolarizado en los Estados Unidos, haciendo referencia a las afirmaciones que indican que Trump ganó las elecciones de 2020, cuando está perfectamente demostrado que no fue así.

Las imágenes falsas de Donald Trump detenido por la fuerza por la Policía de Nueva York, creada por un generador de arte de IA, fueron virales en marzo.

Durante el mes de abril, poco después que Joe Biden anunciara que se postulaba para un nuevo mandato en 2024, el Comité Nacional Republicano publicó un video hecho con imágenes producidas por IA de los supuestos efectos negativos que padecería el país entero en caso de ser reelegido: se hicieron virales entonces fotos hiperrealistas de pánico en el centro neurálgico de Wall Street, de fuerzas chinas invadiendo Taiwán, de olas de inmigrantes desbordando a agentes de fronteras y hasta de una toma militar de San Francisco en medio de una terrible ola de criminalidad.

Antes, a principios de año, también se había dado a conocer en la plataforma TikTok un audio realista, pero completamente falso, creado con IA, donde Biden y Trump se cruzaban insultos a mansalva.

Que, sin importar la intención del usuario, la IA es tremendamente eficiente es, a estas alturas, una obviedad. La agencia de noticias AFP realizó una prueba: ordenó a ChatGPT que creara un boletín de campaña a favor de Trump, alimentándolo con declaraciones falsas del expresidente desacreditadas por verificadores de datos estadounidenses, y el resultado fue, en segundos, un documento de campaña ingenioso plagado de falsedades. Al incitar aún más al chatbot a darle un matiz “más enojado”, en AFP se comprobó que las falsedades adquirían un tono más apocalíptico aún.

Dan Woods, exdirector de tecnología de la campaña de Biden en 2020, señaló a la agencia que el nivel actual de IA miente demasiado: “Si nuestros enemigos extranjeros sólo necesitan convencer a un robot que ya alucina para que difunda información errónea, entonces deberíamos estar preparados para una campaña de desinformación mucho más grande que la que vimos en 2016 con las denuncias de injerencias desde Rusia cuando ganó Trump”.

El director ejecutivo de Junction AI, Vance Reavie, agrega que “los avances de la IA se convertirán en una herramienta que cambiará el juego para comprender la actitud de los votantes”.

Antes, en el pasado inmediato, los responsables de las campañas electorales de cada partido dedicaban días enteros para llegar a los electores. Redactaban discursos, preparaban temas de conversación, publicaban pequeñas comunicaciones de alto impacto en Twitter y realizaban cuestionarios para las encuestas, pero ahora la IA hace el mismo trabajo en instantes y muchísimo más barato. La verdad, poco importa, todo es una cuestión de rédito económico, es decir, político.

“La creación de contenido lleva mucho tiempo y es costosa, ahora se puede hacer diez veces más sin el esfuerzo adicional de personal”, señala Reavie, aunque advierte sobre la dificultad de discernir cuáles contenidos son falsos y cuáles no.

Con gran parte de la población norteamericana que desconfía profundamente de los medios de comunicación tradicionales, la capacidad para ponerse de acuerdo sobre verdades objetivas también será desafiada, señalan los expertos en comunicación.

Como Hany Farid, profesor de la Escuela de Información de UC Berkeley, dijo a AFP: “La preocupación es que, a medida que sea más fácil manipular a los medios, será más fácil negar la realidad. Y eso es particularmente peligroso”.