Algunos puntos clave del acuerdo de desarrollo económico entre Uruguay y el Banco Mundial

En este sentido, el Banco Mundial valoró la preservación de los recursos naturales y el mantenimiento de la salud humana y animal como una prioridad nacional.

En la misma línea, el documento recuerda que Uruguay aporta solo el 0,05% de las emisiones globales de gases del efecto invernadero, y a la vez, se comprometió en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático a reducir las emisiones un 24% por año y un 57% la emisión de metano.

El organismo destaca, a su vez, el trabajo sobre programas de residuos sólidos, biodiversidad y saneamiento que se enmarcan en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de cara a 2030.

En este sentido, el Banco Mundial se comprometió a apoyar de forma continua a la agricultura climáticamente inteligente y otras inversiones vinculadas, por ejemplo al medio ambiente y el agua.

El Country Partnership Framework (asociación de marco de trabajo común entre el Banco Mundial y Uruguay) apoyará los objetivos de descarbonización a través de vehículos eléctricos alimentados por baterías y la incorporación del hidrógeno verde para alcanzar la neutralidad de CO2 en 2050.

Con la mirada hacia adelante

De cara al futuro, los desafíos continúan en los servicios de agua y saneamiento. En este sentido el gobierno se compromete a garantizar el acceso a agua potable segura. A propósito, en los últimos días del 2022 el gobierno lanzó un plan de saneamiento que involucrará a 61 localidades.

Además, OSE proyecta construir una nueva planta de agua (Arazatí) alimentado por el Río de la Plata como respaldo para atender aproximadamente al 60% de la población.

A su vez, el acuerdo marco establece que partes de la cadena de operaciones podrían ser gestionadas por el sector privado, algo que se encuentra en estudio. Esto podría complementar la tarea de OSE para abordar las brechas de eficiencia y acceso al agua potable, en especial, en el interior del país.